«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo
era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por
él fueron hechas» (Jn. 1:1-3)
El verbo es la palabra, el sonido, la vibración creadora, cada una de
nuestras palabras crea, no lo dudes.
Cuando los antiguos Kahunas, hawaianos, enseñaron el poder de
la palabra a sus hijos, éstos aprendieron a utilizar de forma
adecuada, cada una de sus palabras para crear la realidad.
Cada palabra es en realidad un “Mantram” o sonido con poder.
Cuando estemos convencidos de esto, utilizaremos las palabras
correctas y nuestra vida irá transformándose gracias a esas
palabras.
Aquello que decimos crea una vibración en nuestra garganta, a la
altura del cuarto chakra o centro energético, esa vibración activa el
quinto chakra en el plexo solar en donde se encuentra
energéticamente el Niño Interior, o Unihipili, que a su vez activa la
memoria que ha sido nombrada y comienza la cadena interminable
de crear y recrear lo que ya conocemos, y repetimos una y otra vez.
Todos nuestros sentidos son puertas de ingreso y activadores de
memorias.
Es por eso que no es conveniente hacer extensos relatos de
dolencias o sufrimientos del pasado porque les damos nueva vida, y
los fortalecemos.
Es algo que no hacemos conscientemente, cada palabra dicha es
un llamado que trae lo mencionado a nuestra realidad, puede que
no sea inmediato, pero la memoria una vez activada, sólo está en
espera para manifestarse en nuestra realidad… y así continuamos
activando memorias, nos disculpamos, haciendo mención de alguna
situación conflictiva, tratamos de desviar la atención de la falta
cometida hacia la conmiseración…
Puede que a veces los relatos que hacemos de nuestras
enfermedades o experiencias negativas tengan como objetivo el
llamar la atención.
Este querrer llamar la atención es algo primitivo en el ser humano,
basta ver en la naturaleza, el colorido de los machos de algunas
especies que tiene como propósito llamar la atención de las hembras
para seducirlas, en nosotros los seres humanos se ponen en
marcha muchas memorias ancestrales, siempre queremos llamar la
atención, ser vistos, considerados, admirados, aunque sea como
sobrevivientes de “grandes” sufrimientos…
Ese querer llamar la atención para ser reconocidos, es para afirmar
lo que nos falta de seguridad y de auto-aceptación.
El día que yo acepte que valgo porque existo, no necesitaré nunca
más ser reafirmada por nadie, aceptaré que mi valor es ser una
creación perfecta a imagen y semejanza del creador, y mi misión en
la vida, hacer brillar esa existencia divina que está en mí.
Es inevitable encontrarnos con quien repite sus desgracias a quien
quiera escucharlas, en esos casos lo primero siempre es aceptar que
si estamos teniendo esa experiencia, es que nosotros tenemos esa
memoria, y luego decir “Te amo, gracias”, para iniciar el proceso de
entrega de la misma.
Hacer esto, genera un bien para nosotros y para quienes nos
rodean.
Repetir lo malo lo fortalece, si una y otra vez nos lamentamos del
tráfico, de la violencia, la enfermedad, la dificultad, el dolor o la
traición, una y otra vez la llamamos a nuestra realidad.
En cambio, la gratitud, el perdón y el amor verdadero iluminan
nuestro lenguaje y nuestra realidad.
Nuestras palabras son como imanes que atraen hacia nosostros
aquello que nombramos.
La palabra crea, y también creamos con lo que vemos,
escuchamos, etc, todo lo que entra por nuestros sentidos, activa y
mantiene repitiendo nuestras memorias.
Al aceptar esta realidad, seguramente seremos mucho más
selectivos con lo que hablamos, y poco a poco nuestro lenguaje
será renovado y orientado hacia decir lo bueno, y así también
haremos lo bueno y veremos lo bueno.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno.
Te entrego cada memoria negativa que el día de hoy me quite la paz,
para que Tú, la transmutes en luz.
Enseñame a agradecer y bendecir a cada momento.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”