“ La gratitud es el espacio sagrado en donde aceptas que existe una fuerza aún mayor que tu ego, y ella está siempre trabajando y es siempre disponible”
Wayne Dyer
Agradecer, Agradecer, Agradecer, cada respiración es un motivo de gratitud, ¡existo, estoy acá! y las posibilidades son infinitas. ¿Para qué pensar en lo negativo? Cuando hay tanto bueno y hermoso, para agradecer y por venir?.
El tercer principio Huna, es Makia y dice: “Allí donde va mi atención va mi energía” , este principio es tan lógico y comprobable que basta con ver como crece una plantita a la que prodigo cuidados o como se embellece la mascota que lleno de amor, mientras en algún lugar de la casa o la oficina algún objeto olvidado se cubre de polvo y se deteriora hasta desaparecer.
Pienso:¿que puedo decir entonces sobre la atención y amor que me doy a mi misma- a mi niña interior? Si yo soy quien crea mi realidad!
Si me enfoco en lo bueno, lo bueno crece, cuando mi salud se deteriora me enfoco en mi fuerza, creo en mi, creo en la Divinidad mostrándome algo que debo limpiar y que se me estaba escapando, y agradezco.
Yo se que hay momentos de perdida, perdida de seres queridos, de amores, de proyectos.
Si, hay momentos de perdida. Y también puedo agradecer. Agradecer por haber tenido el privilegio de vivir a lado de aquellos que se fueron, tuve la oportunidad de amar , la ilusión de esperar lo venidero. Por todo es eso ¡Gracias Dios Mío!
Siempre habrá algo para agradecer.
Y así se desenvuelve mi vida, dependiendo en donde ponga mi atención.! Hay luz o hay sombra!… Yo me pregunto, ¿Si sé, que las cosas son así, para qué pongo mi atención en lo que no me gusta? Eso es comportarme como tonta sin serlo, ¿no?
¿Qué hace que no pueda agradecer? El egoísmo infantil, ese estado del que ya he hablado, ese circulo rojo que nos rodea en la primera infancia, de demandar, depender, exigir, ser intolerantes y temerosos. El negarme a aceptar que! las cosas no siempre tienen que ser como yo quiero!.
Saldré del circulo rojo y comenzare a vivir en la etapa del aceptar, del dar, del agradecer, del bendecir…del amor incondicional en donde, doy por el hecho de dar, sin esperar ninguna retribución porque al dar me siento plena.
Me repito, una y otra vez las enseñanzas, y al repetirlas voy calando en mis barreras mentales , una y otra vez me repito y medito en la enseñanza, hasta que sea parte de mi, porque se que si comienzo a practicar a cabalidad, uno solo de los siete principios, todos los demás lo seguirán y fluirán de manera total en mi vida.
Acompáñame, solo enfócate conmigo en lo bueno, veamos lo bueno, hablemos lo bueno, hagamos lo bueno y agradezcamos sin parar!
Gracias por tu interés, gracias por estar allí, gracias por compartir y gracias por que tu y yo compartimos la misma luz.
Gracias
Ana María