EN LO PROFUNDO

Todo fiero león esconde en las profundidades el miedo.

 Alguna vez has oído decir que no hay nada mas peligroso que una fiera herida, y la razón es que la fiera se siente disminuída, y es por eso que al sentirse expuesta y en peligro, su ferocidad aumenta.

 Las personas iracundas, explosivas, autoritarias y controladoras, en realidad se sienten disminuidas y es por eso que guardan mucho temor en las profundidades de su mente.

 Todos, hemos sido o somos presas del miedo, pero cuando el trabajo que hacemos con nosotros mismos va mostrando sus avances, entonces hay aspectos de nuestra personalidad que se van modificando para mejorar, y al entendernos a nosotros mismos, también podremos entender a los demás.

 Puede ser que seamos sarcásticos, y las personas de nuestro entorno festejen nuestro negro sentido del humor, pero debajo de eso hay temor y mucha rabia escondida.

 El perfeccionismo y la critica constante también esconde temor.

 La observación de nosotros mismos es la mejor ayuda, detener la critica en el dialogo interno, nos llevara a no traerla a nuestra palabra.

 Dejamos de ver los bueno en general, para fijarnos en el detalle equivocado, es muy triste llevar una vida con nuestra atención fija en el detalle equivocado.

 Una vez más quiero recordar que “Allí donde va mi atención, va mi energía”

 Muchas cosas pueden estar fallando y podemos corregirlas sin perfeccionismo, pero que nuestra atención vaya siempre a lo bueno, y lo bueno se fortalecerá.

 En el caso de las personas iracundas; las explosivas y las silenciosas, ¡Si, las hay silenciosas!.

Porque, aunque una persona no haga grandes alardes de ira, no quiere decir que no sea iracunda, muchos de los malestares y enfermedades son causadas por la ira silenciosa: La depresión, gastritis, presión alta, dolores articulares etc.

 La depresión es ira congelada, la gastritis es ira no digerida, la presión alta es ira circulante, los dolores articulares son golpes contenidos.

 Pero invariablemente detrás de todos ellos hay un ser desvalido lleno de temor y en estado de victimización.

 Que te recuerdan frases como: “ya no puedo más”, “es que no te entiendo”, “Estoy tan tensa y preocupada”, “Tuve que contenerme para no responder”

 Creo que si que las reconozco y que también en gran parte de m vida sufrí sus consecuencias.

 La ira que se esconde en lo profundo, habla con cada uno de los síntomas y las molestias que se nos puedan presentar.

 La tradición hawaiana dice: “si estás molesto por más de tres días, la enfermedad vendrá”

 Siempre detrás de la ira, hay miedo a perder, perder el respeto, perder el control, perder la atención de los demás, etc.

 Y nuestro miedo escondido y pocas veces confesado, es el miedo a la muerte.

 Cuando creemos que somos el cuerpo y nos identificamos con el y sus cinco sentidos, el miedo a la muerte es un compañero silencioso.

 En cambio cuando la relación con nosotros mismos se hace mas profunda, nos damos cuenta que el cuerpo y sus sentidos son un instrumento y que nuestro verdadero SER, es eterno e inmutable, entonces ese miedo desaparece para dejar en su lugar al amor.

 Las memorias de ira son el detonador de muchas situaciones dolorosas, y la solución no está en controlar la ira, porque si lo hacemos, en lugar de explotar, tendremos una implosión.

 Lo ideal, sería no llegar a la ira, y para eso, el tomar el cien por ciento de responsabilidad es indispensable.

 El aprendizaje se hace poco a poco, y experimentando los resultados nos fortaleceremos para seguir en el camino.

 Gracias al ho´oponopono hemos aprendido, que sólo podemos reconocer aquello que esta en nuestra memoria, y es por eso que somos responsables de todo lo que está en nuestra realidad.

 Entonces, tomando en cuenta esa enseñanza, cuando nos encontramos con una persona iracunda, lo correcto es preguntarnos: ¿qué hay en mi, que está trayendo a mi realidad esta persona iracunda?.

 Solo podremos reconocer la ira, si la memoria está en nosotros.

 La única manera de apartarnos de esa situación es limpiando en nosotros toda memoria de odio, celos, ira y violencia.

 El lema de Morrnah siempre fue “La paz comienza conmigo”

 Entonces ya tenemos la clave, lejos de criticar y juzgar hacia fuera, comencemos por buscar dentro de nosotros mismos la serenidad.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de ira, para que Tú las transmutes en luz.

 Ayúdame a tomar la responsabilidad por la creación de cada una de mis experiencias.

 ¡Y así se ha hecho!

 
Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”