Ho ́opo Boletín de Diciembre 2014

Comenzamos Diciembre, un mes ideal para poner en práctica todo lo
aprendido, tener paciencia, tolerancia, clemencia y constancia.

Cada día en sí, es un milagro, cada día es especial.

La letra de una conocida canción de Silvio Rodríguez habla del “Milagro
cotidiano del amanecer”.

Cuando escuché por primera vez esta frase, me conmovió por lo hermosa y lo
cierta que es.

Cada día presenciamos ese milagro, ver amanecer con tal calma y perfección
que sólo podemos tener la certeza que hay un Ser Superior que mantiene en
orden el universo.

Cuando algo es cotidiano, perdemos la capacidad de sorprendernos…

Te invito a volver a ser como niños, sorprendernos con lo cotidiano, ver todo
con nuevos ojos, ver lo bueno, hacer lo bueno y decir lo bueno.

Agradecer porque existimos, ese es nuestro valor verdadero, yo valgo porque
existo.

Mi valor no está fundado en lo que hago, en lo que creo tener y digo creo tener
porque en realidad nada me pertenece, todo viene de Dios y regresa a Él.

Pero algo que si me pertenece es la existencia, soy un ser humano
perfectamente imperfecto, y en busca de mejorar mis imperfecciones, hallaré
mi Divinidad.

Pero volvamos a Diciembre que tiene como característica obligada: la
expectativa.

Nos llenamos de expectativas de cómo recibiremos las fiestas, creamos
imágenes ideales y vivimos por anticipado la llegada de las fiestas, tan llenos de adrenalina, que generalmente terminamos agotados.

Cuando hablamos de los tres pilares en donde se apoya la práctica del
Ho ́oponopono, decimos que son: primero, ser ciento por ciento responsables
de todo lo que sucede en nuestra realidad, luego, no somos víctimas, dado
que todo lo re-creamos nosotros y el tercer pilar es el tratar de no tener
expectativas.

Las expectativas son control puro, es querer que las cosas salgan de acuerdo
a nuestra voluntad y por lo tanto no hay entrega, el “Que se haga Tu voluntad
y no la mía” ¡desaparece!

Las expectativas nos sacan del tiempo presente, el único tiempo que
verdaderamente existe y en donde podemos tener paz.

Cada día es un milagro y cada día es exactamente igual que el anterior, la
diferencia es mental, la ponemos nosotros y las cargas emocionales que
podemos ponerle a un día son inmensas.

He sido bendecida con vivir frente al mar y poder verlo a toda hora, muchas
veces me levanto al amanecer y admiro la quietud del océano, la pacífica unión
del cielo con el mar en el horizonte, la calma de las aves volando sin prisa, y
sólo puedo agradecer.

Hay mucha paz en la naturaleza, ¡la simplicidad y la magnificencia juntas!, es
un misterio tan grande, que nos obliga a ser humildes.

Yo te propongo que este mes de Diciembre tratemos de estar más en contacto
con nuestro Aumakua, el observador, y percibamos la serenidad que siempre
está en nosotros, también podemos ponerlo todo en proporción, somos un
granito de arena en el universo, y un regalo, una fiesta o algo que no podemos
comprar, al final, no es tan importante.

Nuestra familia disfruta de la compañía de quienes estamos en paz, la euforia
y la algarabía son pasajeras y siempre nos dejan una sensación de vacío, en
cambio la serenidad es suficiente.

No nos engañemos, ni nos presionemos , tampoco queramos acallar las culpas
con regalos, en lugar de abrigar y alimentar culpas, reconozcamos nuestros
errores y gracias a Dios, los errores se reparan.

La reparación , como todo en esta vida primero sucede dentro de nosotros y
después se materializa fuera.

Las expectativas para este mes y para recibir el año que viene, pueden
limitarse a querer ser mejores personas y poner en práctica lo que aprendemos
cada día.

…Todos los hombres esperan que el año nuevo les vaya a conferir
paz, felicidad y prosperidad. El Año Nuevo no es que traiga consigo la
felicidad o la aflicción. Ayer es lo mismo que hoy y hoy es lo mismo
que mañana. Los días son iguales, pero uno experimenta placer o dolor
dependiendo de las propias acciones de uno… SSB

Hoy estamos pasando un buen examen, si nuestra práctica es sincera,
podremos ser como el loto que crece en el lodo y sus pétalos nunca se
manchan, de la misma forma podremos caminar en medio de la congestión, las
prisas y las presiones y seguir estando en paz.

Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mis memorias de presión, ansiedad y frustración para que Tú, las transmutes en luz.

Enséñame a conectarme con mi Aumakua y mantener la serenidad

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo,

Gracias

Ana Maria

Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”

Ver lo Bueno, hacer lo Bueno, hablar lo Bueno

En un cuadro en la pared del comedor del ashram (comunidad espiritual) en donde vivía cada vez que iba a la India, decía:

 

“Antes de hablar, piensa:

Si es necesario,

Si es Verdad,

Si es amable,

Si no hiere a nadie,

Sólo así mejorarás en la disciplina del silencio”

 

En los últimos días he recordado mucho esta enseñanza, porque he estado

observando muchas críticas a mi alrededor y acepto, confieso que si las

puedo ver fuera, es que yo las llevo dentro.

 

Enfocarse en lo negativo, criticar, juzgar y actuar sin cuidado debe estar en

mi naturaleza, lo acepto y se lo entrego a Dios para su transmutación , pero

paralelo a eso seguiré haciendo el esfuerzo para ver lo bueno, decir lo bueno y

hacer lo bueno.

.

Enfocarme sólo en mí, es la mejor manera de corregirme, alguna vez una

amiga me comentó que a ella no le gusta cuando escribo sólo en primera

persona, hoy te diré que hablar en primera persona es lo más honesto que

puedo hacer, porque en mi realidad, que es la única que conozco, todo

comienza y termina en mí.

 

Yo no puedo saber qué estás pensando, o sintiendo tú, sólo puedo confirmar lo

que pienso y siento yo.

 

Puedo re- conocer que sufres, así como puedo re-conocer que estás en paz,

porque esa memoria está en mí y también puedo sentirme unida contigo y

experimentar la verdadera compasión humana que nos une y nos engrandece.

Eso también comienza y termina en mí, yo puedo reconocer el sufrimiento y

la felicidad, pero sólo puedo hacerlo a través de mis memorias, ellas son mi

marco de referencia.

 

Hay un refrán que dice: “Todo es del color del cristal con que se mira”, de eso

se trata el marco de referencia de cada quien.

 

Un día vi en la televisión un reportaje que hacían a una ejecutiva hindú,

ella era gerente de una de las empresas más grades de computación en

Bangalore, y decía que a las cinco de la tarde cuando terminaba su horario de

trabajo, ella se despojaba de su traje de ejecutiva, vestía su sari y regresaba

a cocinar para sus hijos y junto con la familia comían descalzos y sentados

en el suelo, disfrutando de la simplicidad de lo tradicional. Entonces cuando

le preguntaban por qué prefería ese ambiente de pobreza, ella contestó:

¿pobreza? ¿comparada con qué?  

 

Para mí es una satisfacción volver a mi familia y a lo simple, allí radica mi

riqueza, ¡todo depende del marco de referencia de cada quien!!

Este ejemplo es bueno para cuando queramos juzgar a otras personas, ya que lo

que estamos juzgando es simplemente del color del cristal que llevamos dentro.

 

Tomar el ciento por ciento de responsabilidad es la base del Ho ́oponopono,

sólo se trata de eso y nada más: es simple. Lo que lo hace difícil, es que nos

resistimos a aceptar ese ciento por ciento de responsabilidad.

Sucede que al hacernos responsables, nos liberamos. Nadie tiene el poder de

hacernos sentir mal o culpables, se rompen las cadenas que nos detenían.

Somos libres de hacer todos los cambios que queramos hacer en nuestras

vidas, somos libres de elegir vivir en paz.

 

El vivir en paz se hace fácil cuando lo que siempre hago es: ver lo bueno,

decir lo bueno y hacer lo bueno.

Si no puedo decir algo bueno de mi hermano, prefiero callar, si no puedo ver

lo bueno a mi alrededor, entonces regresaré a mi cuarto de oración y limpiaré

mis pensamientos hasta dejarlos cristalinos, si no puedo hacer algo bueno,

prefiero no hacer nada, no dañarme y no dañar.

 

Te puedo asegurar que esa es la forma más saludable de vivir.

Si te sientes débil, o vulnerable, apártate por un rato, hasta que retomes tu paz.

Hay una oración que es universal y que al repetirla nos limpia y nos activa

hacia el bien, y es la oración de San Francisco de Asís.

 

Este santo es el ejemplo mismo de la unidad, el practicó y enseñó sobre la

unidad con todo lo creado, y se entregó totalmente al servicio. Renunciando a

las comodidades mundanas.

 

Siempre he pensado que la pobreza que tanto amó San Francisco, debe haber

sido la humildad, el estar dispuesto a perderlo todo, para obtener un bien

mayor, pero principalmente el estar dispuesto a perder las ideas de rigidez e

intolerancia.

 

Hoy estoy dispuesta a abrir mi mente y mi corazón, dejar la crítica y el juzgar

con dureza y rigidez, y vivir en paz.

 Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

 Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .

Donde hay odio, que lleve yo el Amor.


Donde haya ofensa, que lleve yo el   Perdón.

Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.


Donde haya duda, que lleve yo la Fe.

Donde haya error, que lleve yo la Verdad.

Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.


Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

 

Porque es:
Dando , que se recibe;


Perdonando, que se es perdonado;


Muriendo, que se resucita a la 
Vida Eterna.

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo,

 Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

Limpia, Borra y vive en Paz

Vivir en paz, es la meta de todos y cada uno de nosotros, sin embargo

muchas veces la olvidamos y perdemos la paz por darle mayor importancia al

conflicto.

 

Si mantenemos constante la auto indagación, podremos darnos cuenta que

durante el transcurso de un solo día, negociamos nuestra paz a muy bajo

precio.

 

Quizá vendemos nuestra tranquilidad a cambio de una crítica mal intencionada,

que puede dejarnos un ardor casi imperceptible en la boca del estómago,

somos exigentes, rígidos, intolerantes, miramos con envidia a nuestro vecino,

deseamos silenciosamente que aquel con el que estamos en desacuerdo

fracase… !!!

 

Que feo es leerlo, y sin embargo, tú y yo somos seres humanos falibles y en

alguna oportunidad o en muchas, esos oscuros sentimientos han sido parte de

nuestra vida.

 

Lo negativo no está tanto en sentirlo sino en no reconocerlo y menos aún

admitirlo.

 

El acallar los errores, los hace poderosos, es la caja que no queremos abrir, el

espejo que no desearíamos mirar y que para ocultarlos damos rienda suelta a

más y más defectos de carácter.

 

¿Cómo limpiar o borrar aquello que no hemos reconocido y admitido?

Muchas veces recurrimos a la victimización y manipulación para conseguir

lo que queremos y siempre, siempre sabemos lo que estamos haciendo,

aunque lo ocultamos y dejamos que la culpa nos domine y por supuesto al

hacerlo, estamos perdiendo la paz.

Antes de haber vivido en paz, puede suceder que esa inquietud interna, esa

sensación de vacío, esa especie de angustia y temblor interno, nos sea familiar

y podemos llegar a pensar que eso es lo normal…

 

Alguna vez escuche decir a un Maestro , “Cuando se ha probado el néctar, la

miel ya no te dice nada”.

 

Así pasa con el estado de paz, una vez experimentado, ya no lo queremos

perder, es más, ya no queremos vivir en el otro estado de “tranquilidad”

relativa.

 

Estoy segura que sabes de qué te estoy hablando.

Cuando reconocemos nuestros errores podemos repararlos, y eso nos dará

paz, ¿recuerdas el proceso? Reconocer, admitir y reparar…

 

También es importante darnos cuenta, cuando voluntariamente, nos

preparamos para sufrir, es como montar la escena de una obra de teatro,

decidimos ser las víctimas y acomodamos todo para crear y recrear el

sufrimiento.

 

Frases como: “cada que me acuerdo la forma cómo me trató” “la indiferencia o

el odio con que me miró”, “nadie me ayuda, no se acuerdan de mí”, etc…

 

Son el argumento base, luego nos acomodamos para sentir el dolor y desde

nuestra posición de dolor, culpar a nuestros supuestos agresores y sentir

conmiseración por nosotros mismos.

 

Viéndolo de esta manera, es un poco ridículo ¿cierto? bueno pues, me

perdono por las veces que actué de esa manera y sigo adelante con otra

actitud y en responsabilidad.

 

Normalmente la victimización oculta una gran culpa y la culpa es la madre de

la victimización, si no asumimos el ciento por ciento de responsabilidad en cada

hecho de nuestras vidas, andaremos lamentándonos por el resto de ella.

 

Cuántas veces hemos dicho: “ si él o ella no me llama o no me busca, yo

tampoco lo haré”, si se trata de un hijo, un amigo o un familiar, si lo que deseas

es verlo o hablar con él o ella, ¡llámalo!, ¡búscalo tú! Deja de lado la soberbia

y vive en paz.

 

Cuando eres capaz de ver el odio en la mirada de tu hermano, primero ese

odio está en tí, si puedes sentir la indiferencia, pregúntate primero ¿qué

servicio brindo yo? Cuando servimos de corazón, nunca nos sentiremos

abandonados, el servicio es lo que llena de alegría nuestro corazón, y

siempre, el servicio que brindamos es para nosotros mismos, para tener paz.

 

Entonces si queremos limpiar y borrar el sufrimiento de nuestra vida,

comencemos por dar.

 

Cualquier error que hayamos cometido, se puede reparar con servicio. Dar es

el primer paso a recibir.

 

Es muy gratificante cuando hacemos la iniciación a sincronizarnos con la

abundancia, el reconocer y admitir en cuántas áreas de nuestra vida hemos

sido soberbios, codiciosos y egoístas y al soltar esas memorias las puertas de

la abundancia se abren.

 

Finalmente quisiera decirte que si puedes elegir a qué actividad dedicarte,

asegúrate que la actividad que realizas brinde un servicio, si no puedes

elegirlo en este momento y lo que haces tiene que ver con la violencia o con

actividades que inducen a las personas a actividades de involución. Limpia,

entrégale a la Divinidad ese trabajo que realizas y deja que ella se

encargue de darte la oportunidad de servir aun dentro de aquella actividad.

 

Nunca me cansaré de repetir que todo es perfecto, lo que sucede, es que

nosotros somos como los cinco ciegos que tratan de describir a un elefante,

para uno será sólo una gran oreja, para otro una cola o una trompa, y no

pueden tener la imagen completa.

 

Dios siempre tiene la imagen completa.

Sólo necesitamos ser sinceros y coherentes y mantenernos en estado de

entrega, entonces la limpieza se hará constante y la paz estará presente en

nuestras vidas.

 

Que tengamos paz ,más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias, las de amor y las de miedo, te entrego mi bendiciones y mis pruebas, te entrego mi falta de fe y mi alegría, te entrego a mis amores, a mis amigos y también a aquellos con los que estoy en desacuerdo, para que Tú, llenes todo y a todos de Tu Luz

 

¡Y así se ha hecho!

 

Lo siento, por favor perdóname

 

Te amo,

 

Gracias

 

Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

Cuesta Arriba

Cuando comenzamos a entender la filosofía Huna, de la cual el Ho ́oponopono

 

es una parte, la vida se hace mucho más simple y refulgente.

 

Toda nuestra realidad es creada a partir de nuestras memorias, aquello que

 

conocemos es lo que conforma nuestra zona de comodidad, aunque algunas

 

veces esa zona sea todo menos cómoda.

 

Cuando conocí esto, inmediatamente surgió esta pregunta:

¿Cómo voy a querer yo, vivir esta prueba tan difícil?

Conscientemente, no es lo que deseara, pero desde mi subconsciente, estaba

acostumbrada a repetirlo una y otra vez con diferentes rostros y matices de mi

realidad.  

Las memorias son como programas de una computadora, y nosotros estamos

dotados de todos los programas existentes, los programas básicos para

mantener nuestra existencia los traemos activados desde siempre, respirar,

digerir, pensar, movernos, actuar, etc…

Los miles de millones de programas que traemos, no se activan todos,

utilizaremos sólo una parte de ellos en el transcurso de nuestras vidas, pero

activados o no igual los transmitiremos a nuestra descendencia de la misma

manera que a nosotros se nos fue transmitidos por nuestros antepasados.

Eso quiere decir que hemos heredado todas las memorias de la humanidad.

Como todo en la vida depende del uso que le demos, esta herencia puede ser

positiva o negativa.

Claro que hemos heredado todos los dones y habilidades, principalmente el

amor que es la base de la existencia y que está como luz en todo lo creado,

 

pero esta luz también puede quedar oculta por la sombra de memorias que

heredamos, como la carencia, el dolor, la enfermedad, la violencia y la mentira.

Depende de nosotros, elegir si queremos que estas memorias oscuras nos

transformen el camino en una cuesta empinada y dolorosa.

Cuando recibimos la herramienta del Ho ́oponopono, para hacer uso de ella, es

necesario utilizar nuestro libre albedrío.

Hemos sido dotados del poder de decisión y a cada momento estamos

haciendo uso de él.

Dios no interfiere con nuestro libre albedrío, por eso es necesario que nosotros

aceptemos Su intervención.

Podemos decidir, entre seguir utilizando nuestras memorias equivocadas y de

esa forma recrear una y otra vez situaciones dolorosas.  

O comenzar a entregarlas a la Divinidad para que sean transmutadas y en

esa transmutación, lo equivocado o doloroso nos será devuelto como luz o

inspiración divina.

El Ho ́oponopono es una herramienta que funciona inmediatamente, en el

momento que reconocemos y aceptamos que sea lo que sea que estemos

viviendo es una repetición de memorias.

Para entender esto, es importante saber que esa repetición de memorias es

generalmente de manera subconsciente, el subconsciente no razona, sólo

reacciona.

¿Cómo es que funciona esta repetición automática?

La explicación es simple, las memorias conforman la materia prima.   Para

entenderlo, puede ayudarnos este ejemplo: alguna vez una señora me decía,

que cómo podía sentirse responsable de un asesinato, si ella no “conocía” ni

al asesino, ni a su victima.

El hecho de que tanto tú como yo podamos re-conocer qué significa un

asesinato, no quiere decir que seamos asesinos, sino que gracias a que

traemos entre otras, memorias de agresión, de violencia, de conflicto y

de muerte, podemos conjugar estas memorias y re-conocer lo que es un

asesinato.

El poder re-conocer, como el término lo indica, significa que ya lo conocíamos.

Una vez más te repito, re-conocer: es lo que nos hace responsables.

La responsabilidad nos permite generar cambios.  

Si yo acepto ser responsable de utilizar determinadas memorias, con esa

misma responsabilidad puedo comenzar a entregarlas para que sean

transmutadas, que es, lo que en Ho ́oponopono se llama limpieza de

memorias.

Cuando limpio unas memorias, éstas, ya no recrean determinadas situaciones en

mi vida, dado que ya no las re-conoce.

Han dejado de ser conocidas porque han sido limpiadas de mi memoria.

Sólo se puede re-conocer aquello que está en nuestra memoria.

Y si te detienes a observar, verás cómo necesitas de tu memoria para

cada momento de tu vida. Comenzando por cada respiración que sucede

automáticamente, gracias a que un programa o memoria hace que la

respiración suceda.

De la misma manera hay un programa o memoria que está haciendo que la

enfermedad suceda en tu vida, que la carencia de salud, de abundancia, de

armonía familiar, se esté repitiendo una y otra vez.

Está demás tratar de identificar de dónde proviene tal o cual memoria, son

quince millones de memorias las que utilizamos a cada segundo.

Lo ideal es entregar ”lo que sea que hay en mí, que está generando esta

situación”

Es tan simple como eso, sólo necesitamos decirlo, el poder creativo de la

palabra es inmenso, y activa la limpieza inmediatamente.

No se necesita sentir, tan sólo es necesario decir.  

La culpa se transmuta con sólo decir “me perdono”, cualquier tipo de

sufrimiento comienza a transmutarse cuando al reconocerlo como generado

por una memoria propia, es aceptado, agradecido y entregado para su

transmutación.

Lo primero que uno tiene es una sensación de alivio, que poco a poco nos

conduce a un estado de paz.

Y lo que era una cuesta arriba, se va transmutando en un camino mucho más

fácil.

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego aquello que hay en mi, que esta ocasionando la situación que estoy viviendo, para que Tú, lo transmutes en luz.

 

No se de donde viene, ni siquiera se que tipo de memoria es, pero Tú si lo sabes y eso es suficiente. Te lo entrego.

 

¡Y así se ha hecho!

 

Lo siento, por favor perdóname

 

Te amo,

 

Gracias

 

Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

 

 

¿Es un fracaso?

“Gracias Señor por todos mis fracasos, sin ellos, posiblemente no habría

 llegado hasta aquí”

 Cuando hablamos de fracaso, normalmente estamos midiendo los resultados desde nuestros pequeños egos, en cambio cuando aceptamos que cometimos un error, esa aceptación viene desde nuestro verdadero Yo.

La palabra fracaso viene del latín y su base es la palabra “quassare”, que significa romper.  

 Lógicamente es algo que se rompe en nuestros planes y expectativas y es muy difícil que no nos topemos con muchas rupturas en nuestra vida.

 Siempre se puede ver el lado positivo, se dice que el ave para poder volar primero tiene que romper su mundo, si no rompe el cascarón que es lo que conoce y donde se siente protegido, nunca podrá estirar su alas y poder volar.

 ¿Cuántas veces al romperse nuestros planes y proyectos, hemos tomado una nueva senda, que sorpresivamente nos llevó hacia algo mejor?

 Tanto el éxito cuanto el fracaso se encuentran en la misma línea, pero en diferentes extremos, depende de nosotros el tratar de mantenernos en el equilibrio entre esos dos extremos, ese equilibrio se llama serenidad.

 No conseguir lo que deseamos, no es una experiencia agradable, no seríamos humanos si no nos afectaran los errores, un error puede ser fatal para algunos, sin embargo quedarnos en la lamentación no es lo saludable, ni lo práctico.

 Aceptar nuestros errores nos permitirá repararlos.  

 Los errores cometidos en el pasado se transforman en ”el libro de consulta”,desde allí capitalizamos las experiencias y nos podemos corregir y mejorar.

 Lo más interesante es que en realidad no existe el fracaso, y el error es relativo.

 En esta vida todo funciona de forma sincronizada, cada acción trae una reacción y esta reacción genera otra y otra más y todas juntas hacen que las cosas funcionen.

 Hay una comedia muy conocida, en la cual Dios le deja sus poderes a un individuo y éste se dedica a cumplir todos los deseos y se crea un gran caos.

 Si cada uno de nosotros consiguiera lo que desea, viviríamos en un mundo aterrador.

 Viéndolo desde otro contexto, lo que para unos es un fracaso para otros puede representar un éxito, sin ir muy lejos, por ejemplo en una contienda política, un partido de futbol, etc.

 …”Ninguna vida será un fracaso, no existe el fracaso en el Universo. Un centenar de veces el hombre se lastimará a sí mismo, un millar de veces se vendrá abajo, pero al final comprenderá que él es uno con Dios”… SSB

 Es natural temerle al fracaso, lo que no es natural es que nos paralice, si aprendemos en primer lugar, a llamarlos errores y no fracasos y luego capitalizar esos errores como experiencias, aprenderemos también a ser humildes.

 La humildad nos da proporción y nos permite ver claro.

 Tú y yo somos seres humanos perfectamente imperfectos, y es gracias a nuestras imperfecciones que avanzamos. En la historia de la humanidad han sido, más los errores que los éxitos los que nos han empujado hacia adelante.

 Creo que en varias oportunidades he compartido contigo la efectividad de la gratitud, y sin embargo muchas veces, yo lo olvido.

 Hoy lo recuerdo, y te lo recuerdo a ti también…  

 Es una fórmula mágica agradecer no sólo por lo bueno en mi vida, sino también por lo que no lo es. Cuando agradezco sinceramente por todo aquello que no me gusta o que no quisiera tener en mi vida, de pronto comienza la maravillosa trasmutación, y finalmente me libero del dolor.

 Cuánta rabia existe en la frustración de no conseguir lo que queremos, sin embargo a veces nos trae más dolor el resistirnos, que la situación en sí.

 Hoy te invito a acompañarme y agradecer por todo, también por aquello que no nos gusta, que no queremos y que rechazamos, reconocer que todo ha sido creado desde la luz y que está impregnado de luz, que cuando no podemos verlo así, es porque lo vemos desde el enfoque incorrecto.

 Gracias, gracias, gracias.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi vehemencia y mis memorias de capricho y rebeldía para que Tú, las transmutes en luz.

 Te agradezco por el día de hoy, por todo lo que me gusta, pero especialmente te agradezco por todo aquello que no me gusta.

 

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo,

Gracias

Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

Negocios  

Si negocio significa una actividad que nos lleva a conseguir un beneficio.

Tú y yo negociamos todo y a toda hora, cuando en Ho ́oponopno nos enseñan

a hacer la respiración “Ha”, nos indican que debemos juntar los dedos medio,

índice y pulgar haciendo un argolla que será entrelazada por los dedos iguales

de la otra mano, al nombrar los dedos nos dicen que el dedo pulgar representa

a Dios, el índice al individuo y el dedo medio representa nuestros negocios o

memorias.

Siempre estamos buscando un beneficio, y el beneficio que buscamos es

encontrarnos en paz.

Ya sea que tratemos con nuestros padres, hijos, la pareja, los amigos o

cualquier otra apersona. Siempre estamos buscando sentirnos bien.

Los errores los podemos cometer cuando no sabemos exactamente, con qué

nos vamos a sentir bien.

Te comenté alguna vez, sobre la frase de aquel político honesto que decía “la

honestidad, aun como negocio es un buen negocio”.

Y eso se debe a que cuando somos honestos podemos tener paz, pero la

honestidad comienza como todo en la vida, dentro de nosotros mismos.

Tenemos mucho miedo a expresarnos con honestidad, la verdadera

honestidad no lastima, la verdad es un valor absoluto y no tiene aristas.

Cuando creemos ser honestos y nuestra honestidad daña, es que no

lo estamos siendo, la rabia, la envidia o la rigidez han contaminado a la

honestidad.

Entonces volvamos al tema de los negocios. ¿Qué negociamos cada día?

¿Qué beneficio queremos conseguir a cambio de lo que hacemos?

¿Mi enfermedad es un negocio?, qué beneficio recibo por sentirme enferma y

proclamarlo?

¿Cuánta victimización hay en mi vida? ¿qué beneficios obtengo con ella?.

Parece ilógico pero es cierto, muchas veces llegamos estar tan desconectados

que deseamos “sentir”, y en ese sentir podemos quedarnos con la adrenalina

de sentir el dolor.

Esa sensación puede volverse adictiva, así como la rabia, el peligro, el vivir

siempre en los extremos, el estar siempre con el tiempo con las justas, etc.

En los talleres escuchamos muchas veces: ”cómo se te ocurre que yo voy a

querer estar enferma?”…

No es que conscientemente deseemos estar enfermos, pero activamos la

memoria de la enfermedad como mecanismo de defensa.

Cada vez que nuestro niño interior-Unihipili- Subconsciente, activa una

memoria de dolor, lo hace a manera de protección, puede que esa forma de

actuar esté equivocada. Pero es lo que el aprendió para defenderse, ahora

depende de nosotros y la buena comunicación que tengamos con nuestro

Unihipili para enseñarle otras maneras de actuar.

Otras negociaciones que mantenemos constantes, son nuestros formas de

ocultar la culpa, pagamos lo que sea para no sentirnos culpables, y créeme

¡ese es uno de los peores negocios¡.

Nunca podremos aceptar la culpa porque está en nuestra naturaleza humana

rechazarla, y como dice la enseñanza Huna, “a lo que me resisto: persiste”

Pero si, podemos enfocarla como error, entonces será la responsabilidad la

que se active, si acepto la responsabilidad, podré perdonar-me y reparar .

Hay un libro maravilloso que te recomiendo, “Cometas en el Cielo” (The Kite

runner ) de Khaled Hosseini.

Este libro nos muestra hasta donde podemos llegar para ocultar nuestra culpa,

y cuánto podemos reparar al aceptar nuestra responsabilidad.

Una frase del libro:

“Cuando mientes, le robas a otro el derecho a la verdad”.

Un mal negocio ¿no?, si no hay verdad, ambas partes estarán perdiendo.

Finalmente y para terminar, quisiera pensar que mi mejor oferta para negociar

es la flexibilidad. En la rigidez se quiebran las negociaciones.

He aprendido a ceder, estoy aprendiendo que las cosas no tienen que salir

siempre como yo deseo y también he comprobado que aquello que me

pareció un fracaso total en un momento, puede transformarse en una valiosa

experiencia.

Mi negocio esta semana será la honestidad, acompañada de la flexibilidad,

recuerda que “PONO” en hawaiano significa rectitud y también flexibilidad.

Y la tendré primero conmigo misma, para que lo que piense, diga o haga

esté en completa coherencia.

Te agradezco hoy día porque cuando comparto contigo estos artículos, esa

coherencia es una condición fundamental.

Que tengamos paz más allá de todo entendimiento

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te

entrego todas mis memorias o negocios, para que Tú, los transmutes en Luz

Que mi ganancia sea la paz y mi aporte la verdad.

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo,

Ana Maria


Aloha Ke Akua


“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

Existencia

Dice en el diccionario:

En el uso común, la existencia es «la estancia en el mundo».

De eso somos conscientes al notar con nuestros sentidos otras cosas «existentes». De modo que existir viene a ser «estar en el mundo», tanto nosotros como las cosas que nos rodean.

Existir es nuestro valor intrínseco.

“Valgo porque existo”, eso se llama auto aceptación.

Culturalmente, hemos aprendido a darle valor a lo temporal, como el dinero, la

belleza, el poder, la juventud y tantos otros valores relativos.

 

El único valor absoluto es la existencia, en donde el AMOR es el continente y la

VERDAD el contenido.

 

Nuestra existencia es el nexo como el universo que conocemos y todos los

demás universos que desconocemos pero que existen, independientemente a

que los reconozcamos o no.

 

Tu y yo somos la flores de una guirnalda que tiene un hilo que las conecta y

que sin ese hilo la guirnalda no sería guirnalda, ese hilo es la existencia.

 

Pocas veces ponemos nuestra atención en percibirla, es simplemente

detenernos y sentir que estamos vivos.

Pero no sólo eso sino que estamos viviendo, existiendo con todo lo creado,

con lo que nos gusta y lo que nos disgusta, con lo más lejano y lo cercano, lo

conocido y lo desconocido, lo sublime y lo grotesco.

 

La experiencia de pertenencia, nos une. Cuentan las personas que han tenido

la oportunidad de salir al espacio que cuando ven desde fuera al planeta tierra,

tienen la misma sensación de estar viendo desde la calle a su propia casa,

todos los que viven en ella que son su familia.

 

La práctica tradicional Huna, empleaba el Ho ́oponopono para mantener la paz

entre familias, clanes y pueblos, y se hacía, reuniendo a las dos partes en

conflicto frente a un sacerdote o Kahuna que hacía de mediador. Se exponían

las razones del conflicto, el Kahuna los orientaba a buscar una solución y

perdonarse y finalmente se separaban, agradecidos y en paz.

 

 

Cuando Morrnah, recibe la inspiración, basándose en esa existencia única,

para hacer que el Ho ́oponopono tradicional, se transforme en Ho ́oponopono

de identidad propia, en donde todo lo que se quiera trabajar se hace en

uno mismo. Ya que todo sucede dentro y no fuera de nosotros, y al hacer la

limpieza internamente, lo hacemos en todo lo que nos rodea.

 

Lo que sea que yo trabaje en mí, lo estoy trabajando conectado a LA

EXISTENCIA.

 

No hay dos existencias, sólo es una, constante, invariable, omnipresente y

absoluta.

 

Esa existencia está en todo y en todos, conectándonos en todo momento.

Y está más allá de lo que captan nuestros sentidos, nuestros cinco sentidos

básicos son sumamente limitados y no nos permiten acceder ni comprender

todo lo existente.

 

Cuando en Ho ́oponopono queremos hacer la limpieza de un objeto, siempre

comenzamos por percibir la existencia que nos une, cuando podemos sentir

que la habitación, el lápiz o la silla que queremos limpiar, existe y que su

existencia es la misma que la mía, entonces desde ese reconocimiento, y esa

unión, podemos iniciar la limpieza.

 

La existencia es infinita, entonces: ¿cómo podríamos entender lo que es infinito

con una mente finita y limitada?

 

Alguna vez te comenté que aceptando esto, y dado que Dios es existencia

pura, y nunca podremos entenderlo, sólo nos queda disfrutarlo.

 

Disfrutar a Dios es lo mejor que podemos hacer en nuestra vida, sentir Su

presencia en cada persona, en cada objeto, en la naturaleza que es Su obra y

agradecer, agradecer y agradecer.

 

Puede ser, que hoy día estemos pasando por alguna prueba, yo sé que lo

último que queremos es agradecer por ella y sin embargo, en eso radica la

liberación.

 

Agradece sinceramente por todo y de esa manera lo sublimas, lo elevas a una

vibración más alta y en automático será transmutado.

 

Finalmente quisiera compartir contigo mis reflexiones sobre la existencia y lo

que creemos ver fuera de nosotros.

 

 

 

Dado que nuestra educación nos ha orientado a pensar de manera dual, es

decir, en sentirnos separados.

 

Cuando el Ho ́oponopono, llega a nuestras vidas y nos repite una y otra vez:

“no es afuera, es adentro”.

 

Al comienzo lo escuchamos como algo hermoso, tal vez conmovedor, pero no

lo experimentamos, luego, si seguimos poniendo en práctica las enseñanzas,

comenzaremos a experimentar chispazos de esa unidad.

 

Cuando esto sucede, nuestra consciencia se expande, estamos lúcidos para

darnos cuenta, de que en realidad nada sucede fuera sino dentro de nosotros.

 

Y un buen día nos encontramos con que nuestro lenguaje cambió, se suavizó,

al mejorar nuestro lenguaje, es que también hubo un cambio en nuestro

pensamiento, ya no estamos tan propensos a juzgar y criticar.

 

Finalmente, quienes nos rodean viven también ese nuevo estado de

consciencia, dado que compartimos la existencia, lo que mejora en nosotros

mejora en toda la humanidad.

 

Hoy trabajo en mantener la paz en mi vida y en todo lo que me rodea, y

dado que tú estás en mi realidad, compartiremos esa paz más allá de todo

entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te

entrego todo aquello que no veo en mí y que atrae momentos de conflicto

una y otra vez a mi vida, para que Tú, lo transmutes en luz.

Enséñame a percibir la existencia en todo lo que me rodea.

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo

Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

SIN RESISTENCIA

Hacen muchos años tomé algunas clases de Latín, y el profesor me enseñó algo que me ha servido mucho y que lo comparto hoy contigo, para diferenciar que palabras tenían raíces latinas y cuales griegas el me dio la clave, el Latín nombra el QUÉ y el Griego, nombra al CÓMO.

 ¿Porqué te comento esto?

Porque recordando esta parte de mi vida mi di cuenta que esa forma de aprendizaje se ha repetido muchas veces, de mi Maestro espiritual, aprendí el “qué” y con los consejos de mi coach, el “cómo”.

 Lo mismo se repite en el Ho´oponopono, que nos da el qué, y cuando comparto contigo todo lo que he aprendido también estoy compartiendo el “cómo”.

 Cuando mi Maestro me decía entrégaselo todo a Dios, yo podía entenderlo perfectamente, y ese era mi mejor intención, entregarle todo a Dios, pero en la practica no lo hacia por que el miedo me ganaba.

 Cuando gracias al Ho´oponopono, me di cuenta que, ese era el mejor instrumento de la entrega, entonces supe el “cómo”, y conseguí llegar a la entrega, yo se que aun no es total, pero si te puedo decir, que ya no me resisto a nada, ahora acepto y entrego aunque muchas veces me cueste hacerlo.

 Otra enseñanza que también he compartido contigo y que recordarla me ayuda mucho es la siguiente:

“Hay que ser a la vida, como los gatitos a la gata, cuando la gata quiere llevar a uno de sus gatitos de un lugar a otro, lo toma con su hocico y el gatito se relaja totalmente mientras su madre lo lleva sin daño alguno. En cambio si esa misma gata atrapa a una rata, la rata se resiste y la gata la destroza”

 La vida es así, cuando nos resistimos a la realidad, nos destrozamos, en cambio al aceptarlas con tranquilidad, salimos ilesos y no sólo eso sino que también podemos ver todas las posibilidades para sortear las dificultades.

 “A lo que me resisto, persiste, lo que acepto se transmuta”

 Muchas veces en el pasado he tenido miedo a “lo que vendrá”, hoy estoy dispuesta a vivir lo que venga con la confianza de estar tomada, a cada instante de mi vida, de la mano de Dios.

 Eso no quiere decir que Dios no estuvo siempre conmigo, pero mientras yo no haga uso de mi voluntad, y permita que, Él sea visible, será un acompañante silencioso que respeta mi libre albedrío.

 Muchas veces he compartido contigo que cada vez que decimos “te amo, gracias”, estamos diciendo, por favor interviene, y la Divinidad lo hace en ese mismo instante.

 Rumí, el poeta sufí, dice en un párrafo de “El Masnavi”,: “Cada ¡Oh! Señor”, es un, ¡Aquí estoy!”

 Esa sola frase me llenó de gozo, la primera vez que la leí, ya que significa que no hay tiempo ni distancia entre Dios y nosotros, la respuesta es inmediata.

 Cuando le oramos a un Dios lejano, que vive en el cielo, lejos de nosotros, nos sentimos separados y desvalidos.

 Pero cuando finalmente entendemos que Dios está, en nosotros, delante de nosotros, atrás de nosotros, a nuestro costado y en nuestra propia casa, nunca más volvemos a sentirnos solos..

 Hoy puedo compartir contigo mi ultima experiencia; yo tengo una rutina madrugadora, de oración para comenzar el día, es un momento dedicado solamente a la oración, ya que el resto del día me mantengo en un dialogo constante con Dios, pero en medio de todas mis actividades.

Durante mi oración de madrugada, voy haciendo la entrega de todos y cada uno de mis hijos, nietos, de mi esposo y de cada una de las actividades que planeo realizar durante el día.

 El lunes pasado se me hizo tarde y no puede hacer la entrega especificando cada cosa y solo dije: ”Dios mío te entrego todo y Tú ve que haces”

 Bueno fue un día sorprendente, era como mágico, a donde llegaba, las cosas estaban mejor que nunca, conseguí estacionamiento en la puerta de cada lugar, tuve respuesta a muchas cosas que estaban detenidas y me cruce con dos personas que hacia mucho tiempo que no veía y con las que converse por separado y ambas me hablaron de temas espirituales maravillosos, que llenaron mi corazón.

 ¡Que maravilla¡ ¡ Fue un día DIVINO¡

 No tuve expectativa, no pedí nada sólo entregue y nada más.

 Cuando nos mantenemos entregados, tenemos paz, se alejan de nosotros la critica y el juzgamiento, y todo lo vemos como obra Divina.

 Muchas veces creemos equivocadamente, que nosotros somos los que hemos buscado este camino, cuando la verdad es, que se nos ha permitido llegar a el.

 Para seguirlo se necesita, paciencia, tolerancia clemencia y constancia.

 Yo estoy dispuesta y decidida a continuar, ¿lo estás tú, también?

 Hoy seré como el gatito a la gata y me dejare trasladar por la voluntad Divina.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de control para que Tú, las transmutes en luz.

 Enséñame a soltar, entregar y aceptar.

 ¡Y así se ha hecho!

 
Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 

Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Ho´opo Boletín de Noviembre 2014

Noviembre se inicia con el día de todos los Santos y los fieles Difuntos, y en algunos países de centro américa y otras regiones, continua con la celebración del día de Muertos.

 En realidad es una costumbre ancestral, común a casi todas las culturas, lo que difiere es la fecha en que se celebra.

 Recordar a nuestros antepasados es una expresión de gratitud y de aceptación de nuestra identidad.

 Las memorias que traemos insertas, son un compendio de todas las experiencias vividas por nuestros antepasados.

 Cuando en la oración del Ho´oponopono hablamos de mi familia o antepasados en realidad estamos hablando de nuestras memorias.

 Cuantas veces hemos recordado con dolor los conflictos de la niñez y hemos culpado a nuestros padres y ancestros por ellos.

 La verdad es, que con eso no conseguimos ninguna alivio y mucho menos, un avance en nuestras vidas.

 Desde que nacemos, son muestras memorias y solo nuestras memorias las que van torneando nuestra realidad.

 Un niño recién nacido, ya trae consigo las memorias de todos sus antepasados desde el comienzo de la creación, algunas memorias estarán activas, otras se activaran en el transcurso de su vida y algunas otras se mantendrán latentes pero, igual pasarán como herencia genética a su descendencia.

 Nuestras memorias negativas pueden ser sublimadas, cuando aprendemos a reconocerlas, aceptarlas y entregarlas, para su transmutación.

 No somos seres estáticos a quien una lluvia de rayos de agresión y dolor nos cae en la cabeza. ¡No¡.

 Somos seres dinámicos, poniendo en practica en todo momento lo que conocemos.

 La victimización no nos conduce a nada, la responsabilidad si.

 En primer lugar nos conduce al perdón, perdonar es liberador.

 Pero no confundamos la forma de perdonar; en primer lugar, el perdón es hacia mi misma, sea la que sea, la experiencia que haya vivido, siempre hay una rasgo de culpa hacia mi misma, entonces aplico el método mas fácil y contundente, me digo a mi misma ¡Me perdono!, cuantas veces sean necesarias.

 Al perdonarme yo, el perdón es automático con el resto, si he vivido maltratos, abusos, abandono, engaños etc. puedo perdonar.

No hay nada en este mundo que no se pueda perdonar.

 Pero ¿porqué digo que no nos confundamos?, porque el perdón va al sentimiento, no al sentido común.

Yo puedo perdonar a mi agresor, pero eso no quiere decir que me vaya a vivir con él. Es más, yo puedo denunciarlo, aun habiéndolo perdonado.

 La denuncia puede ser sin rasgo de odio o resentimiento, solo con sentido de justicia.

 Igual sucede dentro de la familia, si las conductas equivocadas de un familiar, o de muchos de ellos, me afectan, me perdono, los perdono, pero me mantengo alejada.

 Tu y yo no somos salvadores de nadie más que de nosotros mismos. El trabajo es personal, a mí me ayuda mucho, tener siempre presente la la frase de Morrnah: “la paz comienza conmigo”

 Si esto es cierto y la paz comienza conmigo, también lo hace, la justicia, la honestidad, la alegría, el orden, y todos los valores que con tanto ahínco reclamo en los demás.

 Cuando yo los practico y los vivo, esos mismos valores estarán presentes en mi realidad.

 Recordemos a nuestros antepasados con gratitud, y humildad, ya que por mas que no hayamos estado de acuerdo con ellos, la verdad es que “de allí venimos” y también con alegría, si ya no están en este plano,   porque cumplieron su misión de vida y han sido recompensados con la unidad Divina.

 Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de victimización para que Tú, las transmutes en luz.

 Enséñame a tomar el cien por ciento de responsabilidad a cada momento de mi vida

 ¡Y así se ha hecho!

 
Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

Lo siento, por favor perdóname

La pregunta que siempre nos hacemos al comenzar la practica del ho´oponopono es: ¿A quien le estoy pidiendo perdón?

 El Perdón te lo pides a ti mismo, a la Divinidad que habita en ti y al ser humano que eres y que a su vez es una partícula de la humanidad completa.

 El pedir perdón es el producto de nuestra aceptación.

 El camino a la recuperación de la armonía, es el proceso de identificar, aceptar y reparar.

Primero es necesario reconocer o identificar, que es desde nuestra memoria que recreamos las cosas.

 Después del reconocimiento, recién puede venir la aceptación: ¡Esa memoria es Mía!, no es de nadie más y soy yo quien al activarla, está trayendo esta situación a mi realidad, a mi vida.

 Si lo que estoy reconociendo, trae sufrimiento, entonces pido perdón.

 La diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas es muy grande.

Pido perdón desde la aceptación total de mi error.

 Pido disculpas tratando de evadir la responsabilidad. Por ejemplo: Llego tarde a una cita, y digo:

 “Perdóname por mi tardanza” eso es suficiente, estoy asumiendo el hecho que haber llegado tarde.

 Si después de haber pedido perdón se me pregunta porqué llegue tarde puedo explicar las razones, pero así y todo no puedo negar el hecho real : Llegue tarde.

 Si llego diciendo, perdóname mi tardanza, PERO, es que el transito está terrible.

Ya estoy tratando de evadir la responsabilidad.

 El “PERO” que le sigue al pedido de disculpa o de perdón es el que nos aleja del reconocimiento del hecho.

 Es cierto que pueden haber muchas razones que contribuyen a la falta, pero el hecho verdadero y contundente, es que hubo un error.

 Allí es donde la responsabilidad tomada al cien por ciento, hace la diferencia.

 El Ho´oponopono, se inicia con la aceptación del cien por ciento de responsabilidad de todo lo que está en mi realidad, de todo aquello que YO puedo reconocer.

 Al aceptar la responsabilidad, me alejo de la culpa. La responsabilidad es la capacidad de generar cambios, si no hay responsabilidad no hay reparación.

 Tu y yo cometemos errores, somos seres humanos falibles, y muchas veces al no tomar la responsabilidad, permitimos que sea la culpa, la que crezca, haciéndose desproporcionalmente más grande que el error.

 Cuando nos llenamos de culpa, esta viene con sus acompañantes inseparables, el miedo y la rabia.

 Al sentirnos culpables, creemos que seremos castigados, eso nos llena de temor y nos mantiene a la defensiva, y también nos llena de rabia, entonces puede ser que como nos sentimos vulnerables, ataquemos antes de ser atacados.

De esa manera comenzamos un ciclo repetitivo, interminable y doloroso.

 Cuando tomamos la responsabilidad, autorizamos a la Divinidad para intervenir y transmutar nuestras memorias equivocadas en luz.

 Culturalmente, hemos fortalecido el sentimiento de culpa, y eso crea una confusión, siempre que hablamos de responsabilidad la conectamos con la culpa, siendo éstas totalmente diferentes.

 Con la culpa nos separamos, para juzgar o ser juzgados, con la responsabilidad nos integramos y podemos reparar.

 He aprendido a no sentirme separada, he entendido, que todos estamos unidos, y que la misma luz Divina vive en todos, la diferencia, está en la capacidad de emitirla, también he aceptado que amor es la fuerza que sostiene al universo y que no importa, qué hagamos, cuántos errores cometamos o cuán difíciles y complicados seamos: SOMOS AMADOS,

 

A quien considero mi adversario, aquel con quien estoy en completo desacuerdo, también es amado y protegido como lo soy yo.

 La inocencia, la limpieza y la candidez de un niño radican en ti y en mí, y nunca serán vulneradas.

 En el ultimo taller, hablamos nuevamente del error que muchas veces cometemos , al pensar que: “ estamos espiritualmente enfermos”, o “que nos han partido el alma”, etc.

 El Alma o Aumakua se mantiene siempre inafectada, está siempre en estado de serenidad, es como el fondo del mar, calmo y sereno sin ser afectado por la olas o los huracanes.

 Nuestro Supra consciente, o Aumakua , se mantiene siempre en serenidad, todos lo demás, son las olas del mal uso de las memorias.

Entonces hoy pido perdón por todos los errores que he cometido consciente o inconscientemente y acepto el cien por ciento de responsabilidad.

 

Hoy también, entrego a la Divinidad, todas las memorias que utilice equivocadamente para cometer esos errores, para que ella las transmute en luz.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Si estoy utilizando memorias equivocadas de miedo, dolor y carencia, te pido perdón y te las entrego para que Tú, las transmutes en luz.

 ¡Y así se ha hecho!

 
Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”