Una iniciación es el primer momento, el inicio de una cosa, de una
situación o de una forma de vida.
En la antiguedad se otorgaban las iniciaciones en los templos, y sólo los
sacerdotes o los maestro espirituales podían iniciar al discípulo en el
conocimiento de las verdades ocultas.
De esa práctica se derivan muchos de los rituales de las diferentes
comunidades espirituales, los sacramentos de la iglesia católica por ejemplo
son iniciaciones de las diferentes etapas de la vida.
Antiguamente el maestro daba al discípulo la iniciación, luego de que éste
hubiera cumplido con severas rutinas y disciplinas extenuantes, hoy la
humanidad está viviendo un momento único y se nos da la iniciación de
manera simple, como nunca antes se había visto.
Una iniciación no sirve de nada, si quien la recibe no pone en práctica las
enseñanzas que recibe con ella.
Un maestro espiritual al que admiro mucho es, Jose de Triguerinho, habla de los
autoconvocados, es decir que nos convocamos por voluntad propia al buscar e
investigar sobre el conocimiento espiritual, no sólo eso, sino que la iniciación
puede hacerse de manera individual sin necesidad de un Maestro físico.
Hoy tenemos acceso a todo lo que se consideró oculto en otros tiempos.
Sin ir muy lejos el Ho´oponopono era transmitido sólo por los Kahunas (Kahuna
significa : el guardián del secreto), hoy tenemos ese secreto abierto y
descifrado para nosotros.
Cada taller de Ho´oponopono es una iniciación a una forma nueva de vida en
donde nos hacemos responsables y nos liberamos para siempre de la
victimización.
Siempre somos nosotros quienes elegimos, el libre albedrío es una
característica implícita en el ser humano. Podemos elegir seguir en la oscuridad
del ego, que no es otra cosa que la identificación que hacemos de nosotros
mismos como si fueramos un cuerpo, o seguir la luz del espíritu que es nuestra
verdadera naturaleza, lo cierto es que somos seres espirituales haciendo uso
de un cuerpo para nuestra realización.
Cuando traducimos la palabra Ho´oponopono, decimos que significa hacer
correctamente lo que es correcto, es decir rectitud.
Es importante entender qué es la rectitud, y es cumplir con tu naturaleza.
Entonces tenemos que nuestra naturaleza verdadera es ser una parte de Dios,
somos gotas de divinidad y nuestro destino es fundirnos en esa divinidad.
Pero, todo lo existente tiene su rectitud, por ejemplo la rectitud de un virus del
resfrío es resfriarte, la rectitud de una espiga de trigo es alimentarte, la rectitud
de la luz es alumbrarte.
Es por esta razón que cuando practicamos el Ho´oponopono, no vamos “en
contra de”, sino que aceptamos y entregamos para su transmutación.
Si estoy resfriada, primero agradezco el resfrío, ya que está cumpliendo con su
acción correcta, y luego lo libero y me libero entregándolo a la Divinidad para
que sea transmutado.
Estamos INICIÁNDONOS en este conocimiento, en este estado de aceptación
constante, es un estado elevado de consciencia.
Somos todos autoconvocados, es por voluntad propia que estamos recorriendo
este camino en busca de la paz.
Sólo necesitamos hacer pequeños ajustes para seguir avanzando. Entender
que no existe nada equivocado, todo es parte de un gigantezco plan de
perfección en donde lo aparentemente imperfecto juega un papel importante
también.
Criticar es ir “en contra de”, no nos deja avanzar, nos separa y nos distrae, el
trabajo siempre es interno, volver una y otra vez a mí, y no confundamos esta
práctica con el egoismo.
Egoismo viene de EGO, el ego es creer que mi cuerpo con sus cinco sentidos y
todas sus limitaciones son mi verdadero ser. Entonces el egoismo está
orientado a satisfacer esos sentidos y apegos. Nos separamos, tomamos
distancia, no nos identificamos como parte del TODO.
Cuando trabajo conmigo misma para ser mejor y desarrollar mi VERDADERO
SER, estoy orientando mi esfuerzo al avance espiritual que me lleva a
reconocer que tú y yo somos miembros del mismo cuerpo, que entre tú y yo no
hay diferencia y que estamos unidos y conectados por la misma existencia.
Allí no hay egoismo porque sólo encontraremos UNIDAD.
La iniciación que estuvo oculta por miles de años, hoy está acá a nuestro
alcance, ya depende de tí o de mí aceptarla y practicarla. Iniciémonos en
unirnos como un solo ser.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego toda memoria equivocada para que Tú, la transmutes en luz.
Enséñame a aceptar todo y una vez aceptado entregártelo para que
lo purifiques.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
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