INTUICIÓN

Cuando en Ho´oponopono hablamos de los tres estados de consciencia,

nos estamos refiriendo a tres tipos de vibración distinta.

 

La consciencia o La Madre-Uhane, es la que vibra de manera más

densa, más pegada al cuerpo y sus sentidos y la que ejerce el libre

albedrío haciendo una elección constante ya que está sumergida por

completo en el mundo dual. Para la consciencia siempre habrá bueno y

malo, blanco y negro, etc.

 

El subconsciente- El Niño-Unihipili, tiene una vibración mucho más

elevada y maneja toda la información tanto material cuanto emocional, es

el subconsciente el que nos crea un marco de referencia para la realidad

que vivimos, pone los límites, límites que en realidad no son reales, pero

nuestro subconsciente siempre nos hará creer que sí lo son.

 

El supraconsciente, El Padre-Aumakua, es el alma individual, es nuestro

verdadero ser, el YO SOY, y su vibración es muy alta, siempre está en

estado de serenidad y en unidad absoluta con todo lo creado, el

Supraconsciente está siempre conectado al Absoluto.

 

Cuando nuestro consciente y subconsciente se unen al Supraconsciente,

sentiremos cambiar nuestra vibración y los límites se diluyen, estamos

conectados con todo lo existente. En este nivel es que ocurre la intuición,

tocamos la realidad más alla de lo físico.

 

Pero, aún hay un paso más avanzado , cuando el Supraconsciente se une

a la Fuente, a lo Absoluto, entonces llegaremos a la iluminación, en este

estado ya nada nos es ajeno.

Esto no quiere decir que cada estado esté limitado detrás de muros

infranqueables, no, todo lo contrario, nos movemos ondulantemente

dentro de los tres estados de consciencia durante todo el día.

 

Claro que si nuestras actividades son totalmente mundanas y frívolas,

nuestros momentos de alta vibración serán menos frecuentes.

 

Mientras más apegos materiales y más densos sean éstos, estaremos

mucho más tiempo ubicados tan sólo en la consciencia, ejerciendo un

libre albedrío muy limitado ya que estaremos influenciados por el

entorno.

 

Todos los seres humanos tenemos intuición y momentos de iluminación,

la diferencia está en la frecuencia en que ellos suceden.

 

A mayor contacto con el Yo Soy, mayor intuición , y la iluminación llega

con mayor frecuencia cuando nos mantenemos en ese contacto.

 

La iluminación es siempre nueva, fresca, viene directo de la fuente, la

diferencia con las memorias es que las memorias son muy gastadas, han

sido usadas innumerables veces, cuando una iluminación se pone en

práctica o se materializa, se convierte en una memoria positiva sí, pero

memoria al fin y al cabo.

 

Cuando practicamos el Ho´oponopono, nos mantenemos limpiando

memorias constantemente, es por eso que al comenzar a repetir “Te

amo, gracias” una y otra vez de pronto nos sentimos más ligeros y más

conectados.

 

Los primeros conocimientos sobre el Ho´oponopono, nos abren y señalan

el camino, cuando comenzamos a trabajar de manera más precisa con

nuestro Niño Interior, descubrimos que hay un sinfín de posibilidades, eso

nos lleva a sincronizarnos con la abundancia de la creación y recuperar

nuestro verdadero estado.

 

La intuición muchas veces nos señala o advierte el camino, y aprender a

reconocerla es importante, en cambio la iluminación nos da una

comprensión total, mientras que con la intuición aún nos mantenemos en

el camino de la dualidad, entre “esto o aquello”, con la iluminación

entramos en la unidad en donde nada nos es ajeno.

 

Llegar a la iluminación, es un camino largo y fascinante, es el propósito

de nuestra vida, ¡saber quiénes somos!.

 

Para eso es necesario dejar, confiar y aceptar.

 

Los grandes maestros han sido seres iluminados que fueron

perseverantes en su búsqueda y se dejaron guiar, confiaron y

aceptaron su destino e identidad Divina.

 

Lo maravilloso es que con una heramienta de simple uso como lo es el

Ho´oponopono, podemos llegar a niveles que en la antigüedad sólo fueron

reservados para los sabios y yoguis que hacían grandes austeridades

hasta alcanzar la iluminación.

.

Seguiré limpiando memorias, a cada momento en cada situación,

dejándome llevar por mi intuición hasta alcanzar la iluminación.

 

Que tengamos paz, más alla de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno.

Te entrego todos mi bloqueos y apegos para que Tú, los transmutes

en luz.

Abre mi intelecto y mi subconsciente para que puedan escuchar tu

voz.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 
Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

DISCIPLINA

Se conoce como disciplina a la capacidad que puede ser desarrollada

por cualquier ser humano y que implica, para toda circunstancia u

ocasión, la puesta en práctica de una actuación ordenada y

perseverante, en orden a obtener un bien o un fin determinado.

 

La disciplina bien orientada va siempre acompañada de paciencia,

tolerancia, clemencia y constancia.

 

La disciplina sin paciencia se torna en compulsión

La disciplina sin tolerancia se torna en fanatismo

La disciplina sin clemencia se torna en dictadura

La disciplina sin constancia no puede subsistir

 

Muchos estamos familiarizadas con la palabra Yoga, y siempre la

relacionamos con una práctica física.

 

En realidad la palabra sánscrita Yoga, significa simplemente

DISCIPLINA.

 

Hay innumerables formas de yoga, pero uno de los yogas más sublimes

es el Prema Yoga.

“Prema” es el nombre sánscrito que se le da al amor verdadero, al amor

sin apego, ese que se da naturalmente sin ningún condicionamiento.

 

Es en el amor verdadero que se encuentra la compasión, la gratitud y el

perdón, es por eso que el Ho´oponopono nos lleva suavemente y sin

grandes complicaciones a practicar esta disciplina en nuestras vidas.

 

Cuando aprendamos a no juzgar y no criticar, y a aceptar que sea lo que

sea que estamos viviendo lo estamos creando nosotros desde nuestras

memorias de miedo, dolor y rabia, entenderemos que el error está en

nosotros y que así como cometimos el error, también lo podremos

reparar.

 

Esta disciplina de amor, es silenciosa, suave, no se expone como en

una vitrina, ni hace alarde de sus logros.

 

La intimidad que conseguimos tener con nuestro “Yo Soy” y por lo tanto

con la Divinidad, es la más que queremos preservar.

 

Es un amor único, una relación íntima, pudorosa y completa, a más

profundidad, menos exposición.

 

Recuerda que cada vez que alardeamos de nuestra felicidad, de lo

maravillosa que es nuestra relación, de lo perfectos que son nuestros

hijos, del cariño de nuestra pareja, o de lo que sea que queramos

demostrar, eso no es verdadero.

 

Hay un viejo dicho que reza: “Dime de qué presumes, y te diré de qué

careces”.

 

Basta que necesitemos demostrarlo para que sea algo que realmente no

estamos viviendo.

 

Muchas veces escuché a mi maestro decir :

 

“Haz de tu vida una rosa que hable silenciosamente, con el lenguaje

de la fragancia”.

 

(…)Entonces volvamos a la disciplina, es más, a la autodisciplina, ¿cuánto nos cuesta trabajar con nosotros mismos?, ¿cuántas excusas tenemos para dejar de hacer aquello que sabemos que nos está haciendo daño?

¿cuán permisivos podemos ser ante nuestros propios errores y cuán

tajantes con los errores ajenos?

 

Bueno, la disciplina como todo en la vida comienza aplicándola primero

en nosotros mismos.

 

Si lo que hacemos lo hacemos con orden y perseverancia, llegaremos a

ser mejores seres humanos.

 

Los primeros pasos en la autodisciplina, podríamos darlos con nuestro

niño interior o subconsciente, el niño interior activa las memorias que a

su vez se convierten en pensamientos que se disparan sin cesar en

diálogos que podrían ser constructivos o devastadores.

 

Es necesario entrenar, disciplinar a nuestro subconsciente para utilizar

aquellas memorias que nos llevaran a la armonía y la paz en nuestra

vida.

 

Al comienzo puede ser difícil, cuesta tomar las riendas de ese caballo

desbocado en el que se ha convertido nuestra mente, pero poco a poco, con

paciencia, clemencia, tolerancia y constancia, lograremos dirigir

nuestros pensamientos.

 

Otra disciplina es agradecer constantemente, por todo, especialmente

por aquello que nos desagrada, porque de esa manera estaremos

acelerando su transmutación.

 

Alguna vez alguien me dijo que no quería agradecer por aquello que le

diera sufrimiento porque sino se repetiría una y otra vez… no es así, ya

que cuando agradecemos lo estamos aceptando, y es con la aceptación

que podemos realizar la entrega.

 

Toda acción que hagamos podría ser una disciplina de entrega, a eso se

le llama en sánscrito el Karma Yoga, karma significa acción , se trata de

la disciplina de entregar a la divinidad todas nuestras acciones para que

sean transmutadas.

 

Cuando en Ho´oponopono, repetimos incesantemente “Te amo, gracias”,

estamos realizando esta disciplina de entrega y es por eso que nos

sentimos en paz.

 

La disciplina es fundamental en todos los aspectos de la vida, como un

ejemplo básico, basta con observar la disciplina del sol en su órbita.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno.

Te entrego toda emoción, todo pensamiento y toda acción, para

que Tú, las transmutes en luz.

 

Enseñame a mantener mi vida dentro de la disciplina del amor verdadero.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Transformación

En el diccionario, el término transformación hace referencia a la acción o procedimiento mediante el cual algo se modifica, altera o cambia de forma manteniendo su identidad.

 Los seres humanos estamos destinados a transformarnos y esa transformación se da en diferentes aspectos de nuestra vida, en lo físico sucede de forma natural, el niño deja de serlo para convertirse en adulto y a su vez el adulto se convertirá en anciano.

 A nivel emocional, también es necesaria la transformación ya que el niño nace dependiente, culposo, egoísta, demandante, temeroso, intolerante, rabioso…

 Si al crecer, no lo hacemos también emocionalmente, dejando el egoísmo para aprender a dar, servir, acompañar y tolerar, el resultado será una persona neurótica e inmadura.

 La transformación se inicia con la aceptación de nuestro lado luminoso tanto como de nuestra sombra, que son nuestros aspectos por corregir.

 Vivimos en una realidad dual, en donde existe la luz y la sombra, mientras estemos rumbo a la transformación veremos lo bueno y lo malo.

 Cuando finalmente lleguemos a tener una verdadera conexión con nuestra parte espiritual entonces lo bueno y lo malo desaparecerán para mostrarnos sólo la perfección de Dios en todo lo creado.

 Nuestro espíritu o “Yo Soy” es Lo Verdadero, no tiene variación, cuando utilizamos el término crecer espiritualmente o sanar el espíritu, no es correcto.

 Lo que hacemos es avanzar hacia la conexión con nuestro espíritu y eso nos sana. Es importante comprender que no se puede tener una buena vida espiritual si no hay una vida emocional sana.

 El fanatismo, deviene de una espiritualidad llena de miedo y egoísmo.

 Cuando nuestra parte emocional se desarrolla, se inicia la verdadera transformación.

Una persona que aprende a dar, y que deja el egoísmo y la culpa, no necesita entrar en ningún grupo religioso o espiritual, ya que estará viviendo en comunicación con su espíritu de manera natural.

 No hay mejor camino a la transformación, que el camino del servicio.

El servicio sin culpa, es sublime, en cambio si estamos llenos de culpa y rabia ese servicio no será tal, sino más bien se convertirá en servilismo.

 Toda transformación se inicia con la auto indagación, con la observación de nosotros mismos y a medida que avancemos en nuestro propio conocimiento, podremos comprender todo y a todos los que nos rodean.

 De la misma forma sucede cuando queremos vivir en pareja, el término lo dice muy claramente “pareja”, es decir, lo que es afín a ti, si tu estado emocional es infantil y por lo tanto egoísta, encontrarás a la persona igual a ti, y créeme dos personas egoístas e infantiles conviviendo no es una buena combinación.

 Pero sucede que este tipo de pareja normalmente se separa, entonces ambos buscan emparejarse nuevamente y encuentran a alguien ¡afín a ellos!

 Recuerdo una vez más la reflexión de Albert Einstein:

“Es de tontos, esperar resultados diferentes, haciendo siempre lo mismo”.

 Cuando nos damos cuenta que nuestra relación de pareja se ha roto, lo saludable será hacer un trabajo personal, madurar, transformarnos, florecer y entonces la pareja que llegue a nosotros será afín al estado emocional en el que nos encontramos.

 Cuando en Ho´oponopono hablamos de trabajar con nuestras memorias, se trata de trabajar con nuestras emociones y sentimientos con coherencia, poco vale repetir todo el día “te amo, gracias” y seguir en el egoísmo.

 El egoísmo me puede decir que haga Ho´oponopono, para cambiar a mis hijos, para controlar a mi pareja, para tener un ascenso, etc.

 Eso no es la manera correcta de practicar el Ho´oponopono, lo hago para transformarme a mí misma, para avanzar en mi conexión con mi “Yo Soy o Aumakua y finalmente tener paz.

 La verdadera transformación de habrá dado cuando me reconozca como un ser espiritual viviendo una experiencia material.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas las memorias que el día de hoy me quiten la paz, para que Tú las transmutes en luz.

 Enséñame a ser coherente para que pueda decir lo que pienso y hacer lo que digo.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

REGLAS Y ANGUSTIA

El universo existe con reglas que mantienen su funcionamiento preciso, ninguna estrella se resiste a seguir la órbita que le corresponde, las plantas y los animales mantienen su existencia sin resistirse a su naturaleza.

 

La Divinidad sigue las reglas y no interviene hasta que nosotros haciendo uso de nuestro libre albedrío, le pedimos que lo haga.

 

Los seres humanos hemos aprendido también a movernos dentro de reglas que mantienen un orden en la convivencia, reglas a las que muchas veces nos resistimos.

 

Ese resistirse a las reglas tiene un origen, y es , la angustia y detrás de esa angustia hay una gran velocidad de pensamiento.

 

No nos confundamos con la rapidez de acción, uno puede estar estático en un lugar y sin embargo nuestro pensamiento puede estar a mil por hora.

 

La alta velocidad en la mente es la que nos lleva a cometer gran parte de los errores, que luego traen consecuencias negativas a nuestra vida.

 

Hay un frase muy conocida que supuestamente Napoleón le decía a su valet:

 

“Vísteme lentamente, que llevo prisa”.

 

A mayor velocidad, más expuestos estamos a los errores.

 

Estoy segura que no habías relacionado la angustia con ese resistirse a seguir reglas y lineamientos comunes.

 

Hacer la cola pacientemente en el banco, esperar ser atendido en un comercio o un restaurante, respetar las reglas de tránsito, cumplir la leyes, etc.

 

Cuando sentimos que todos están lentos, es que ¡nosotros estamos

acelerados!

 

Entonces veamos qué es la angustia:

La angustia es un miedo sin causa precisa, y es un estado muy común entre los seres humanos.

 

En los años que llevo como terapeuta he aprendido a reconocer la angustia de las personas con sólo un pequeño toque.

 

Con ese toque puedo sentir inmediatamente esa vibración interna que acompaña a la angustia y lo más sorprendente es que la mayoría de las personas piensan que esa vibración es natural.

 

Cuando dejamos que nuestra mente corra como un caballo descarriado y nos lleve a la deriva, invariablemente tendremos angustia.

 

Los pensamientos se producen como consecuencia de nuestras memorias, es como si dejáramos que los programas de nuestra computadora se activaran todos al mismo tiempo, no podríamos trabajar.

 

Lo mismo sucede si dejamos que sean nuestros pensamientos los que nos comanden y no ser nosotros quienes comandamos nuestros pensamientos.

 

Es por eso que es tan importante hacer un trabajo contínuo con nuestro Niño Interior.

 

En Ho ́oponopono recomiendan que antes de comenzar a hacer este trabajo practicar la respiración “Ha”, con eso bajamos la velocidad y luego poco a poco, guiamos a nuestro Niño Interior o Subconsciente para ir entregando a la Divinidad, todas y cada una de las memorias de miedo, rabia, carencia, etc.

 

Hace muchos años un buen amigo mío que ejercía un cargo muy importante me dijo lo siguiente:

 

“Muchas veces me sucede que estoy en una reunión de trabajo, y aparece un pensamiento angustioso en mi cabeza y me destruye, como al parecer soy muy buen actor, nadie se da cuenta…”

 

La verdad es que sí hay signos de que la persona está siendo acorralada por la angustia, y ese signo es la ausencia, no física sino mental.

 

Cuando vivimos en angustia, nos ausentamos, y podemos parecer distraídos o también puede ser que atropellemos, a las personas, es tal nuestro ensimismamiento, que no nos damos cuenta que estamos afectando a otros.

 

Cuando nos resistimos a seguir reglas tan simples como respetar los derechos, la privacidad, la opinión o las costumbres de los demás, es porque el egoísmo de la separación es lo que prima.

 

Volvemos una vez más al tema de la separación, cuando estamos angustiados nos encerramos en nosotros mismos como seres separados, “especiales” atesorando palabras como “mis problemas”, “mi enfermedad”, “mi depresión”, “mis derechos” y sintiendo que no somos comprendidos y que tenemos que

repetir una y otra vez nuestra historia para aliviarnos. O hacer valer nuestros derechos atropellando a los demás.

 

La persona angustiada, rara vez está dispuesta a servir, sólo espera ser servida y eso es lo que agrava su situación.

 

No hay acción más sanadora y reconciliadora que el servicio, pero el servicio realizado dentro de los términos del amor universal.

 

Alguna vez me ha tocado trabajar con personas que hacen trabajos de labor social y están llenos de rabia y angustia.

 

La razón es que equivocaron el sentido y en lugar de trabajar por el bien de aquellos a quienes quieren ayudar, orientan su trabajo en contra de quienes creen que están haciendo mal.

 

El servicio se hace con amor y el amor verdadero no pone condicionamientos, se trabaja a favor de justicia, y no en contra de la injustica, se trabaja a favor de los necesitados y no en contra de quienes más tienen, etc.

 

Comenzaré conmigo misma a observarme para bajar la velocidad, a respirar y enseñar a mis pensamientos a orientarse correctamente, y recordar que a menos velocidad, menos errores,

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi velocidad de pensamientos, para que Tú, los regreses a su ritmo preciso y los llenes de luz.

 Enséñame a respirar y bajar la velocidad, para ordenar mis pensamientos y sentimientos y tener paz.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

RECUPERACIÓN

Según el diccionario recuperarse significa volver al estado normal

después de haber atravesado una situación negativa.

 

Ahora yo me pregunto ¿cuál es mi estado normal? ¿cuándo deje mi

estado normal? o ¿será que nunca llegué a estar en mi verdadero

estado, en el estado de serenidad?

 

¿Puede el Ho ́oponopono llevarme a recuperar mi estado normal

original?

 

Todo se puede recuperar, y aquello que hemos dañado definitivamente

lo creamos desde otro cimiento, reprogramamos y comenzamos con

nuevos códigos.

 

Si tuvimos grandes caídas en la vida, si el decir la verdad no era una

pauta en mi vida, si no aprendí a expresar mis emociones, si tomé la

misma ruta equivocada una y otra vez, aún así puedo recuperarme.

 

Aquello que ya no tenemos de forma natural o en automático lo haremos

de manera mecánica…

 

Un día vi una entrevista a una doctora en matemáticas que era autista,

y acababa de escribir un libro que acaparó muchos premios,. Cuando

le preguntaron cómo lo había logrado, ella le dijo al entrevistador: “todo

aquello que tú haces de manera natural, yo lo hago pero luego de

haberlo aprendido con mucho esfuerzo”.

 

Para hacer las cosas de forma correcta, siempre necesitaremos un

método, el tradicional, es el método que se repite una y otra vez,

reconocer, admitir y corregir.

 

Este método nos lleva paso a paso a la recuperación física y emocional.

 

No digo espiritual, porque el espíritu nunca se enferma ni desvía su

camino, lo que falla es la conexión que tenemos con él.

 

Si la mentira, el truco, y el engaño han sido tus compañeros constantes

y se han convertido en un patrón en tu vida, el método te llevará a admitir

esta realidad, aceptar que tu forma naturalmente honrada de actuar ha

sido dañada y corregir tu comportamiento suspendiendo estas conductas

cada vez que ellas se presenten.

 

Hay otros casos comunes como por ejemplo, un déficit de atención, lo

primero será reconocerlo, luego admitir que lo tendrás toda tu vida y

luego corregirlo aprendiendo a bajar tu velocidad mental.

 

En mi caso, te puedo decir que he tenido que aprender muchas de mis

conductas positivas -como gran parte de los seres humanos- crecí, en

una familia disfuncional, a la cual, hoy amo y agradezco, aún cuando en

un momento de mi vida tuve que darme cuenta que rechazaba muchas

de las conductas equivocadas con las que nos relacionábamos, y que

trajeron mucho sufrimiento a mi vida.

Fue entonces que tomé distancia de ellas, tuve que aprender a

relacionarme de una manera diferente, ahora aún después de tantos

años, los rasgos adquiridos en la niñez tratan de aparecer de vez en

cuando y me recuerdan que estar alerta es una forma de mantenerse

saludable.

 

Toda enfermedad comienza de forma emocional, luego se manifiesta

como física, por eso es tan importante mantenernos limpiando memorias,

ese es el aporte invaluable que el Ho ́oponopono trae a nuestras vidas.

 

Hemos aprendido a ponderar la inteligencia intelectual y dejar de lado la

más importante que es la inteligencia emocional.

 

Muchas veces las personas a las que llamamos inteligentes, no pueden

llegar a comprender sus propios sentimientos, ya que todo lo hacen

desde la cabeza y no con el corazón.

 

Quizá sea por esa razón que los orientales representan la mente o

intelecto en forma de serpiente, porque el avanzar de la serpiente es

sinuoso se mueve siempre de costado y de forma engañosa.

 

De la misma manera nuestro intelecto nos quiere convencer de que la

verdad radica en él y no en el corazón.

 

El intelecto que no está bien entrenado en la auto indagación, puede

ser muy engañoso, son miles de millones de memorias que conforman

la realidad que vivimos y nunca sabremos verdaderamente cuál es la

causante de cada situación, es por eso que una oración de entrega

válida, podría ser esta:

 

“Divinidad, te entrego aquello que hay en mí que está creando esta

situación de dolor”.

 

Hay recuperaciones que nos cuestan mucho como por ejemplo

recuperarse de una pérdida de un ser querido, de una ruptura emocional,

ya sea un divorcio o una separación, en esos casos hay que vivir el duelo,

no resistirse al dolor y entregarlo una y otra vez a Dios, a la Divinidad,

Poder superior, Energía Cósmica, al universo, es decir a esa fuerza en la

que cada uno cree.

 

La recuperación se construye un día a la vez, y se mantiene de igual

forma, !sólo por hoy!

 

Es importante saber que nuestro estado natural es la serenidad, ese

estado de calma interna, esa sensación de pertenencia y unidad.

 

Para nada el estado natural será el mal humor, la crítica o la queja que

nos genera la angustia, ese temblor interno, o el descontento.

 Hoy es un buen momento para comenzar nuestra propia recuperación y

disfrutar de lo que es natural en tí y en mí y comenzar a vivir en paz.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego cada una de mis caídas y mis errores para que Tú, los

transmutes en luz.

 Enséñame a reconocerlos, admitirlos y corregirlos para volver a mi

estado de paz.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

 

¿DIFERENTE?

 ¿Te sientes diferente? ¿Crees que eres mejor o peor? ¿Te sientes

envidiado? ¿Observado? ¿Traicionado? ¿Especial?…

 

Bueno, sólo te puedo decir que todos esos pensamientos son ¡irracionales!

Eso quiere decir que realmente son creaciones de tu propia mente, y que en realidad sólo suceden allí.

 

Tú , yo y el resto de la humanidad somos exactamente iguales, pertenecemos a lo Divino, somos luz.

 

Imagínate que tienes cinco bombillas de luz, conectadas a una fuente de electricidad, cada bombilla tiene una potencia diferente, 20, 40, 60, 75 y 100 voltios, cuando las encendemos cada bombilla alumbrará de acuerdo a su capacidad, a pesar de que la electricidad que pasa por cada una de ellas es la misma.

 

En  el transcurso de la vida nuestra capacidad de emitir nuestra luz podría ir aumentando de acuerdo al esfuerzo y a la constancia que le pongamos.

 

Cuando te sientes diferente, es porque aún te sientes separado, cuando crees que eres envidiado, la envidia está activa en tí, si te sientes observado, es por las memorias de miedo y de rabia, igual sucede cuando te comparas y quieres demostrar quién eres…

 

Todo está sucediendo siempre en tu interior, en la medida que limpies tus memorias cada vez te sentirás más unido y podrás identificar la luz en tus semejantes. Se dice que un iluminado es aquel que puede ver la divinidad en todo y en todos.

Hay algo que aprendí en el tiempo que pasé en la India, y que luego lo pude aplicar a todo…, la India por su vibración espiritual tan elevada, es el espejo de lo que llevamos dentro. Cada persona que llega a ese país, tiene una visión y una opinión diferente.

En un comienzo creía que sólo allí , sucedía esto, luego me dí cuenta que es en todas partes, vemos externamente lo que llevamos dentro.

 Comencé los primeros viajes muy temerosa e insegura, sentada en el atrio, durante las largas horas de espera para ver a mi Maestro, sintiéndome observada y culpable, me sentía diferente, soberbia por momentos, incapaz en otros.

 Durante el cuarto viaje, un día decidí ir de visita a la ciudad de Bangalore, fui a almorzar a un restaurante, en la mesa de mi costado se sentó una familia,los padres y tres hijos, mientras esperaba que me sirvieran los fui observando, no entendía nada de lo que hablaban pero era obvio que estaban de compras y felices revisaban la ropa y los utensilios que habían comprado, los niños jugaban por ratos y por ratos peleaban, la pareja se complacía mirándolos e intercambiaban miradas de satisfacción viendo a sus pequeños.

 

De pronto me dí cuenta que estaba viendo una imagen cotidiana, que podría estar sucediendo en cualquier lugar del planeta, me reconocí en ellos, y por primera vez puede sentir esa sensación de unidad, de identificación y de pertenencia. Fue un momento de lucidez.

 Pero ese momento abrió un canal de comprensión en mí, cuando regresé al ashram, era todo diferente, ya no me sentía separada, comencé a ver la unidad de todos, en esa oportunidad se encontraba en el ashram una princesa belga,ella también esperaba como todos la salida del Maestro, y me dí cuenta que todos somos seres en búsqueda, a la espera de reunirnos una vez más con la fuente y tener paz.

 

Desde la mujer más primitiva, la semidesnuda, con el cuerpo cubierto de cúrcuma, hasta la reina vestida de seda y cubierta de joyas, pasando por mí y por tí, todos estamos buscando lo mismo: tener paz.

 

Tener esta visión y sensación de unidad, no me convierte en una persona sin opinión, o sin acción, puedo opinar, no estar de acuerdo o estarlo, puedo tener simpatías y aversiones, gustos y coincidencias, sin alejarme de mi paz.

 

Alguna vez, vino a uno de mis talleres, un fiscal, y al escuchar una explicación sobre este tema, preguntó ¿y cómo hago yo si mi trabajo es acusar, y pedir castigo para quien delinque?

 

La respuesta es simple, la justicia es un valor que prevalece, pero se puede ejercer la justicia sin odio, es más se puede ejercer con compasión.

 Compasión es el reconocimiento de igualdad, el dolor o la felicidad del otro también son tuyos…

 Aquel que ha cometido un delito tiene la misma luz divina, pero aún no puede expresarla, está limitado por sus memorias negativas.

 

Es igual si tienes que defender a tu patria, tus principios, la lealtad, etc… pero no tienes por qué odiar a tu adversario.

 Si aprendemos a desmitificar a las personas, nos acercaremos de manera diferente a ellas, un actor, un rey, un presidente, la persona que te vende la verdura en el mercado, el que cuida la entrada de tu edifico, el policía, etc.

 

Tiene familia, sueños, planes, y esperanzas, cada día añoran llegar a su casa, estar con su familia o simplemente descansar en su cama, pobre, fastuosa o humilde, es su casa, su lugar de refugio.

 

Todos sentimos lo mismo, no hay diferencia, tenemos habilidades diferentes, trabajos diferentes, pero siempre la esencia es la misma: ¡Somos Luz Divina!

 Intentemos reconocer esta luz en cada ser, como todo camino, éste también comenzará por un paso.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de separación, critica y juzgamiento para que Tú, las transmutes en luz.

 Enséñame a verte, brillando en todos y en todo y a sentirme unida a ellos

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 

¡SOLA NO PUEDO!

Mientras mayor disposición demostremos a depender de un Poder

Superior, mayor será nuestra… independencia real.

                                                           Doce pasos y doce tradiciones, p. 39

 

Durante gran parte de mi vida, creí llevar sobre mis hombros todo el peso y eso

resultó agotador y angustiante, cuando finalmente entendí que dependía de

mí el dejar esa carga sobre los hombros de Dios y simplemente volverme un

instrumento y no un hacedor, entonces todo pareció fluir y lo que es mejor:

¡Todo fue posible!

 

Hemos sido dotados de libre albedrío, es decir que tenemos la capacidad de

elegir, entre ser hacedores o instrumentos.

 

Si lo hacemos desde el ego, o sea identificándonos con la mente, el cuerpo

y los sentidos, entonces seremos hacedores y por lo tanto sujetos a la ley de

causa y efecto.

 

Si lo hacemos desde nuestro verdadero ser y cada acto se transforma en

entrega, la acción será nuestra, el resultado de Dios, y adiós a la carga

kármica.

 

Recuerdo cuando era pequeña y, entre las compañeras de colegio repetíamos

la advertencia que escuchábamos a los adultos “Dios te va a castigar”.

 

Con esas palabras se construyen muros altísimos que nos alejan de nosotros

mismos.

 

Esa energía absoluta a la cual llamamos Dios, Poder Superior, Energía

Cósmica, Infinito etc., es una energía de amor absoluto, verdadero, constante,

sin condicionamientos y a la cual todo pertenece, estamos inmersos en

ella y está en todo momento vibrando en amor.

 

¿Cómo podría una existencia así, tener emociones pequeñas como rabia, o

deseo de castigar?

 

Cuan ignorantes podemos ser al comparar algo totalmente infinito e

incomprensible para nuestra pequeña mente (mundana, física, limitada), con

los pequeños sentimientos y reacciones humanas.

 

Preferimos depender de la pastilla para los nervios, del tabaco para la

ansiedad, del alcohol para relajarnos, de la catarsis para desahogarnos, en vez

de depender de nuestra propia divinidad.

 

Siempre serena, siempre inafectada y sin condicionamientos.

 

Ese Poder Superior al que se refiere el párrafo de inicio, “es, está, habita,

es parte de mí y de tí.”

 

Sólo tenemos que conectarnos con él.

 

Mi búsqueda comenzó desde muy pequeña, esa búsqueda no obtuvo

resultados en un comienzo, luego me llevó tantas veces a la India, al Medio

Oriente, sin saber que la respuesta estaba ¡tan cerca!, ¡qué ilusa! (…) lo que

puedo decir a mi favor es que fui perseverante, pero quizá no totalmente

honesta.

 

¿Porque digo que no fui honesta?, porque lo que yo buscaba en un principio era el control y el poder, y para nada la entrega.

 

Este camino espiritual no es algo así como una máquina que te viene con un

manual de instrucciones, no, todo lo contrario, es algo que al comienzo no

entiendes, te complicas, te caes, dudas y reniegas de lo aprendido, pero si

continúas repitiendo una y otra vez la enseñanza en algún momento se derriba

la barrera y ¡zas! lo llegas a comprender, no con el intelecto, sino con el

corazón.

 

Entonces te darás cuenta que comprender es suspender las conductas

equivocadas, el miedo, la rabia, la compulsión y la codependencia.

 

Si todo lo que has aprendido te lo explicas claramente, con la razón pero aún

tienes miedo, ira y angustia, es que aún no has comprendido, sólo lo has

registrado como información.

 

En mis artículos repito una y otra vez, lo hago para mí misma y lo comparto

contigo, es en esta repetición, que en algún momento se dará la comprensión.

 

Finalmente entenderemos que solos no podemos, que si queremos avanzar

y llegar al estado de paz, necesitaremos asociarnos y confiar en ese poder

superior que habita en cada uno de nosotros, porque de lo contrario el camino

siempre será tortuoso, difícil e incompleto.

 

Hoy recuerdo a Carmen, mi amiga que ya no está en este plano, a ella una vez

su hijo de 35 años le dijo: “ Mamá, ya he logrado todo lo que quería, tengo

varios premios internacionales, tengo el trabajo que quería, me casé con la

mujer que amaba, y aún me pregunto ¿es esto todo lo que hay?…

 

Hasta que no hagamos la conexión interna, el vacío estará presente en nuestra

vida, y esa conexión se logra con la entrega.

 

Para mi, encontrar el Ho ́oponopono, fue encontrar la herramienta de la

entrega y la confianza total en mi ser superior, es simple, directa y lógica

y no es necesario andar por los rincones flagelándote o haciendo análisis

interminables de lo que causó este u otro trauma, simplemente lo entrego y

deja de estar en mis manos, ¡Uf, que alivio!!

 

Para comenzar basta con hacer una primera entrega y ver que bien nos va,

entonces nuestra confianza crecerá y seremos capaces de seguir entregando

hasta que llega un momento en el que ya nada nos pertenece, todo queda

entregado y nos convertimos en el instrumento.

 

Sólo es necesario un pequeño ejercicio de humildad y tratar, no negar algo que

no hemos experimentado, sólo tratar.

 

Entonces comprobaremos que hemos estado haciendo esfuerzos

innecesarios pensando que solos podíamos, y no es así, la verdad es que para

lograr la paz duradera, es necesario la entrega incondicional a nuestro Ser

Superior.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te

entrego todos mis temores y mi soberbia para que Tú las transmutes en

luz.

Enséñame a derrotarme y después levantarme tomada de tu mano una y

otra vez.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 

HO ́OPO BOLETÍN DE ABRIL 2015

Comienza Abril con la Semana Santa Cristiana, la Pascua Judía, para

los Tibetanos el día cuatro es el día del Buda de la medicina, en el

calendario islámico se conmemora la muerte de Fátima, al sur de la India

se festejan los inicios del año nuevo Telugu y Tamil…

 

No importa a que religión pertenezcas, no importa incluso si no tienes religión

alguna… mi maestro siempre decía: “Todos debemos nacer en alguna religión,

pero debemos morir sin ninguna, porque la religión es uno de los caminos que

te conducen a reconocer tu divinidad, pero una vez que la encuentras ¿para

qué quieres el camino?”

 

Tal vez nos preguntemos, ¿qué pueden significar para nosotros, todas estas

fechas relevantes?, la mayoría coinciden con el cambio de estación en los

hemisferios, la primavera en el norte y el otoño en el sur.

 

¿Qué sucede entonces con el cambio de estaciones en nuestra propia vida?

tú y yo, nos movemos en unidad con el universo.

 

Recuerdo ahora, toda la expectativa que se generó por los anuncios de

catástrofes naturales para el 2012.

 

Esas catástrofes ocurrieron, pero sucedieron dentro de cada uno de nosotros,

dentro de nuestras familias, en algún lugar de nuestro entorno…

 

Todos esperábamos que la tierra se estremeciera y lo hizo pero lo hizo

internamente en cada uno de nosotros, si recuerdas lo sucedido en ese año

comprobarás que de una u otra forma fuimos tocados por hechos que nos

remecieron.

 

Esta situación se repite hoy, pero en sentido contrario, comienza una etapa de

felicidad, estamos comenzando un tiempo de alegría y renovación, pero esa

alegría y renovación la viviremos internamente.

 

Hay un cambio de estación, hay movimientos de la luna y los planetas y tú y yo

somos parte del todo.

Hemos comenzado la era de oro de la humanidad en donde el amor se mostrará en todo su esplendor y si queremos sentir y participar conscientemente de esta era bendita, habrá que sincronizarnos con ella, atendiendo nuestro ser y limpiando, limpiando todo aquello que nos aleja de la serenidad.

 

Dejar de lado la polémica, la discusión, la terquedad, ayudará mucho.

¿Siempre es necesario tener la razón?, lo más difícil de perder en esta vida es

perder una idea, a veces nos aferramos a nuestras ideas limitadas y limitantes

y nos encapsulamos en la ignorancia.

 

Si por el contrario abrimos nuestra mente nos expandimos y el conocimiento

verdadero puede llegar a nosotros.

 

En esta nueva era, el amor se nos mostrará en su aspecto fundamental: la

creación.

 

Todos somos co- creadores, y al sincronizarnos en amor nada nos será

imposible o ajeno.

 

De alguna forma ya estamos experimentando chispazos de esta realidad.

 

¿Te ha sucedido, que aparece algo en tu pensamiento, y al poco rato alguien

viene y te lo ofrece?, o ¿recuerdas a quien no veías por mucho tiempo y lo

encuentras en tu camino?

 

¿Te sientes, integrado o conmovido con la naturaleza? ¿tienes mucho y muy

seguido la sensación de conectarte con otro tiempo?

 

Aquello conocido como “dejá vu”, que traducído sería “lo que ya fue visto”, o “lo que ya se vivió” y no es otra cosa que escapar de la barrera del tiempo-espacio, y esas barreras las pone nuestra mente, cuando la mente o intelecto se diluye, y amplía su conexión con el universo.

 

Sincronizarnos con la vibración del amor es dar, no pensemos tanto en recibir,

sino más bien en dar, pero el sentido verdadero del dar, es hacerlo con entrega verdadera, cuando damos para acallar culpas o para comprar o manipular a alguien, eso no es dar.

 

Se da desde la igualdad, al mismo nivel de quien recibe, y reconociendo que el

que da, es quien recibe la mayor alegría.

 

Hoy estamos viviendo una experiencia única, seremos testigos y parte de

cosas extraordinarias, no perdamos esta oportunidad!!

 

En las últimas semanas, los talleres han tenido una vibración muy alta, los que

hemos participado de ellos nos cargamos de un tipo de energía esclarecedora

que nos llena de serenidad, no es algo que podamos explicar sólo nos queda

disfrutar y agradecerlo.

 

Pero estos regalos serán cada vez más comunes, en tanto nos adentremos en

el conocimiento y la comprensión de nosotros mismos.

 

No nos esforcemos tanto por entender e interpretar el sentir de quienes

nos rodean, sólo basta con entendernos y conocernos a nosotros mismos y

entonces, nada nos será ajeno.

 

Volveremos una y otra vez al mismo punto. “Nunca es por fuera, siempre es

por dentro”.

 

En realidad a cada segundo estamos comenzando, todo momento es bueno

para iniciar una nueva etapa, reconocer, admitir y corregir, una y otra vez.

 

Reconocer es un aprendizaje, aprendemos a estar alertas, lúcidos para darnos

cuenta de qué está sucediendo en nuestra realidad.

Admitir significa aceptar que eso que estamos experimentando, está única y exclusivamente generada por la repetición de nuestras propias memorias, y al aceptarlo estamos listos para comenzar a hacer correctamente lo que es correcto, enderezar lo torcido y corregir lo erróneo, eso es precisamente lo que significa la palabra hawaiana:

 

HO ́OPONOPONO: Pono= Rectitud,

 

Que tengamos en este mes de Abril y por el resto de nuestras vidas, paz más

allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te

entrego todas las estaciones de mi vida, los tiempos de sol y de lluvia,

el frio de la soledad y el calor de la amistad y la familia para que Tú la

bendigas y la llenes de luz.

 Enséñame a desapegarme de los resultados y aceptar siempre que se haga

Tú voluntad y no la mía.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Manteniéndonos

Hasta este momento, tenemos casi toda la información asimilada en

nuestro intelecto, seguramente hemos logrado llevar a cabo muchas de las

enseñanzas, ahora viene la parte más importante: mantenernos en el camino.

 

Durante toda nuestra vida nos mantendremos en el esfuerzo de seguir viviendo

en paz.

 

Es mucho lo que hemos aprendido, seguramente no estaremos practicando

todo lo aprendido, no importa, lo importante es , practicar bien aunque sea

una sola enseñanza y las demás se irán sumando como consecuencia de esta

primera.

 

El vivir en paz, nos confiere entre otras cosas, humildad y esa humildad nos

conduce a darnos cuenta de la fragilidad de nuestro estado de paz que tiene

que ser apuntalado día a día.

 

Tenemos paz “sólo por hoy”, y cada día será igual, sólo por hoy, de esa

manera el esfuerzo será contínuo, y podremos mantenernos día a día con la

sensación de frescura de un nuevo día, cada día.

 

No olvidemos el por qué practicamos Ho ́oponopono, es tan sólo para tener

paz, ya que esa, es la búsqueda del ser humano desde el momento de su

nacimiento hasta el último día de su vida.

No practicamos el Ho ́oponopono para conseguir bienes materiales, salud o

dominio sobre los otros.

 

Única y exclusivamente lo hacemos para tener paz y con eso habremos

ganado la gracia más grande que podemos recibir.

 

Con paz, el amor será una constante en nuestra vida, por lo tanto el miedo

ya no estará en ella, habremos dejado de juzgar y criticar y la reconciliación

interna será una realidad, nos habremos unido llenos de compasión y

hermandad a cada criatura y esa unidad nos mantendrá llenos de vida.

 

A mí me cuesta bastante, mis memorias se han purificado mucho y estoy muy

alerta observándolas, aún así, la crítica suele aflorar, y cuando me descubro

criticando, lo tomo con sentido del humor, pero me detengo inmediatamente.

 

La crítica es la rendija por donde con mayor frecuencia, se cuela la rabia.

Otro punto a trabajar día a día es la culpa -victimización-manipulación- ¡los tres

en uno!

 

Si me siento culpable, inmediatamente trataré de disculparme, victimizándome

y si lo hago estaré manipulando a uno o a muchos, y por supuesto recibiré en

retorno lo mismo.

 

El cambiar el concepto de culpa por error es fundamental, la culpa se alimenta

a sí misma y no sale de su círculo vicioso, en cambio el error busca ser

reparado.

 

El error se reconoce desde la responsabilidad y la culpa desde la victimización.

 

La frase “me perdono” dicha sólo con la vibración de la palabra y sin poner

ninguna emoción en ella es la mejor cura para la culpa.

 

Toda la eficacia del Ho ́oponopono radica en las palabras que utilizamos.

 

La palabra crea, sólo con su vibración.

 

No será necesario poner nuestros sentimientos y emociones al decirlas,

porque la mayor parte de ellas son memorias que pueden estar cargadas de

aspectos negativos, como el amor lleno de apego que nada tiene que ver con

el amor universal que se entrega sin ninguna condición.

 

También puede pasar con el perdón, si está acompañado de soberbia al

sentirnos superiores, o la gratitud que necesita ser valorada o la verdad

“relativa” que es todo menos verdad, o la caridad teñida de conmiseración.

 

Cuando digamos “te amo , gracias”, “me perdono”, “yo, creo”, lo haremos

simplemente con nuestra palabra y entonces la presencia del amor universal, el

perdón universal y la fe verdadera, vendrán a ser parte de nuestra vida.

 

Es mucho lo que nos falta por aprender, esto, lejos de desanimarnos nos

puede mantener ilusionados, ya que las bendiciones no cesan y con cada

aprendizaje alcanzamos un nivel más de unidad, cada día nos sentiremos más

“parte del todo” y eso es la mejor señal de que estamos por el camino correcto.

 

Es bueno que revisemos nuestros avances, pero también los errores para

poder repararlos y los descuidos y las autocomplacencias que nos pueden

llevar a descuidar el avance.

 

Será necesario recordar una vez más que, en la verdadera práctica del

Ho ́oponopono no se lucha “en contra de”, porque eso implica separarse y

juzgar, algo que “supuestamente” es ajeno.

Más bien, todo se ACEPTA, como propio y en esta calidad de pertenencia y

unidad, la memoria puede ser entregada para su transmutación.

 

No podemos entregar lo que no nos pertenece.

 

Entonces hagamos de este momento, un momento de revisión y recuento de

qué aspectos de nuestra vida podrían entrar en ‘mantenimiento’ para no desviar

nuestro camino.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego una vez mas todas mis memorias equivocadas, aquellas que traen dolor en mi realidad, para que Tú, las trasmutes en luz.

 Gracias por mantenerme alerta y dispuesta a reparar mis errores.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


ENREDOS

Cuántas veces nos hemos sentido abrumados, con la sensación de tener que

luchar contra el mundo y no saber cómo hacerlo.

 

Cuando en Ho ́oponopono te dicen “a lo que me resisto, persiste” nos están

diciendo que la resistencia fortalece justamente aquello que no queremos en

nuestra vida, entonces termina diciendo “lo que acepto se transmuta” y es allí

donde está la clave: no se lucha en contra de… se acepta y se entrega…

 

La aceptación es el inicio de la solución.

 

En alguna ocasión te he relatado cómo mi abuela Alejandrina se sentaba

a desenredar hilos, era como un ritual vespertino, tomaba las madejas de

hilos y lanas que se enredaban en el costurero y con gran paciencia iba

desenredándolos y cuando encontraba un nudo imposible lo soplaba

suavemente, por alguna razón el hilo cedía y podía desenredarlo.

 

No hacía ningún esfuerzo, mientras más intrincado era el nudo, más suavemente

soplaba.

 

Muchos años más tarde cuando aprendí el secreto de la no resistencia,

comparé ese método de mi abuela, con el suave aliento de Dios que sopla

sobre los más intrincados problemas y los desenmaraña y transmuta.

 

Cada vez que nos encontramos en una encrucijada, sin darnos cuenta

empeoramos la situación, porque nos llenamos de miedo, y la vibración del

miedo es baja, densa y atrae todo lo bajo y lo denso como un imán.

 

Es así que vemos como “nos llueve sobre mojado” y la verdad es que somos

nosotros los que estamos atrayendo esa lluvia negra.

Mantener la calma es un entrenamiento, y como todo entrenamiento sólo se

perfecciona con la repetición.

 

Ese estado de angustia y desesperación nos genera sensaciones negativas,

es cierto pero la mente se acostumbra a alimentarse de ellas, en cambio hay

que ir poco a poco haciéndonos “adeptos” a la calma y al estado de paz.

 

Si en este momento te sientes desesperado, para, unos segundos y sólo

repite, ”te lo entrego”, o “te amo, gracias, o simplemente “yo creo” y la

entrega estará hecha.

 

Deja en manos de un poder superior lo que sea que te atormenta, si tienes

que repetirlo muchas veces, igual hazlo y verás como tu corazón se calma,

tus pensamientos dejan de estar a mil por hora y finalmente podrás sentir esa

maravillosa sensación de haber sido escuchado.

 

Este proceso es posible gracias a la colaboración de nuestras consciencias.

 

Es mejor tener esos pensamientos de entrega y amor repitiéndose una y otra

vez en lugar de estar atormentándonos con sucesos creados y puestos en

nuestra cabeza sólo por repetición de nuestras memorias de miedo.

 

La vida es simple y generalmente las mejores soluciones también lo son.

 

Cuando nuestros pensamientos se disparan a gran velocidad, no nos es

posible detenernos a sopesar los asuntos simplemente reaccionamos y esa es

una de las características de nuestro Niño Interior, también llamado Unihipili.

 

El Niño Interior o subconsciente, no razona, sólo reacciona, es por eso que

nuestros pensamientos pueden volverse totalmente caóticos.

 

En cambio cuando aprendemos a relacionarnos con él, comenzamos en

primer lugar a sanar la relación que hay entre nuestra consciencia- Madre-

Uhane y nuestro subconsciente-Hijo-Unihipili.

 

El subconsciente ha sido llamado Niño Interior por su manera de comportarse,

que es parecido a un niño temeroso, pero también ávido a servir.

 

Si bien es cierto que nuestro subconsciente utiliza quince millones de memorias

por segundo, la mayor parte de ellas son memorias positivas, aquellas que

mantienen a nuestro cuerpo en equilibrio tanto mental como físico.

 

Las memorias negativas también las ponemos en marcha desde nuestro Niño

Interior y la mayoría de ellas son activadas de manera espontánea, ya sea por

nuestras palabras o por órdenes que sin darnos cuenta le estamos dando a

nuestro niño a cada momento.

 

El consciente o la consciencia intelectual también llamada Madre o Uhane,

es la que ejerce el libre albedrío y el Niño Interior está siempre dispuesto a

obedecer lo que ella elija.

 

Es por eso que la relación entre la Madre–Uhane y el Hijo-Unihipili, debe ser

sanada para -de esta forma- sanar nuestra realidad.

 

Si la Madre se mantiene en calma y da órdenes precisas al niño, éste se

transformará en nuestro mejor aliado para identificar y poder entregar a través

de nuestra Supra Consciencia-Padre- Aumakua, todas las memorias negativas

para que sean transmutadas.

 

Todas las soluciones también las tenemos en nuestro subconsciente y las

conoce el niño, pero no las activará a no ser que reciba la orden expresa de

hacerlo, siempre dentro de la relación de amor y comunicación constante que

estableceremos entre la madre y el niño.

 

La calma es fundamental, mantenernos serenos y lúcidos para darnos cuenta

cuando entramos en etapas de crisis, generadas por la mala relación entre

nuestros estados de consciencia.

 

Quiero recordar una vez más que “a lo que me resisto, persiste y lo que acepto

se transmuta”.

 

Ya no me enredaré con mil memorias aflorando en mi realidad, sino que

respiraré, me calmaré y le daré la orientación precisa a mi Niño Interior para

entregar esas memorias enredadas.

 

Estaré atenta para darme cuenta que todo es reflejo de mis memorias por lo

tanto no me resistiré sino más bien las aceptaré como parte de mí , para luego

poder entregarlas para su transmutación.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de temor, de duda y desasosiego.

 Enséñame a creer, confiar y entregar.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria