En Ho´oponopono siempre hablamos de tener el ciento por ciento de responsabilidad, eso quiere decir que somos responsables de todo lo que podemos re-conocer, porque como el término lo dice, ya lo conocíamos y lo estamos re-conociendo.
Significa que cualquier cosa que veamos en nuestra realidad, ésta
está sucediendo primero dentro de nosotros.
Me ayuda mucho tener siempre en cuenta que nada sucede fuera,
siempre es dentro de mí y de allí se proyecta afuera, a mi realidad.
Realidad que puedo compartir contigo y con el resto de la sociedad
pero que viviré de manera totalmente individual, cada uno de
nosotros ve la realidad filtrada a través de nuestras propias
memorias activas.
El dicho “las cosas son del color del cristal con que se miren”, es
totalmente cierto.
Y el color del cristal personal de cada uno de nosotros es lo que da
el color de nuestras memorias a nuestra realidad.
¿Eso quiere decir por ejemplo, que si veo una película en donde
ocurren asaltos y asesinatos, al re-conocerlo yo sea un asesino?
No, no es así, lo que sucede es que al llegar a este plano de
existencia, traemos la herencia ancestral, las memorias de todos
nuestros antepasados, desde el primer ser humano.
Esas memorias son la materia prima que podemos combinar de
millones de formas.
Para re-conocer lo que sucede en la película, yo combino las
memorias que traigo (de agresión, violencia, pérdida, dolor y
muerte), porque tengo memorias suficientes como
para re-conocer lo que sucede.
Veamos por ejemplo, si nuestras memorias de miedo a la
oscuridad, están activas y las combinamos con memorias de
agresión, puede que desarrollemos pánico a andar solos por calles
oscuras, o que pensemos que puede sucedernos cosas negativas
durante la noche…
Es un ejemplo simple, quizá demasiado simple, ya que utilizamos
quince millones de memorias por Segundo!!… pero puede ayudarnos a comprender.
Entonces traemos la información almacenada, y eso la ciencia ya lo
ha comprobado a traves de la genética, en los genes traemos toda
la información.
Hay genes de la raza, el carácter, hasta se ha aislado un gen que
nos condiciona para las adicciones, llámese alcoholismo, ludopatía,
drogadicción o infidelidad.
Si, no te sorprendas, la tendencia a la infidelidad también viene en
los genes.
Bueno, todas estas memorias están como dormidas, inactivas la
mayor parte de ellas.
Nacemos con las memorias que hacen funcionar nuestro
organismo, como la respiración, la digestión, la circulación, las
memorias que conforman nuestra raza, género, etc.
También las que llamamos memorias primitivas, el placer y el dolor,
el miedo y la ira, etc.
Pero es en el transcurso de nuestra vida que miles de millones de
memorias se irán activando y con eso iremos dando forma a
nuestra realidad personal.
Una memoria que activamos desde muy temprana edad es la
memoria del miedo, esa memoria combinada con otras nos va
paralizando, condicionando o impulsando.
Es por miedo que negamos, acusamos, abusamos, nos
comparamos, envidiamos, nos culpamos y finalmente nos
enfermamos.
Cada vez que nuestro dedo acusador apunta hacia la conducta de
alguien, recordemos que es algo que estamos re-conociendo.
En realidad para conseguir la paz que tanto anhelamos, es mejor
voltear y observar hacia nosotros, y entregar las memorias
negativas que están minando nuestra capacidad de amar, de tener
compasión.
Olvidemos culparnos y culpar, pero si es necesario, admitir la
responsabilidad.
Con la responsablidad generamos cambios y reparación, con la
culpa, el culpar y el acusar sólo generamos más y más miedo.
El miedo en todas sus variantes, rabia, celos, depresión, agresión
etc.
Acusamos al ladrón rabiosamente, y lo que tenemos detrás es
miedo.
Es cierto que aquel que delinque, tendrá una sanción y es bueno
que así sea.
Pero nuestra rabia no es necesaria, puede haber mucha compasión
en una sentencia a cadena perpétua.
Podemos ver al ser humano perfecto, haciendo uso de memorias
equivocadas, por lo tanto teniendo conductas destructivas y
peligrosas. Por eso será necesario aislarlo, ponerle límites con
firmeza.
La firmeza es necesaria, y se puede ejercer con mucho amor.
Mi reflexión final es, puedo ser firme sin utilizar rabia, puedo ser
correcta sin ser rígida, puedo expresar mi desacuerdo sin ser
agresiva, puedo ser justa con amor y puedo ser exitosa sin ser
soberbia.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo
Uno. Te entrego aquello que hay en mí, que me aparta de la
compasión, para que Tú, lo transmutes en luz.
Enséñame a ver sólo lo bueno, decir sólo lo bueno y hacer sólo
lo bueno.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”