HO´OPO BOLETÍN DE ABRIL 2016

Hay una tradición anglo sajona de celebrar el primero de Abril como el día de las bromas y le llaman “Los tontos de Abril”.

Un poco se debe a la despreocupación por el paso del invierno y su clima
inclemente, en donde las personas se sienten libres del frio paralizante y
dispuestos al juego y la diversión.

La diversión está definida como recreo, entretenimiento, pasatiempo.

Los momentos de diversión bien enfocados, pueden ser muy valiosos para
relajar la mente y el cuerpo.

Tal vez sería importante preguntarme ¿Qué es para mí la diversión?

Si después de haber tenido un momento, unos días o cualquier tiempo de
diversión me siento relajado, alegre y con nuevos bríos para continuar,
entonces habré hecho uso de un tiempo de crecimiento.
Cuando mis hijos estaban en la adolescencia, esperaban el fin de semana
como si fuera el momento más importante de sus vidas, y como si fuera el
único cuando yo les decía, “Tranquilos, tendrán muchos fines de semana
más”… por supuesto que no me hacían caso.

Cuanta espectativa en la “diversión del fin de semana” y a veces que caro la
pagamos, porque si lo queremos, los fines de semana lejos de limpiar y liberar
el cuerpo y la mente, se convierte en un intoxicar el cuerpo y la mente, el día
lunes será un día pesado, el martes estaré cansado y el miércoles comenzaré
de nuevo a vivir el futuro fin de semana.

¿Con qué me quedé? Un poco vacío ¿No es así?

El hoy, es el maravilloso tiempo que guarda todas las sorpresas y las
posibilidades. La verdadera diversión es vivir el presente, llenarse con cada
momento, sentirlo, saborearlo, es como la herramienta del Ho´oponopono, los
chocolatitos de “M & M’s”, cada uno de un color diferente pero todos con un
dulce sabor.
Cada momento tiene su propia dulzura, aunque muchas veces no lo veamos
así. Hasta lo que vemos como grandes fracasos tienen una estructura tan
perfecta para poder fracasar que ¡podríamos admirarnos de ella!

Hace poco leí un libro llamado “La vida es un juego”, que habla que si
verdaderamente aprendemos a mirar las cosas como una gran puesta en
escena y nos divertimos con nuestra participación en esa obra, todo se
convierte en diversión.

Nosotros, tú y yo somos seres eternos, sin principio ni fin, y pasamos por la
experiencia de la vida como una diversión temporal.
En muchas ocasiones no nos parece divertido para nada, es verdad y es
porque no podemos mirar el panorama completo.

Pero nuestra visión cambia, cuando algo muy impactante nos remece y nos
lleva a replantearnos todo, buscar nuevas estrategias para continuar el juego,
quizá es en ese momento que comencemos a buscar las respuestas correctas
y a mirar en nuestro interior en donde todas esas respuestas están esperando
ser encontradas. Y ¡Oh Maravilla! encontramos a Dios y descubrimos que
somos parte de ÉL…

Entonces entenderemos la oración de Santa Teresa de Ávila:

“Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza;
quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta”.

No importa si no crees, no importa si aún no estás buscando, no importa si te
gusta o no, Dios está en ti, y Su amor es la esencia de nuestra existencia.

La diversión, puede ser constante, dependiendo de cómo quieras vivir la vida.

Me imagino que si en este momento estás pasando por un reto, te parecerán
tontas mis palabras, pero los retos son parte del juego y tarde o temprano
terminan.
A mí no me gustan las montañas rusas, cuando tenía 15 años viajé a Argentina
y me invitaron a un parque de diversiones, mi amiga me invitó a subir a una, yo
jamás había experimentado esa sensación de caída al vacío y verdaderamente
el tiempo que duró el giro para mí fue eterno, como no tenía idea de qué era
lo que esperaba, la sorpresa acrecentó mi miedo.

En la vida a veces nos encontramos recorriendo el circuito sorpresivo de una
montaña rusa y pensamos que caemos al vacío, pero tarde o temprano el
juego termina. Continuémos, es sólo un juego…

Que Abril nos reciba con una nueva visión de la vida, que podamos ver la
belleza subyacente en todo.

Si hoy estamos pasando por una prueba, si nuestro entorno no nos gusta, si la
montaña rusa parece interminable… Agárrate fuerte de la mano de Dios que
es nuestra ficha ganadora y continúa, la vida es un juego y estamos aquí para
jugarlo.

Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de temor, de caída y de abandono, para que
Tú, las transmutes en luz.

Enséñame a jugar el juego de la vida contigo siempre a mi lado.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria


Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”

SIN CONFLICTOS

“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad, es la paz
interior”
Amado Nervo

Esta frase nos puede hacer reflexionar sobre cómo estamos en nuestra
búsqueda personal. Muchas veces nos creemos dueños de la verdad y ese
solo hecho ya es un signo de cuán lejos estamos de ella.
Quien está cerca de la verdad es tolerante, humilde, compasivo y sobre todo
flexible.

Si es que adquirimos estos atributos, ellos nos otorgarán una vida sin
conflictos.

Los conflictos son el reflejo de nuestra propia inseguridad. Pero la inseguridad
puede tener muchas causas y nuestro esfuerzo será descubrir esas causas.

Cuando se descubre la causa, el efecto desaparece, cualquier causa puede
cambiar y por lo tanto el efecto también.
Cuando nos preguntamos, ¿Por qué estoy en conflicto? la observación debe
ser hecha con nuestro supraconsciente, no con nuestra mente porque eso sería
un análisis mental, y te recuerdo que nuestra mente es muy esquiva, y siempre
nos está desviando a donde ella quiere.
Es por eso que la sabiduria oriental compara las estrategias de la mente con el
movimiento de la serpiente que no avanza de frente sino que siempre lo hace
de manera sinuosa y de costado.

Sólo nosotros podemos saber la verdad que radica en nuestro interior y para
encontrarla recurrimos a la autoindagación sincera, profunda y dejando poco
a poco el miedo, la culpa de los cuales el orgullo es uno de sus efectos.

Hace un tiempo te comentaba, que durante todo esta vida de trabajo conmigo
misma he aprendido que aceptar con ecuanimidad la opinión de las otras
personas, sobre todo cuando esa opinión es negativa y es sobre mi persona.
En este afán, descubrí algo muy liberador, aceptar toda crítica como una
posible verdad, y confrontarla con mi autoindagación.
Dejar abierta la posibilidad de que la otra persona tenga la razón, me abre
grandes espacios de mejoramiento.
¿Cómo corregiremos lo que no vemos?

Cuando una memoria negativa se muestra, hay que agradecerla porque
entonces sabremos que allí, hace falta limpieza.

La raiz del conflicto siempre radica en nosotros mismos. Y es allí en donde
podemos comenzar la limpieza.

Cuando me di cuenta que esto era así, me puse pequeñas metas…
Primero fue tratar de no tener conflicto durante un día, y poco a poco fui
observándome y tratando de tener cada vez menos conflicto. A veces pueden
pasar semanas en que disfruto de esa armonía.
Como también, si me descuido y dejo que el diálogo interno vaya por donde
la mente lo quiere llevar, los diálogos atormentadores no se hacen esperar!!!

La paz es un estado que requiere una atención y cuidados constantes. Y algo
que también podemos aceptar con humildad es que los seres humanos
tendemos por naturaleza al conflicto.

Es mejor aceptar esta realidad, ya que de ello depende no quedarnos dormidos
en nuestros laureles y de pronto despertar en medio de un verdadero caos.

¿Dónde comienza mi conflicto?, creo que siempre comienza en el estado de
egoismo. “No me dieron”, “no me miraron”, “no me recompensaron”, “no me
amaron”.

Mejor me preguntaré: ¿cuánto di?, ¿cuánto agradecí?, ¿cuánto me
entregué?, ¿fui soberbia?, ¿fui sincera?, ¿fui leal?…

Otra pregunta: ¿Qué es lo que quiero conseguir?; ¿Tener el control de la
situación?, ¿Ser aprobada?, ¿Ser admirada?…

Lo que me lleva a profundizar un poco más, ¿Apruebo verdaderamente mi
conducta?, ¿Me acepto?, ¿Estoy segura de aquello que sostengo?…

Siempre es posible llegar a encontrar las coincidencias y no darle vida y fuerza
a las diferencias.

Los grandes maestros espirituales, son seres sin conflictos, que siempre
muestran un rostro sonriente y relajado, han armonizado su YO con su YO SOY,
¡que maravilla! ¿tú y yo también llegaremos a eso algún día?!!

Y si cometí errores, puedo responsabilizarme por ellos, también podré
repararlos, esa es la maravilla de la responsabilidad, siempre dinámica y
reparadora.

Pongámonos la primera meta, sin conflictos por un día, luego por una semana
hasta llegar a vivir una vida sin conflictos.

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas las memorias que son las causas de los conflictos que
tengo en mi realidad, para que Tú, las transmutes en luz.

Enséñame a ser humilde, paciente, tolerante y compasiva.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


AQUELLO QUE HAY MÍ

Nuestro subconsciente o Niño Interior, hace uso de quince millones de
memorias cada segundo, en esa diversidad es casi imposible que
sepamos con precisión, qué memorias se están activando.

Es por eso que cuando hacemos la entrega de las memorias negativas a la
Divinidad para que las transmute en luz, puede ser bueno, tan sólo decir.
“ Te entrego aquello que hay en mí, que está atrayendo esto a mi realidad”.

Tu Niño Interior sabe exactamente qué memoria o memorias entregar porque
sabe cuándo, cómo y en dónde fue creada y activada esa memoria, y la
Divinidad transmuta sin ningún condicionamiento las memorias que se le
entregan.

Este proceso de entrega siempre es precedido por la aceptación, que nuestras
memorias son las que generan la realidad que vivimos.
Sólo podemos entregar aquello que reconocemos como nuestro, y como ya te
dije antes no sabremos exactamente qué memorias son pero sí podemos ver
sus efectos en nuestra realidad.

En los últimos talleres hemos hablado mucho sobre la aceptación para poder
entenderla bien, podríamos decir que aceptar es asumir la situación que nos
corresponde vivir con serenidad, dispuestos a vivirla de la mejor manera. Es
en la resistencia que generamos el mayor daño.

Esta enseñanza de mi Maestro la he compartido contigo antes, pero
recordarla me hace mucho bien:

“Hay que ser a la vida, como los gatitos a la gata, cuando la gata quiere llevar a
uno de sus gatitos de un lugar a otro, lo toma con su hocico y el gatito se relaja
totalmente mientras su madre lo lleva sin daño alguno. En cambio si esa misma
gata atrapa a una rata, la rata se resiste y la gata la destroza”.

La resistencia es rabia pura, y esa rabia sólo nos hace daño a nosotros
mismos.

Podemos ser firmes, ejercer nuestra autoridad y también emitir nuestra opinión y en todos estos casos la rabia está demás.

Yo puedo hacer una denuncia si he sido afectada, y es lo correcto, puedo
rechazar la conducta de alguien, puedo autoexcluirme de una relación, y para
todo eso no necesito estar rabiosa.

En Ho´oponopono hablamos siempre de ser cien por cien responsables de
todo lo que está en nuestra realidad, y somos responsables porque todo
aquello que podemos re-conocer es lo que ya conocíamos, o sea que ya lo
teníamos en la memoria.

Buscar con exactitud qué memoria generó, tal o cuál situación, es distraernos
del objetivo, sabemos que ha sido generado por “aquello que hay en mí”, y es
eso lo que entrego, con humildad y menciono la humildad porque es
casualmente lo contrario lo que nos empuja a querer saber exactamente qué
memoria es. ¡No seamos ilusos! la mente, la cual hemos fortalecido y
empoderado por mucho tiempo, siempre nos dará respuestas racionales pero
muy rara vez dará las respuestas verdaderas, las que subyacen debajo y que
son las verdaderas causas.

En cambio cuando entregamos con humildad y la docilidad de un niño
“aquello que hay en mí”, la verdadera causa será entregada y transmutada.

Esa forma de entrega, también es aceptación.

Los seres humanos tenemos una tendencia natural a la culpa, que es
resistencia y rabia al mismo tiempo.
En el libro “Un curso en Milagros”, se describe la culpa como resultado de creer que hemos sido separados.
¿Separado de quién o de qué?, de aquello de lo cual somos el producto.
Hay tantos nombres que lo describen: Dios, La existencia, La fuente, El
Universo, El Todo, etc.

Podríamos decir que si ese “Todo” fuera el mar, cada uno de nosotros es una
gota del mar, la única diferencia es que la gota teniendo las mismas
características del mar, está limitada a su forma temporalmente, hasta que
nuevamente se junte, se diluya y desaparezca en la inmensidad del mar…

Entonces la culpa es inútil, nos detiene, nos lastima y sola se alimenta. La
responsabilidad de la cual habla el Ho’oponopono, nos mantiene despiertos,
proactivos y comunicados constantemente con la fuente de donde venimos.

Cada día me esfuerzo más y más en reconocer que soy yo quien atrae las
situaciones, actitudes, sucesos y características de las personas que me
rodean, con las memorias que tengo activas en mí, y que si todo o parte de ello
no me gusta, puedo entregarlo una y otra vez para que sea transmutado.

Es una forma de vida, en donde la fórmula universal es:

Aceptación + entrega = PAZ

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todo aquello que hay en mí que trae sufrimiento a mi vida, para
que Tú, lo transmutes en luz.

Enséñame a aceptar que se haga siempre Tú voluntad y no la mía.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria


Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”

CONVERSACIONES

La conversación que nunca se detiene es la que mantenemos con
nosotros mismos. Esa conversación es fruto de lo que tenemos en
nuestro subconsciente y que se proyecta en nuestra mente.

La mente es como la pantalla de una gran sala de cine, las imágenes que
aparecen allí dependen de lo que se esté proyectando en ella, puede ser una
comedia que nos provoque risa o un drama que nos conmueva hasta las
lágrimas, una vez terminada la película, la pantalla vuelve a estar sin ninguna
imagen.

Entonces podría decirte que la mente es sólo un instrumento que utilizamos
pero le otorgamos tanto poder que termina convenciéndonos de que ella es
quien nos utiliza.

Recuerdo un diálogo que ocurrió en el Ashram de Sai Baba, entre mi hija menor Ana Inés y el maestro Ratan Lal.
La escena era totalmente idílica, estabamos todos los buscadores
como de costumbre sentados en el suelo alrededor del maestro, a la sombra de
un inmenso árbol, el maestro había terminado una de sus enseñanzas y nos
dejaba hacer preguntas. De pronto mi hija le dijo: “¿Maestro, qué opina usted
sobre las terapias sicológicas?” y él respondió:
Si lo que quieres es fortalecer tu mente, ve a una terapia sicológica, pero
recuerda que la liberación sólo la encontrarás cuando la mente ya no te
domine”.

¿Qué significa esto?
Que mientras más poder le demos a la mente, nos costará mucho encontrar el
estado de paz estable.

El conocimiento intelectual es necesario para comenzar, para explicarnos y
explicar muchas cosas del mundo fenoménico, pero luego hay que comenzar
a desaprender.

Es decir dejar de explicarnos todo de manera racional, estar en una constante
discusión interna, queriendo encontrar en todo una explicación “lógica”, la vida
y todo lo que somos está sostenida por un misterio que nunca terminaremos
de entender, por más laboratorios, experimentos científicos y teorías que
existan, la existencia seguirá siendo un misterio para la mente “lógica”.

Un día que atesoro en mi corazon -en tan sólo un instante- tuve la experiencia
de la iluminación total, fue algo indescriptible, los japoneses le llaman “Satori”,
los chinos “Wú”, es un momento de conocimiento total, que no se puede
describir, pero si te puedo decir que ese conocimiento no fue mental.

Imaginemos la mente como un trozo de tela, si vamos sacando uno a uno los
hilos, la tela cada vez se hace más y más flexible, de pronto quedará como una
malla llena de pequeños espacios por donde pasará la luz.

Así es como nosotros al ir limpiando memorias, vamos dejando que entre la luz
verdadera en nosotros y la mente va perdiendo su poder.
La mente como instrumento nos ha sido dada para ayudar a liberarnos, pero
también puede esclavizarnos.

Es cuando el diálogo interno dominado por una mente esclavizante nos llena
de miedo, con todas sus variantes, dudas, celos, resentimiento, conmiseración
etc.

¿Qué nos decimos a nosotros mismos?, eso que nos decimos es la base de
cómo nos comportamos, y cómo interactuamos con el mundo.

Si en tu diálogo interno te repites calificativos limitantes, actuarás y te sentirás
limitada.

Pero si tu diálogo es constructivo, de gratitud y aceptación, la vida se tornará
luminosa y tu actitud será humilde, pero también de regocijo.

No confundamos humildad con servilismo, el servilismo es manipulación y
la humildad es la expresión del Yo superior, ante la magnificencia del YO
Universal.

Tú y yo podemos elegir en qué pensar, sólo es necesario disciplinarnos.

Una vez más te digo que tu lenguaje es la radiografía de lo que está
sucediendo en tu interior, obsérvate, corrígete y disfruta los resultados.

Hace poco le pregunté a una amiga que cómo estaba y me contestó, hoy día
muy bien, pero toda la semana pasada estuve siendo bendecida por un resfrio
muy aleccionador.

¿Cómo así? Pregunté.

Bueno me quedé en mi casa, acepté que estaba siendo purificada y me dejé
fuir, el resultado fue que tuve varias ideas muy buenas para mi negocio y el
descanso me dio un nuevo aire de energía!!!

Hoy te pregunto a tí ¿Cómo estás?

Observa tu respuesta y verás cómo va tu diálogo interno…

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todos los pensamientos que atiborran mi mente para que Tú,
limpies los que no me favorecen y los transmutes en luz.

Enséñame a aceptar con humildad toda experiencia de vida.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


INTELECTO Y EMOCIÓN

Cuando en Ho´oponopono, hablamos de los tres estados de
consciencia siempre reconocemos que la “Madre-Uhane” es el intelecto,
el “Hijo-Unihipili”, es el subconsciente o banco de toda la información y las
memorias de la humanidad y el “Padre-Aumakua” es el YO, nuestra
esencia verdadera.

Hoy me gustaría revisar lo que sabemos acerca de los dos primeros niveles de
consciencia, el intelecto y el subconsciente.

El intelecto es relativamente simple, recoge información y la maneja en
presente, es con el intelecto que ejercemos el libre albedrío, siempre estamos
eligiendo, pero esa elección no es autónoma, siempre está afectada por la
información que tenemos activa en nuestro subconsciente.

Sin embargo es el intelecto quien puede ayudarnos a tomar las riendas de
nuestros pensamientos, ya que es él quien hace finalmente la elección
obedeciendo a la voluntad de la persona.

El diálogo interno fluye en nosotros constantemente, aun cuando no sabemos
que ese diálogo es el producto de nuestras memorias, podemos llegar a
momentos de verdadero caos.
Alguna vez te he relatado de mi amigo, aquel que ejercía un cargo de mucho
poder en la sociedad y sin embargo un día me dijo:

“Puedo estar en una reunión de estado y un solo pensamiento que surge
en mi cabeza, puede destruirme y nadie se da cuenta, yo debo ser muy
buen actor porque continúo disimulando que estoy devastado”…

Mi amigo no sabía ejercer su voluntad frente a su subconsciente, dejaba que sus
memorias surgieran sin control, hoy sabemos que las memorias al ser
observadas, en primer lugar pierden fuerza y luego pueden ser entregadas a un
poder superior para ser transmutadas. Ese poder superior puede tener
cualquier nombre que le quieras dar: Dios, Lo absoluto, Universo, Jesús,
Mahoma, o Yhavé. El nombre no cambia la esencia.

El Intelecto o la “Madre”, tiene autoridad sobre el “Niño”, este último siempre
está listo a obedecer, pero necesita recibir las indicaciones precisas.

Hace poco cuando participé de la formación inicial con el físico francés Jean
Pierre Garnier, él hizo una explicación que me ayudó a entender a cabalidad
esta situación.

Garnier habla de tener pensamientos benevolentes como condición
indispensable para trabajar con las aperturas temporales y el desdoblamiento
del tiempo, y nos advierte que los seres humanos de forma natural nos
orientamos a los no benevolentes, por lo que siempre tendríamos que estar
alertas.

Es cuando él explica que, el pensamiento benevolente es una elección, o sea
es intelectual, entendí claramente y me pareció genial.
Al comienzo nos tomará más esfuerzo y con la práctica será mucho más
simple.
Las emociones responden a reacciones químicas y neuronales, pero estas
reacciones están condicionadas por nuestras memorias.

Mucho hemos escuchado sobre la palabra “psicosomático”, es decir que es
algo que comienza en la psiquis y condiciona al cuerpo.

En realidad todas nuestras reacciones son de este tipo porque primero están
en las memorias o programas activos, luego suceden en la psiquis y por último
se manifiestan en el cuerpo y en la acción.
Se ha comprobado que la velocidad del pensamiento es más rápida que la
velocidad de la luz.

Entonces lo que podemos hacer, es comenzar a seleccionar y redireccionar
nuestros pensamientos de manera intelectual, ejerciendo nuestra voluntad, es
una forma de limpiar, efectiva y simple.

Para explicarlo mejor, pongamos un ejemplo:

(…)Pienso que puedo estar enferma, ese pensamiento surge en mi mente
porque algo que entró por mis sentidos, activó equis memorias, entonces dejó
que este pensamiento “jale” toda una secuencia de pensamientos afines y de
pronto comienzo a sentir síntomas o por lo menos creo sentirlos…
¿Qué hacer?
Cuando el primer pensamiento surge, puedo VOLUNTARIAMENTE, cambiarlo
o redireccionarlo a otro pensamiento, o simplemente decir “Te amo, Gracias” y
ya lo estoy soltando.

Te das cuenta que no fue con la emoción sino más bien con el intelecto que
conseguí hacerlo.

Eduardo, mi amigo y maestro siempre decía “Hazlo con los pies”, y yo no
terminaba de entenderlo, hasta que escuché la explicación de Garnier.

Ahora entiendo, que Eduardo se refería a que no puedo esperar a “tener
ganas de“, sino que lo hago sin emoción.
Otro ejemplo: (…) quiero hacer una tarea, si espero tener ganas de hacerla
es posible que pase mucho tiempo y las ganas no lleguen, en cambio
intelectualmente, elijo hacer la tarea y la hago!! eso es mucho más efectivo.

Comencemos entonces a orientar nuestros pensamientos a la benevolencia,
eso significa pensamientos descargados de la emoción negativa condicionante.

El pensamiento benevolente es un pensamiento en serenidad, y la serenidad
es el estado natural de nuestro YO. (Hablaremos de esto en otro artículo…).

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias limitantes para que Tú las transmutes en luz.

Enséñame a observar con claridad mis pensamientos y orientarlos a la
serenidad.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


VIDA

La vida es la manifestación temporal y física de la existencia.
La existencia es eterna y constante, sin embargo utiliza expresiones
temporales en este mundo fenoménico.

La pregunta del ser humano siempre ha sido “¿De dónde vengo? ¿A dónde
voy? ¿Cúal es el propósito de la vida?…

Y nos pasamos la vida tratando de responder esas preguntas.
Grandes sabios en la historia de la humanidad han querido develar estos
misterios, pero nos corresponde a cada uno hacer su propio análisis y llegar
a la conclusión de acuerdo con esa indagación.

Algo que nos servirá mucho al recorrer este camino individual es saber
¡que valgo porque existo!, si comienzo por esa premisa podré enfocarme
en la respuesta correcta.

Yo no valgo por como luzco, ni por mi condición económica o social, menos
aún yo no valgo por la finura o la exclusividad de mis pertenencias, yo valgo
porque existo al igual que tú y que cada ser viviente.

Sigo entonces con mi búsqueda…
He llegado a este plano de existencia dotada de una cantidad de herramientas
para elaborar mi tarea.

Estoy comandada por la ley ineludible de causa y efecto, eso me da cierta
libertad porque quiere decir que a buenas causas corresponden buenos
efectos!!

Para quienes creemos en la reencarnación, sabemos que con cada vida vamos
reparando errores, entonces generamos un cuerpo y un entorno que nos dará lo
necesario para esa reparación.

Todo está sujeto a esa ley, a la ley del Karma: tus facciones tanto cuanto cada
parte de tu cuerpo, de el país en donde has nacido, tus padres, y todo aquel que
se cruza en tu camino…

Sabías que por ejemplo, algo tan simple como una deuda económica de la
cual renegamos, es un regalo que se nos da. Cada deuda paga Karma, y
muchas veces la gracia divina nos permite pagar deudas kármicas de toda
índole solamente pagando una deuda económica.

Siempre que pagues algo agradece porque te estás limpiando!!

También es importante saber que allí donde va nuestra energía, reforzamos su
vitalidad, si nuestra energía va a contemplar lo negativo, lo feo y desagradable,
tendremos más de lo mismo en nuestra realidad.

¿Cómo ver entonces lo positivo en una enfermedad?

La enfermedad es un maestro, si entendemos que la hemos generado con
nuestros pensamientos y sentimientos es muy probable que podamos
superarla, si no es así, seguiremos el camino de nacimientos y muertes y en
cada vida tendremos la potencialidad de liberarnos y unirnos finalmente con el
alma universal.

A mi personalmente me gusta mucho vivir, estoy consciente de que esta vida
terrenal se desarrolla entre el placer y el dolor, no hay término medio, un
placer en medio de dos dolores y un dolor en medio de dos placeres, aún asi,
también se nos ha dado la herramienta perfecta: ¡El desapego!

Mantenernos serenos en medio de lo que sea, no aferrarnos ni al placer ni al
dolor, sólo dejarlos fluir.

Te preguntarás ¿quién puede aferrarse al dolor?, pués nosotros mismos, cada
vez que relatamos con énfasis lo mucho que sufrimos en tal o cual ocasión,
cuando nuestros pensamientos nos llevan a victimizarnos y a pensar en el
pasado doloroso o que hemos sido injustamente tratados, allí nos estamos
aferrando al dolor y no lo dejamos partir.

El perdón es liberación, y no me cansaré de compartir contigo que el perdón
siempre es hacia uno mismo. Cuando en mi interior ya no hay conflicto, el
mundo no tiene ningún conflicto para mí.

La vida es un juego de ajedrés y todas las fichas son hechas de discernimiento,
si lo afinas y lo aplicas siempre estarás ganando.

Algo que he podido comprobar es que a mayor desapego y aceptación, las
pruebas no son tan intensas o por lo menos no se perciben como tal.

Tú y yo estamos en este camino, somos buscadores, quizá yo lo comencé un
poco antes que tú, y es por eso que comparto mi experiencia y lo que voy
aprendiendo.

La vida es un regalo único, somos priviligiados con esta experiencia, pero no
olvidemos que si estamos acá es para descubrir que somos una parte de Dios.

Así como la gota de agua de mar tiene todas las características del océano,
pero está limitada momentáneamente a una sola gota, así nosotros seres
divinos, estamos limitados a un alma individual que tarde o temprano se
fundirá en el alma Universal.

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de miedo y oscuridad para que Tú, las
transmutes en luz.

Enséñame a buscarte desde este mismo momento y santificar el tiempo
que viva en esta encarnación.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


HO´OPO BOLETÍN DE MARZO 2016

Comenzamos Marzo, el tercer mes de este 2016, en nuestro mundo es
época de cambio de estación, el otoño para algunos y la primavera para
otros, la naturaleza nos enseña a renovarnos, a resurgir con fuerza y
belleza

Hay tantas cosas que suceden en nuestro interior y que no podemos ver
físicamente, pero que sin embargo la naturaleza de la cual somos una parte
nos muestra algunos detalles, como por ejemplo las hojas secas del otoño,
que van cayendo y dejan los árboles desnudos para llenarse de color y de
fuerza en la primavera.
Así también nosotros tenemos épocas de desolación, pero si sabemos
aceptarlas y movernos con los acontecimientos, aprenderemos a potenciar
esos momentos a nuestro favor.

Mucho de lo que no se ve físicamente es de suma importancia en nuestra
realidad, repetimos memorias de manera automática, memorias que son los
patrones a los que estamos acostumbrados, si vivimos nuestra niñez en un
ambiente saludable buscaremos crear en la adultez una situación similar, pero
lamentablemente lo mismo sucede cuando nuestro marco de referencia en los
primeros años de vida fueron de violencia, carencia y dolor.

La repetición no siempre es exacta, podemos hacer lo que se llama “el
antiargumento”, es decir aferrarnos al recuerdo negativo para hacer todo lo
contrario. Y es allí donde muchas veces nos equivocamos, porque podemos
irnos a los extremos. En cambio limpiar memorias y crear una realidad
auténtica y equilibrada es lo saludable.

Por ejemplo podríamos decir: “a mi nunca me dejaban salir con mis amigos,
entonces yo les daré a mis hijos toda la libertad”, este es un ejemplo simple
de antiargumento, pero en la realidad es mucho más complejo y en esa forma
de actuar, podemos irnos a extremos muy poco saludables.

Y en el afán de hacer “todo lo contrario” seguimos aferrados al mismo patrón
como referente.

Es iluso pensar que no tenemos grabados los patrones y memorias de
nuestros padres que son los antepasados recientes, nuestras memorias son
ancestrales, pero son nuestros padres quienes comparten con nosotros las
memorias que tenemos activas.

Si las rechazamos sucederá lo que dice el principio Huna: “Aquello a lo que me
resisto, persiste, lo que acepto se puede transmutar”.

El secreto de la felicidad está en la ACEPTACIÓN, solamente aquello que he
aceptado como algo que está en mí, es lo que podré entregar para ser
transmutado.
Mientras no hay aceptación, no hay cambio.

La aceptación también nos hace humildes y la humildad es uno de los
aspectos de nuestro verdadero ser.

Si sabemos que nuestro entorno en la niñez no fue bueno, no reneguemos de
él, más bien pongamos atención en hacer una buena limpieza de memorias en
nosotros mismos, porque aunque un niño recién nacido pareciera que tiene
todo por aprender, la verdad es que trae consigo todas las memorias existentes
y que ha elegido nacer en el entorno que necesita para poder trascender las
dificultades y avanzar el camino hacia la realización de su propia divinidad.
Ese es el propósito de la vida, llegar a la unidad.

La oración del Ho´oponopono comienza así, “Divino creador Padre, Madre,
Hijo los tres unidos como sólo uno”.

La Madre es el intelecto, el Hijo es el subconsciente que guarda todas las
memorias y ambos pertenecen al cuerpo, pero el Padre es el SER, y es con
ese Ser que nos unimos para llegar a la conclusión que somos seres divinos.

Renovemos nuestra vida, como se renueva la naturaleza y aceptemos como
nuestras las memorias que traen dolor y sufrimiento a nuestra vida, ese será el
primer paso para poder entregarlas para su transmutación.

Poco a poco pongamos orden en nuestro interior y veremos cómo se ordena
todo nuestro entorno.

A propósito del orden, hoy recuerdo un par de experiencias:
(…)algo de lo cual disfruto mucho es del orden, no siempre fui ordenada,
recuerdo cuando tenía 16 años o un poco más, mi amiga Luz María, me invitó
un día a su casa y cuando entré a su habitación vi todo tan ordenado y en tal
armonía, que me encantó estar allí, de pronto abrió el cajón de un mueble y
el orden relucía allí también. Esa experiencia me impactó.

Regresé a mi casa y me puse a ordenar mi dormitorio y a organizar cada cajón
y descubrí que me encantaba vivir así.
Pasaron los años y alguna vez tuve la experiencia a la inversa, fui invitada a
una casa muy lujosa en donde el orden estaba sólo en la zona social, pero por
error equivoqué el camino y pasé por la zona familiar y no puedo
describir el caos que imperaba en ese lugar, y fue entonces que pude darme
cuenta que lo que vemos en el exterior es el reflejo de lo que tenemos
internamente.
Es importante ordenar nuestro interior aquello que no se ve, o aquello que
nadie ve pero que nosotros sabemos que hay que ordenar.

Es como cuando hacemos cosas a escondidas. Todo aquello que se hace a
escondidas, oculto a la mirada de otros, nos lleva tarde o temprano al
sufrimiento.
Si no puedes dar la cara y tomar el ciento por ciento de responsabilidad de lo que
haces, es que lo que estás haciendo no te conviene.

El orden, la limpieza, el cuidado personal (y al decir personal no estoy
hablando sólo de la apariencia física, lo personal es principalmente nuestros
pensamientos, fruto de nuestras memorias), son importantes y son el reflejo de
cómo estamos en nuestro interior.

Felizmente no hay nada que no se pueda ordenar y embellecer, todo está en
dar el primer paso para hacerlo.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de vergüenza y menosprecio para que Tú las
transmutes en luz.

Enséñame a ser como un libro abierto, en donde todos puedan leer y que
no tenga nada que ocultar.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria



Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”