“Si nosotros pudiésemos aceptar que somos la suma total de
todos nuestros pensamientos pasados, nuestras emociones,
palabras, deudas, acciones, y que nuestra vida presente y
las elecciones que hacemos estén coloreadas o sombreadas
por ese banco de memorias del pasado, entonces pondríamos
nuestro esfuerzo en el proceso de corregir y rehacer todo de
la manera correcta para así cambiar nuestra vida, familias, y
nuestra sociedad”
Morrnah Nalamaku Simeona
Este párrafo lo dice todo, somos la suma total de nuestras
memorias y tenemos la facultad maravillosa de poder corregirlas.
Son aproximadamente quince millones de memorias las que
utilizamos cada segundo sin estar conscientes de ello, nuestras
memorias conforman la realidad que vivimos, mientras más limpias
y positivas mejor será nuestra realidad.
Hemos heredado la experiencia de todo lo vivido por nuestros
antepasados, los mismos que se remontan a la primera célula que
inició el proceso de diversificación en el universo.
Las memorias pueden llamarse herencia genética o programas,
parecidos a los de un computador y es dependiendo de la tecla que
elijamos, que activamos un programa diferente cada vez.
Todo lo que penetra por nuestros sentidos es lo que finalmente
activa una u otra memoria. Así pues, según lo que vemos, oímos y
decimos vamos activando memorias.
Nuestro subconsciente, se comporta de acuerdo con lo que nuestro
intelecto va eligiendo, de pronto nos encontramos con alguien que
no es de nuestro agrado y pese a ello, expresamos verbalmente,
una alegría o gusto que realmente no sentimos, en ese caso le
damos un doble mensaje a nuestro Niño Interior y lo confundimos,
esa confusión tarde o temprano será expresada por nuestro Niño Interior
o subconsciente como una enfermedad, ya sea física o emocional.
Somos poseedores de toda la sabiduría del universo, parafraseando
a Raimondi, podría decirte que somos mendígos sentados en
medio de un universo de abundancia.
Toda información está a nuestra disposición, pero al no ser
conscientes de ello, dejamos activar y utilizamos cientos de
memorias de dolor carencia, ansiedad, violencia etc.
También es cierto que tenemos memorias activadas que nos
permiten subsistir, como la respiración, la circulación, la digestión,
etc.
Y otras como la serenidad y la alegría que llevamos con nosotros
en muchos aspectos de nuestra vida, hemos venido haciendo uso
de nuestras memorias desde que comenzamos esta existencia
material, y no importa si lo sabíamos o no.
Quien sino tus memorias te ayudan a reconocer a tus seres queridos,
te permiten hacer uso de tus conocimientos profesionales o te
recuerda que día es hoy, etc…
Tú y yo estamos utilizando nuestras memorias en este momento, y
como dice Morrnah, somos la suma total de ellas.
El Ho´oponopono es la herramienta perfecta para la limpieza de
memorias negativas y el fortalecimiento de las positivas gracias a la
luz de la inspiración que recibimos con cada memoria transmutada.
Esa es la razón que son los girasoles las flores representativas del
Ho´oponopono, ya que siempre están girando en busca de la luz del sol.
Cuando finalmente entendemos que nuestra realidad es el producto
de las memorias que tenemos activas, dejaremos de sentirnos
víctimas y tomaremos la verdadera responsabilidad de nuestra
vida.
Yo sólo puedo hablarte de mi experiencia, no sé cuál será la tuya,
pero al compartirla contigo, tal vez te aclare y decidas tú también
tomar el camino de la responsabilidad, entonces podrás comprobar
por ti mismo que es liberador y te conducirá siempre a la paz
duradera.
¿Ya no habrán problemas y dificultades?, claro que sí, pero al estar
en paz todo se ve en su verdadera dimensión, y existe un
ingrediente más:
¡Toda prueba que se vive en paz, ya no se repite!
Es por eso que el lema que Morrnah repetía y practicaba era siempre:
“La paz comienza conmigo”.
El trabajo es siempre personal, no pretendo pedirle al mundo que
cambie. Sólo puedo cambiar yo y al hacerlo toda mi realidad será
diferente.
Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo
Uno. Te entrego todas mis memorias negativas, esas, que el
día de hoy puedan traer sufrimiento en mi vida.
Enséñame a tomar el ciento por ciento de responsabilidad y
aceptar que mi realidad es la suma total de mis propias memorias.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”