HO´OPO BOLETÍN DE OCTUBRE 2016

REPETIR ES REVIVIR

“Aló, hola cómo estás, cómo te sientes, cuéntame cómo fue todo, qué
sentiste, ¡hay estuve tan preocupada!…”

¿Te es familiar este diálogo?

Entonces repetimos con lujo de detalles todo lo acontecido y volvemos a sentir
el dolor o la emoción, una y otra vez traemos al presente algo que ya pasó, y
al repetirlo lo fortalecemos.

Lo increíble es que siempre nos llama más la atención aquello que es negativo
que trae dolor o sufrimiento.

Nos sorprendemos al ver una persona llorando, pero no nos llama la atención
el ver a una persona en calma.

La respuesta es muy sencilla, estar en calma es lo natural.

Durante gran parte de mi vida viví en angustia, y pensaba, ¡es más, ni siquiera
pensaba! ¡daba por hecho que ese era el estado normal! vivir en contínua
angustia, miedo y llena de expectativas y a su vez de frustraciones cuando
éstas no se cumplían.

Fue entonces cuando de la forma más inesperada me encontré con que había
otra forma de vivir, que podía estar en paz y que si me mantenía en estado de
entrega, viviría sorprendida ante lo perfecto del universo.

Hace poco y después de mucho tiempo, volví a sentirme angustiada, y no me
gustó esa sensación, fue allí donde me di cuenta que ya no podría vivir así y
recordé las palabras de mi Maestro: “cuando uno saborea el néctar, la miel
ya no te dice nada”.

En la vida tenemos dos caminos, la resistencia o la aceptación, si estamos en
resistencia, tarde o temprano saldremos lastimados, pero si entramos en
aceptación, inmediatamente podremos poner en marcha la limpieza, que
hemos aprendido en el Ho´oponopono.

Para poder limpiar una memoria, primero es necesario haber aceptado que es
nuestra.

Sucede algo muy bueno cuando aceptamos la responsabilidad de que sea lo
que fuera que estamos viviendo es producto de una memoria propia que hemos
activado y que está atrayendo más de lo mismo a nuestra realidad.

Y eso tan bueno es que, dejamos de juzgar y criticar y comenzamos a corregir.

Hace algunos días muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de estar en
una Formación con Jean Pierre Garnier, este científico francés que nos habla
una y otra vez del “pensamiento benevolente”.

Quienes practicamos el Ho´oponopono tenemos la ventaja que ese
“pensamiento benevolente” lo mantenemos cada vez que repetimos un “te amo,
gracias”, para limpiar una memoria, porque al hacerlo hemos dejado de juzgar
y criticar e inmediatamente entramos en el pensamiento benevolente.

La siguiente pregunta puede ser ¿cómo hago para no juzgar, cuando yo no
estoy de acuerdo con algo?

Muy simple, haciendo una distinción entre el intelecto y la emoción.

Yo puedo no estar de acuerdo con algo, o puede no gustarme algo, ese es un
acto de libre albedrío y ese libre albedrío se ejerce con el intelecto. Es neutro.

Juzgo en el momento que activo mi emoción, y la emoción es una memoria.

Comenzamos a tener paz cuando dejamos de juzgar y criticar. Es una práctica
que al principio nos cuesta pero que con la constancia se instala en nuestro
interior y se convierte en un estilo de vida.

Una vez más te recuerdo la enseñanza que recibí de mi Maestro, y que
procuro poner en práctica cada día de mi vida: “Ver lo bueno, decir lo bueno y
hacer lo bueno”.

Hay algo que si lo observamos podremos corregir, y es cómo nos
comunicamos con nuestros hijos, amigos, compañeros de trabajo, por ejemplo:

Esa falda está muy bonita…pero

Tu informe está muy bien…pero

Sí…pero

Ese “pero” es el que marca la diferencia,

“Esa falda está muy bonita” es un buen comentario y si no te gusta mejor
guarda silencio.

“Tu informe está muy bien”, o si no está bien, “ será necesario corregir tu
informe”.

El “pero” es casi una negación, es “des-decir” y crea confusión.

Si alguien nos pide consejo, lo damos, si preguntan nuestra opinión también
pero tratando siempre de evitar la crítica.

Crítica significa incluir emoción (rabia), que es muy diferente a observar un
hecho y aceptarlo o rechazarlo, para eso no es necesario la emoción sino el
simple intelecto.

Octubre es un buen mes para comenzar esta práctica y de esa forma elevar
nuestro estado de paz, hasta llegar a tener paz, más allá de todo
entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de resistencia, rabia y control para que Tú,
las transmutes en luz.

Enséñame a sacar la crítica y el juzgamiento de mi realidad y aceptar,
entregar y recibir lo que sea mejor para mí.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”