Quiero comenzar este nuevo articulo agradeciendo a todos y cada uno de ustedes, en primer lugar por leerlo y también por sugerirme temas para tratar. Eso me ayuda a trabajar conmigo misma y poder compartir con ustedes ese trabajo.
Con la práctica constante del Ho´oponopono cada vez me vuelvo mas tolerante y espero que también que menos impaciente, esto ultimo me cuesta mucho.
¿Cual es la diferencia entre ambas?
La intolerancia va dirigida a las personas y a las situaciones y la impaciencia tiene que ver con el tiempo. Puedo ser intolerante ante la manera de ser de determinada persona, como puedo ser impaciente cuando no recibo lo que quiero rápidamente; como puedo ser impaciente e intolerante ante la impuntualidad!!.
En ambos casos es una reacción infantil.
Uno de mis Maestros me enseñó, que todos nacemos dentro de un circulo rojo de egoísmo total, de bebés, somos impacientes, intolerantes, dependientes, demandantes, culposos, temerosos y manipuladores.
Al madurar de manera saludable, vamos aprendiendo a ser responsables, envolvemos ese circulo rojo en uno mas grande y vasto de color azul, el color de amor incondicional y la sabiduría.
Compartimos, somos solidarios, tolerantes, pacientes, no miedosos, si cautelosos -ya no culposos. Podemos reconocer que nuestras faltas fueron “errores de calculo” y nos perdonamos.
Aprendemos a pedir y entregar.
Dar y recibir amor en reciprocidad.
¿Que sucede cuando las cosas no salen como yo quiero y aparecen de inmediato la intolerancia y la impaciencia?
¡Volví a mi estado infantil ! -¡al circulo rojo nuevamente!
Este proceso de la inmadurez a la madurez emocional es aprendido y cuando practico Ho´oponopono el aprendizaje se da de forma natural.
Comienzo haciéndome responsable, la responsabilidad viene desde el amor.
Esa sola elección, el elegir ser 100% responsable, sienta la base firme para la transmutación, al ser 100% responsable estoy aceptando que lo que sea que estoy viviendo es re-creado desde alguna de mis memorias.
“A lo que me resisto, persiste, lo que acepto se transmuta”
¿Cómo estregarle a la Divinidad, lo que quiero sea transmutado, si primero no lo he aceptado como mío?
Recuerdo que: es tonto que espere resultados diferentes, cuando sigo haciendo lo mismo.
La diferencia siempre la hace en primer lugar la aceptación, seguida por la entrega a la divinidad para la transmutación.
Mahatma Gandhi dijo alguna vez:
“He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar sólo a una persona y esa persona soy yo mismo, y sé cuan difícil es conseguirlo”
Yo soy y he sido siempre una admiradora de Gandhi pero hoy me atrevo a parafrasearlo diciendo:
“ He entregado a la Divinidad mi necesidad de mejorarme a mi misma, ya que soy a la única que puedo cambiar y se cuan fácil será, si mi entrega es verdadera”
Lo siento, perdóname
Te amo
Gracias
Ana María
LPDY
Tolerancia y Paciencia
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