Todo lo que está en mi realidad no es otra cosa más que reacción, reflejo
y resonancia de mí misma.
En vista de los últimos acontecimientos sucedidos en nuestro planeta, la
tendencia general es al miedo y la crítica y de esa forma, una vez más
fortalecemos la separación.
Nada sucede fuera de nosotros, cada experiencia es vivida internamente y
reconocida desde las memorias que tenemos activas.
Si queremos paz en el mundo comencemos por tener paz nosotros mismos,
¿Qué ganamos escandalizándonos y llenándonos de temor? Solamente
generar más de lo mismo.
Si te asusta la violencia, erradica la violencia interna que comienza por criticar y
juzgar. ¿Cómo hablas con tu pareja, tus hijos, tus empleados o contigo mismo?
Puedo reconocer la violencia y la carencia solamente porque aún existen esas
memorias en mí.
Si tu intención es ayudar a la paz del mundo, recuerda que tú, eres una célula
de ese mundo.
Hace poco escuchaba decir a un hombre sabio, que si tan sólo 200 hombres
en todo el planeta limpiaran la violencia de sus pensamientos, el mundo se
armonizaría: “Un pensamiento agresivo, crea una realidad agresiva en algún
lugar del universo”.
Entonces volvamos al punto, si yo estoy bien, todo en mi entorno estará bien.
Si aún no consigo ese estado de serenidad constante, seguiré trabajando en
conseguirlo.
Mis memorias son activadas por mi palabra, por mis pensamientos y todo lo
que entra por mis sentidos y la única forma de corregirlas es haciéndolo de
forma mecánica con el intelecto, repitamos (sólo con la palabra y sin emoción)
una y otra vez “Te amo, gracias” y volvamos nuestro pensamiento hacia lo
positivo, no lo hagamos con el sentimiento porque es allí donde nos
entrampamos.
El libre albedrío se ejerce con la consciencia-Madre-Uhane-Intelecto.
Elegimos lo que queremos pensar y de esa forma vamos limpiando nuestros
pensamientos para mantenerlos serenos y parejos.
Una y otra vez regreso al pensamiento sin juzgamiento, ni crítica.
Puedo no estar de acuerdo con determinadas situaciones y conductas, eso es
totalmente válido, lo que trastorna todo, es la crítica y juzgar desde un
elevado pedestal en donde nos erigimos como la voz autorizada.
Muchas veces sucede que por el trabajo o determinadas reglas sociales, me
veré compartiendo espacios o situaciones con personas con las que no
concuerdo en principios, ni valores. Puedo escucharlos sin juzgarlos no es
necesario sentirme dueña de la verdad, lo único que necesito hacer, es ser
coherente conmigo misma llevando mi propia vida dentro de los principios en
los que yo creo.
La idea es contrastarme, no compararme.
Me comparo en función a los demás, entonces entraré en la competencia de
poder.
Me contrasto conmigo misma, midiendo y mejorando mis esfuerzos y logros,
allí no hay competencia sólo hay avance.
La separación es una ilusión, no estamos separados somos un solo SER.
Yo sé que es un trabajo de toda una vida el poder llegar a la Unidad. Pero
como dice Lao Tse “ el camino de mil leguas, comienza por un paso”.
Si no damos ese primer paso, nunca iniciaremos el camino a la autorealización.
Algo que he comentado contigo en algunas ocasiones es el aprender a leer en
los signos. Estamos rodeados de señales que nos indican el camino y muchas
veces por terquedad y otras por miedo no queremos seguir esas señales.
Por ejemplo, en este momento todos estamos conectados por redes invisibles
de comunicación, la internet, todos hacemos uso de ellas y lo hacemos con
absoluta certeza. ¿Nunca te has puesto a pensar que es una forma de fe?
Acaso te preguntas ¿cómo es el mecanismo que hace que una carta que
envío desde mi habitación llegue casi simultáneamente al otro lado del mundo?
Repetimos una y otra vez, “estamos conectados”, ¿lo crees verdaderamente?
Sí, estamos conectados y siempre lo hemos estado, y lo mejor es que en este
tiempo que nos ha tocado vivir, esa conexión es palpable.
Estamos conectados con Lo Divino, y somos parte de esa Divinidad.
Leamos en las señales, si son negativas, nos están diciendo que hay algo que
debemos limpiar en nosotros mismos, si son positivas, es algo que tenemos
para agradecer.
Si yo estoy bien, todo está bien en mi realidad.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego toda memoria de separación para que Tú, la transmutes en luz.
Enséñame a comprender que nada es fuera, todo sucede dentro de mí y
es allí, en donde debo limpiar.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”