Sé que lo que pienso genera en mí, lo que siento, los pensamientos que
se desarrollan en mi cabeza, me producen sensaciones y esos pensamientos
que tengo siempre están sustentados por mis memorias. Sólo puedo pensar en
lo que tengo almacenado en mi memoria.
Si mis pensamientos me están produciendo sentimientos desagradables y
éstos a su vez me mantienen en estado de ánimo negativo, es momento de
pensar en cambiar esta secuencia que nada bueno aporta a mi vida.
¿Qué es un estado de ánimo?
El estado de ánimo no llega a ser una situación emocional, no es algo
que podamos describir con precisión, es más bien una forma de estar o
permanecer, que puede ser pasajera o tener una larga duración.
Mi abuela Alejandrina tenía una forma de describir cuando estaba sintiéndose
disconforme sin saber por qué, ella me decía “hay hijita, es que no me hallo”.
Hoy cuando recuerdo esto, me doy cuenta de lo precisa que era su
descripción, se sentía perdida dentro de si misma, no hallarse, es no estar
conectada con tu verdadero ser, con tu YO SOY, estar a la deriva…
Los estados de ánimo se podrían comparar con las olas del mar, tienen una
variación constante, según los vientos y las mareas, pero en el fondo el mar
siempre se mantiene en calma. Eso vendría a ser la conexión con el YO SOY.
De la misma manera nuestros estados de ánimo pueden variar de acuerdo a
los acontecimientos, ya depende de nosotros, del conocimiento que tengamos
de nosotros mismos para mantener un estado de ánimo bien equilibrado.
No oscilar entre la euforia y la depresión, sino encontrarse siempre en el justo
medio, que vendría a ser la serenidad.
Nos referimos al estado de ánimo como el “humor”, “estoy de mal humor”,
podríamos decir, o “estoy de un excelente humor”…
“Según algunos psicólogos como Robert Thayer, el estado de ánimo es
una relación entre dos variables: energía y tensión. Según esta teoría, el
estado de ánimo fluctuaría entre un estado energético (de más cansado
a más activo) y un estado referido al grado de nerviosismo (entre más
calmado o más tenso), considerándose el mejor un estado calmado-
energético y el peor un estado tenso-cansado” WordPress
Si observamos esta teoría, veremos que el estado calmado- energético es el
favorable.
La energía en Ho ́oponopono la tomamos de la respiración “Ha”, para los
hawaianos la energía que tomamos con la respiración se llama “Mana” y si
hacemos acopio de mana antes de la oración de entrega “te amo, gracias”, la
oración se potenciará tremendamente, pero también nos proveerá de mayor
energía.
Siguiendo con los estados de ánimo, podríamos decir que cada estado influye
en las cosas que hacemos y en la creatividad.
Cuando estamos en un estado de ánimo positivo estamos abiertos a la
inspiración y podemos ser muy creativos.
Podríamos decir que el uso de memorias negativas, nos genera pensamientos
negativos y éstos a su vez generan nuestros estados de ánimo.
La inspiración Divina llega a nosotros por los pequeños espacios vacíos, en
donde no hay una memoria.
La diferencia entre las memorias y la inspiración es que la inspiración es
siempre nueva y las memorias están gastadas, ya han sido usadas una y otra
vez.
Entonces cuando nos mantenemos entregando y limpiando memorias, cada vez
son más amplios los espacios que se liberan y dejan entrar a la inspiración, y
con ello nos mantenemos llenos de luz.
En ese estado no hay los cambios bruscos de estado de ánimo, que son muy
perjudiciales.
Nuestro estado de ánimo afecta a quienes nos rodean. Si convivimos con
alguna persona que tenga estado de ánimo inestable, lo podremos
comprobar. En todo caso esto también, es fruto de nuestras memorias.
Siempre es saludable y necesario tener en cuenta que sea lo que sea que está
en nuestra realidad primero es adentro y luego se manifiesta fuera de nosotros.
Un buen estado de ánimo, es el reflejo de un buen equilibrio emocional, físico y
espiritual.
El entrenamiento para cambiar nuestro estado de ánimo de negativo a positivo
es con el método que ya conocemos.
Reconocer, admitir y corregir.
Primero reconocemos que estamos experimentando un mal estado de ánimo.
Luego admitimos que ese estado es fruto de alguna memoria negativa
que hemos activado.
¿Qué memoria? difícil saberlo, ya que cada segundo estamos utilizando
quince millones de memorias diferentes.
Lo único que podemos comprobar es que si activo memorias negativas, mi
realidad se torna dolorosa.
Finalmente corregimos, y ¿cómo lo hacemos?, primero entregando: “ Dios mío
te entrego aquello que hay en mí, que está ocasionando este mal estado de
ánimo”.
Para terminar con un “Te amo, gracias”.
Si te das cuenta en ningún momento me he resistido, y es allí en donde radica
toda la eficacia del Ho ́oponopono, dice el principio:
“A lo que me resisto, persiste, lo que acepto se transmuta”.
En la aceptación y la gratitud se produce el cambio. El secreto más hermoso
que se nos ha mostrado, es que nada está equivocado y cada experiencia
tiene un” para qué” y ese “para qué” es el motor que nos empuja a ser cada
día mejores, es por eso que agradecemos, y cada vez que agradecemos
purificamos lo que sea que estamos viviendo.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todos mis pensamientos paralizantes y tormentosos, para que Tú, los transmutes en luz.
Enséñame a mantenerme estable y creativa, orientada al servicio y la alegría.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
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