Misterio se define como algo muy difícil de entender, algo extraño e inexplicable de comprender o descubrir por lo oculto que está o por que no tiene una explicación racional.
Quizá lo que buscamos no es tan misterioso y si podemos encontrar las respuestas, pero…
¿Qué beneficio obtendrás de saber el sustento científico del agua solarizada, o de averiguar como funciona la herencia genética, o de saber cuantas estrellas hay en el sistema solar, si al final de toda esa información no has obtenido paz?
Si para satisfacer nuestros pequeños egos, tratamos de entender la vida racionalmente, no solo, nos llenaremos de más interrogantes, sino que seguiremos fortaleciendo la mente, que es casualmente ella, la que nos confunde.
En la sabiduría védica, a la mente se la representan como a una serpiente que nunca avanza directo en su camino, sino que se mueve de costado en forma engañosa.
Por eso se dice que, a la mente hay que diluirla poco a poco, hasta que solo quede consciencia.
Es muy bueno, hacernos preguntas como: ¿Quién soy?, ¿De donde vengo?, ¿a dónde me dirijo?
Porque en la búsqueda de esas respuestas profundizaremos en el conocimiento de nosotros mismos.
En ho´oponopono nos dicen que la meta es llegar al cero, a volver a ser limpios de memorias, y listos para unirnos con el absoluto.
Cada memoria que se limpia, es como ir sacando hilo por hilo de una tela, hasta que ésta desaparezca.
Bueno, esa meta se nos dificulta cuando en nuestro afán de buscar las respuestas adecuadas, nos llenamos de información y no de conocimiento.
La información va a engrosar las memorias y el conocimiento es el producto de la inspiración.
Eso no quiere decir que tanto tu como yo, al andar por el camino de la indagación, lo hayamos hecho inútilmente, para llegar a este punto, eso fue necesario, pero esa etapa ya pasó.
Créeme, el Ho´oponopono combinado con el conocimiento de nosotros mismos es casi haber llegado a la meta.
Quizá la forma de trabajo que yo realizo y que comparto contigo no sea ho´oponopono absoluto y puro, no, no lo es, cuando el ho´oponopono llegó a mi vida ya yo tenia mas de veinte años en una sola disciplina, y sumé, el ho´oponopono a la practica que ya venia realizando, por experiencia propia se, que si buscamos soluciones mágicas, no estamos en el camino correcto, el ho´oponopono no es magia, es el producto de una disciplina y para mantener esa disciplina es que yo comparto contigo mis experiencias.
Ese método, me ha funcionado y estoy en el estado de paz, más firme y duradero que he tenido en mi vida.
No he llegado a la meta y por eso sigo trabajando y compartiendo
Cuando yo comencé en este camino, fueron muchas las personas que trataron de atemorizarme, diciéndome que tuviera cuidado con estar siguiendo al maestro equivocado, en realidad esta es una forma suave de decirlo, porque sus advertencias eran mucho mas drásticas y atemorizantes.
Y mi respuesta siempre fue la misma: si la enseñanza que estoy recibiendo, me dice que viva en verdad, en rectitud, en no violencia, en amor y paz.
No dudo, seguiré esa enseñanza.
Luego en el camino conocí a muchas personas y cada una con una forma diferente de creer.
Muchas de ellas buscaban respaldo científico a todo. Para ellas el camino se les hizo muy difícil.
Si tu eres una de ellas, no te resistas a esa forma de ser, solo entrégasela a la Divinidad, sin expectativas, sin explicaciones solo entrega tu curiosidad intelectual y sigue adelante, Dios se encargará de hacer la transmutación.
“Dios es inescrutable. No puede ser percibido en el mundo exterior, objetivo; está en el corazón mismo de todo ser. Ustedes alaban a Dios como omnipresente, omnisciente y omnipotente, pero ignoran Su presencia en ustedes mismos. ¿Quién puede afirmar que Dios es esto o lo otro? ¿Quién puede afirmar que Dios no es de esta forma o con este atributo? De la vasta extensión del océano, cada uno puede recoger sólo la cantidad de agua que pueda contener el recipiente que lleva a la orilla. En base a esa cantidad, poco se puede apreciar de aquella inmensidad”. SSB
Hoy recuerdo al maestro más austero, fue aquel, que me hizo entender, la forma de cómo nos llenemos de información irrelevante, el Maestro Ratan Lal, el era un hombrecito muy pequeño, casi parecía un duende, muy viejo y muy sabio, vestía la ropa tradicional hindú y a pesar de encontrarnos en el caluroso sur de la India, abrigaba su cabeza con un gracioso ¡gorrito de lana¡.
Nos sentábamos a sus pies a escuchar sus enseñanzas, y temerosos de hacer las preguntas incorrectas, porque su respuesta podía ser implacable.
El nos decía; “si eres un doctor asegúrate de estar al día de los últimos adelantos en medicina, si trabajas en una oficina, entérate de todo lo referente al trabajo que realizas, pero si tu curiosidad, va a quién esta enamorada de quién, quién se divorció o se casó: estás llenando tu mente de lastre, el mismo que no dejará espacio para lo que verdaderamente importa”
Ahora entiendo que mientras más me entretengo en saber lo que sucede en el exterior, menos trabajo con lo que realmente importa: Mi mundo interior.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi curiosidad intelectual, para que Tú, la transmutes en luz.
Dirígeme a preguntar sólo aquello que me conduce a Ti.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana María
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”