Para viajar feliz hay que viajar ligero, soltando el lastre que nos detiene, para poder seguir avanzando.
Bueno, estuve reflexionando… traigo conmigo todas las memorias que heredé de mis antepasados, muchas de ellas están activas en forma de conceptos, costumbres, creencias, tradiciones, reglas, dogmas y qué se yo, tantos y tantos ítems que pesan mucho en mi mochila.
¿Podré soltar algunos, o muchos para aligerar mi carga?
¿Qué sería lo primero que estaría dispuesta a soltar?
Creo que las primeras cadenas que nos atan son las mentiras, la falta de honestidad, nos complicamos mucho cada vez que mentimos, porque para sostener una mentira hay que construir todo un andamio oscuro y retorcido de otras mentiras que la sostienen y así cada vez quedamos más atrapados entre los hierros retorcidos de nuestros propios andamios.
Es importante ser honestos, pero no es necesario ser brutalmente honestos. El principio básico siempre será: NO DAÑAR.
Seré honesta, y lo seré primero conmigo misma
..Los miedos, ¡uy¡, los miedos que pesan y se esconden en las costuras de mi mochila para que yo no los vea
Los miedos que paralizan, mentimos por miedo, controlamos por miedo, los miedos van nublando la visión, temor a sufrir, dañar y ser dañado, quizá el temor más grande sea a la muerte.
Pero puedo debatir con esos miedos para poder soltarlos y que no pesen más.
La verdad es que nunca, ningún miedo de los que he tenido ha sucedido.
Mi angustia siempre fue el resultado de mi imaginación, ¿para qué temer entonces?
…La soberbia, es una carga muy pesada para llevar.
Lo contrario a la soberbia es la humildad, y es con humildad que puedo volverme suave, moldeable, abierta a la verdad.
Mientras sea la soberbia, quien gobierne mi vida, estaré ciega y no podré llegar a la aceptación.
¿Podre soltar el control?
Difícil, mientras me crea hacedora y no instrumento, pero lo intentaré, me dejare conducir, dejare el timón de mi vida al Creador…
¿Qué otra cosa podría eliminar de mi equipaje?
Los deseos, ¿Ay! Que duro, dejar atrás los deseos, pero entonces vuelvo a debatir conmigo misma, es por mis deseos, por mis apegos que llega el sufrimiento, como dice el poeta “La fuente de donde calmas tu sed, fue llenada con tus lágrimas”. No quiero llorar y no quiero tener sed…dejaré los deseos, no sé si pueda, por lo menos los reduciré…
Bueno si lo pienso mejor, llego a la conclusión que equipaje es todo lo que no soy yo, pero ahora viene la pregunta: ¿Quién soy yo?
¡Soy un ser divino, vertido en un molde humano!.
Amo ser mujer, ser madre, esposa, abuela, pero también soy consciente que esos son roles pasajeros. Mi tarea fundamental es encontrar la paz.
Algo que para mi fue motivador, y que hizo que cambiara mi concepto sobre las otras personas fue la experiencia de la peregrinación.
Cada viaje a la India, al ashram de mi Maestro era un viaje de búsqueda, iba buscando paz, y de pronto me encontré con que a ese lugar llegaban millones de personas desde todos los rincones del mundo, buscando lo mismo que yo, y nos mezclábamos todos, campesinos y gobernantes, reyes, reinas, actores famosos, amas de casa, empresarios exitosos, y gente sin recurso alguno que llegaba allí, gracias a que alguien le costeo el pasaje, en el lugar de las mujeres se podía ver el lujo reflejado en el atuendo de algunas, contrastando con la sencillez de las mujeres de las tribus que apenas si llevaban ropa, cubriendo su cuerpo con polvo de cúrcuma y sus cabezas rapadas.
Todos estábamos en búsqueda de paz.
Con esa experiencia vívida y reconfortante, me unifique mentalmente, dejé de mitificar a las personas.
Todos somos seres en búsqueda de paz, con más o menos comodidades, con más o menos preocupaciones, pero invariablemente con una necesidad imperiosa de llegar al hogar verdadero.
Siempre he estado agradecida por todas las experiencia que he vivido, mi fe se fortaleció gracias a ellas, y me dieron motivo y fundamento para creer con todo mi ser.
Alguna vez conocí a un hombre, se ganaba la vida como panadero, y vibraba en cada acto y cada palabra lleno de fe, una fe que se contagiaba sólo con escucharlo hablar del Maestro.
Ese hombre, nunca había llegado donde su Maestro, nunca había ni siquiera soñado con Él, y sin embargo creía con una fe inquebrantable.
¡Que maravilla, no necesitar de pruebas y demostraciones para creer!.
¿Podre soltar la duda, y la desconfianza?.
La duda es una energía muy negativa, fatídica, mejor la dejo atrás y continuo mi camino…
Entonces me pregunto nuevamente ¿Quien soy yo? Y ¿qué puedo traer conmigo como equipaje?
Sólo mi ansia de conectarme con mi verdadero Ser, esa parte mía que es parte de Dios, que nada necesita, que nada desea y que sin embargo está plena y conectada en su existencia.
Eso será mi equipaje final en esta vida, mientras tanto seguiré soltando lastre hasta quedar ligera con una pequeña mochila, llena de amor y nada más.
Que tengamos paz más allá de todo entendimiento
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno, Te entrego todas mis memorias de excesos para que Tú, las transmutes en luz.
Enséñame a vivir con sencillez en mis costumbres, honestidad en mis pensamientos y calidez en mis actos.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”