Gracias, Gracias, Gracias
La gratitud fluye en todo momento y ante cada hecho de la vida, todo es motivo para agradecer, el estado gratitud es constante.
Al igual que tú, que estas leyendo esto, soy instrumento de lo Divino, ¡siempre!, pase lo que pase.
La divinidad, está llevando a cabo su obra. Entender eso me alivia grandemente de la carga que a veces creo llevar sobre mis hombros cuando me siento “hacedora”, no estoy sola, tengo un poder superior sustentándome y trabajando conmigo, en mi, a mi lado, delante de mi y detrás de mi. ¡Que maravilla!
Eso no quiere decir dejar de hacer el esfuerzo, pero entendamos: el esfuerzo es nuestro, el resultado es de la Divinidad
Tu y yo, somos instrumentos, herramientas en Su maravillosa obra, por eso es tan importante desapegarnos
¿Qué quiere decir desapegarse?
Quiere decir que la gratitud debe estar presente siempre, si tengo grandes posesiones y comodidades, ¡OH maravilla! Estonces agradezco y las disfruto!
Si ya no las tengo y mis comodidades son pocas, igual, disfruto lo pequeño, lo cotidiano
¡agradezco y disfruto el solo hecho de existir!!
Recordemos lo que dice Khalil Gibran en “El Profeta”.
“La fuente de donde calmas tu sed, fue llenada con tus lagrimas”
Eso quiere decir que aquello que nos da mayor felicidad también nos trae el mayor dolor.
Entonces ¿cual es la formula, para no sufrir?: Desapegarnos y agradecer
Nos pasamos la vida en actitud de victimas pidiendo a Dios, ¡cambiemos eso! y llenemos nuestra vida de ENTREGA A DIOS
Hay una gran diferencia ¿no?
Pasar de pedir, a entregar…
Tal vez tú, al igual que yo, has aprendido técnicas diversas, en la mayoría de ellas nos enseñaron que nosotros podíamos hacer esto o aquello, y así, nos sentimos poderosos y soberbios, pero estoy segura que esa sensación no fue lo suficientemente duradera y pasamos a buscar otra y otra, en cambio cuando por fin lleguemos a la entrega: la paz en nuestra vida será estable, presente, constante…
Trabajemos en : VER LO BUENO, OIR LO BUENO, HABLAR LO BUENO.
Este trabajo es importante desde el momento en que tomamos conciencia de que todo lo que entra por nuestros sentidos alimenta a nuestro subconsciente (niño interior, unihipili) que es el almacén de datos de donde tomamos nuestras memorias para ser utilizadas.
Hemos dejado de repetir una y otra vez esas historias de cosas que “nos” sucedieron, ahora, recordamos, que las cosas no nos suceden, nosotros las repetimos desde nuestras memorias.
Hemos tomado el 100% de responsabilidad y solo repetimos en nuestro pensamiento “Te amo, gracias” y así estamos ayudando a limpiar nuestras memorias negativas y las del resto de la humanidad
Finalmente te recuerdo que siempre estoy publicando artículos nuevos en Web para orientar mejor nuestra practica
Te amo
Ana María Araníbar de Gallo
LPDY Noviembre 2012