TU CASA, ES TU CUERPO GRANDE


(…)Háblanos de las casas.

 

VUESTRA CASA ES VUESTRO MÁXIMO CUERPO. ¿Tenéis paz? ¿tenéis

recuerdos? ¿tenéis belleza? Vuestra casa no será un ancla sino un mástil.

 

Porque aquello que habita en vosotros de infinito habitará en ellas.

 

                               “El Profeta” de Khalil Gibran

 

 

Cuando el doctor Ihaleakala Hew Len, relata su trabajo en el pabellón especial

de la cárcel de Hawaii, hace hincapié en el estado del lugar, en donde las

paredes se descascaraban cada vez que eran pintadas, las cañerías

reventaban y él cuenta que ese era también el estado de las personas que allí

habitaban.

 

Esto no hace sino afirmar como dice el párrafo de inicio que nuestra casa es

nuestro cuerpo grande, así como es el lugar donde vivimos así estará nuestro

propio cuerpo.

 

Eso nada tiene que ver con la situación económica, sino con el estado interno

de cada uno.

Un recuerdo muy agradable que guardo, es cuando iba con mi madre a la

casa de su zapatero, este hombre vivía con su familia en un solar compartido

por varias familias de escasos recursos.

 

Bueno, las visitas a este zapatero eran para mí un motivo de admiración.

El lugar en donde trabajaba era al mismo tiempo , taller, casa, cocina y

dormitorio.

 

Su esposa cocinaba para dar almuerzo a gente que trabajaba cerca de alli,

mientras él , cortaba y armaba los zapatos en una esquina de este lugar

multifunción.

 

El piso era de tierra asentada, y lo mantenían siempre muy limpio, las ollas de la

cocina de la señora, brillaban, todo estaba en un orden perfecto, no faltaba un

pequeño jarrón con flores y siempre eramos agasajadas con un vaso de algún

delicioso refresco, todo era como lleno de luz.

 

El hijo mayor era el encargado de cortar las suelas para los zapatos que hacia

el padre, y por las noches estudiaba Derecho. Este mismo muchacho llegó a

ser un juez muy reconocido.

 

La alegría que se respiraba en ese lugar me atraía y lo admiraba.

 

En esa casa no había escasez, aunque no fuera un lugar lleno de

comodidades, la actitud de cada uno de sus miembros era abundante.

 

El entorno de cada uno de nosotros, no es más que la reacción, reflejo y

resonancia de nosotros mismos.

 

Cuando en los talleres de abundancia, revisamos las memorias de carencia

que tenemos activadas, puedo ver la sorpresa dibujada en los rostros de los

participantes, cuando descubren que la carencia vive primero en el

pensamiento.

 

Paralelamente al caso que te acabo de relatar, conocí otro caso de una familia

de abundantes recursos que vivía con la carencia como su compañera.

 

Tenían un departamento de lujo en la avenida más cara de Lima, llena de

alfombras persas y objetos valiosísimos, pero nunca recibían a nadie.

 

La dueña de casa tenía señalados como pasadizos por donde se podía

transitar, para que no se deterioraran las alfombras!!

 

¿Es eso abundancia o escasez?  

 

Estos dos casos no son motivo de crítica, sino que nos pueden ayudar para la

observación de nosotros mismos…

 

Como podrás ver no es la situación económica, sino la situación interna de

cada uno de nosotros lo que hace que vivamos en abundancia o escasez.

 

¿Cómo está mi casa, cuán acogedora puede ser?

¿He aprendido a compartir, o vivo atemorizada a perder lo que tengo?

¿Cómo está el orden y la limpieza en los rincones que nadie ve?

¿Cómo está el orden y la limpieza en los rincones de mi corazón?

 

La abundancia es una vibración con la cual podemos sintonizarnos, pero para

eso será necesario reconocer, admitir y limpiar todas las memorias de carencia

que tenemos activas y que nos desarmonizan.

 

Hoy observaré todo de mí, mis pensamientos, mi casa, mi trabajo y mi entorno

en general, y reconoceré cómo mis memorias activas se ven reflejadas en mi

realidad, hecho así, corregiré, limpiaré y las entregaré a la Divinidad para que

sean transmutadas en luz.

 

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te

entrego todas mis memorias de envidia, egoismo, temor y carencia,

para que Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a compartir sin temor a perder.

 

¡Y así se ha hecho!
 

 

Lo siento, por favor perdóname
 


 

Te amo,  Gracias

 

 
Ana Maria
 

 

 

Aloha  Ke Akua


“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”