Los refranes guardan mucha enseñanza, hay un refrán que dice:
“El hombre propone y Dios dispone”.
Es tan cierto como que cada día está lleno de sorpresas, cada día ganamos y perdemos un poco, ya que generalmente las cosas no salen como esperábamos, a veces son mejores y otras peores y algunas veces desastrosas o maravillosas!!!
Es nuestra capacidad de aceptar este hecho contundente lo que puede mantenernos en paz.
Estar dispuestos a ser sorprendidos cada día, y tal vez perder. Y déjame decirte que entre todas las pérdidas la más difícil de perder es una idea, nos aferramos a ella más que a cualquier cosa, pero cuando aprendemos a soltar y perderla el resultado es la paz.
Viviremos eternamente sorprendidos, y si aprendemos a aceptar los vaivenes y movernos en armonía con esto, no seremos lastimados.
Yo siempre recuerdo la enseñanza de mi Maestro que decía:
“Hay que ser a la vida como los gatitos a la gata. Cuando una gata quiere trasladar a sus gatitos de un lugar a otro, estos sueltan su cuerpo y se dejan trasladar sin ser lastimados, pero si esa misma gata quiere atrapar a un rata, ésta se resiste y la gata la destroza”.
Trato siempre de no resistirme, aunque muchas veces no lo consigo, por lo menos puedo observar mi resistencia y trabajar sobre ella.
Este último año en donde he pasado por grandes pruebas, creo que los momentos más llevaderos han sido cuando no he puesto resistencia.
Eso no quiere decir quedarse estático y no hacer nada, ¡no! Es buscar soluciones en armonía con la situación, si es enfermedad, no es echarse a la cama y dejarla pasar, es buscar con tranquilidad el tratamiento, guiados siempre por la inspiración y las señales que ésta nos da.
Si el médico que te trata no te agrada, no sigas con él, tu conciencia te está advirtiendo, busca personas que estén en tu misma frecuencia de amor y confianza.
Muchas veces insistimos en tratar con personas, que nos dejan con un vacío en el estomago, ya sean los socios, los conocidos a quienes muchas veces llamamos amigos, un amigo es aquel que vibra contigo, aunque no siempre esté de acuerdo pero que al separarse te deja en armonía.
Nos congregamos en grupos que nos angustian o en los que tratamos de demostrar qué tenemos o qué hacemos.
Cada vez que estés tratando de demostrar algo, estás en desventaja, si simplemente fluyes, con autenticidad, entonces te sentirás bien contigo mismo y con el grupo o la persona con quien compartes.
El querer demostrar significa miedo.
Y sólo hay dos caminos : el amor que nos trae paz y seguridad y el miedo con su larga cola de rabia, envidia, sarcasmo, ocultamiento, mentiras etc.
Nacemos con temor, el estado infantil es demandante, dependiente, miedoso, rabioso y egoísta.
La vida nos va llevando a la madurez emocional en donde estos estados infantiles tendrían que ser superados.
Todo es cuestión de observarse, trabajar en uno mismo y corregir.
Cuando estamos demandando a los demás atención, tengamos cuidado demandamos desde el vacío y el vacío es miedo también, cuando vivimos desde el amor damos, damos y en ese dar está la felicidad sin esperar nada a cambio.
La vida es reflejo, reacción y resonancia de nosotros mismos.
Reflejamos en nuestra realidad lo que llevamos dentro.
Reaccionamos de acuerdo a ella.
Resonamos con nuestra propia armonía si es que la tenemos.
Dejemos que la vida nos sorprenda, agradezcamos cada momento, cada prueba, vivimos en la perfección de un plan divino que muchas veces no entendemos.
Repetir las palabras maravillosos del Ho ´oponopono nos llevarán a ir armonizando nuestra vida.
TE AMO, GRACIAS
Y hecho esta’
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi vida para que Tú la dirijas en armonía con Tu voluntad.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo,Gracias.
Ana María
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”