Mayo es un mes en donde generalmente se celebra a la Madre, si nos
guiamos por la enseñanza Huna, entenderemos que la relación madre-hijo más importante es la relación que llevamos con nuestro Niño Interior, ya que nuestra realidad es moldeada por nuestras memorias y las memorias las guarda y las administra nuestro Niño Interior o Unihipili.
Son miles de millones las memorias que traemos al llegar a este plano
de existencia, esas memorias son como la materia prima universal,
con ellas podremos dar forma tanto al sufrimiento cuanto a la
tranquilidad.
Más bien es reduciendo la cantidad de memorias como seremos cada
vez más libres, y para eso el Ho´oponopono usado como herramienta
es lo ideal.
Muchas veces perdemos la oportunidad de trabajar con determinadas
memorias por nuestra incapacidad de aceptar que las tenemos.
Hoy por la mañana veía en la televisión, que una señora había
denunciado a la guardería -en donde llevaba a su niña de dos años-
porque la niña había sido maltratada.
La persona responsable de la guardería, se negaba a aceptar su
responsabilidad total, y mientras más disculpas y explicaciones daba,
yo veía como se iba alejando de llegar a armonizar esa situación.
Era tan simple como aceptar el error, y lo demás se aclararía después
de la aceptación, pero al resistirse fortalecía más y más el conflicto.
De la misma manera, es mejor escuchar cuando recibimos alguna
alerta sobre nuestra conducta y aceptar que es posible que
necesitemos trabajar con determinadas memorias.
Pongamos el caso que tu madre, tu pareja o tu hijo, te dice que quiere
estar más tiempo contigo, en vez de replicar y decirle que lo que pasa
es que estás muy ocupada o que el trabajo está complicado, acepta su
observación y trata de analizar si verdaderamente estás haciendo el
esfuerzo para estar más tiempo con él.
De la misma manera podría ser que nos digan: “ Tú no me escuchas”,
“Te demoras en llegar”, “No cumples tus promesas”, etc…
Preferible es aceptar y corregir, a resistirse y perder la oportunidad de
trabajar sobre una memoria que se nos está mostrando.
Así sintamos que lo que nos están diciendo está totalmente fuera de la
realidad, basta que lo estemos escuchando y reconociendo para que
algo de eso, esté en nuestra memoria.
Responder con gratitud y corregir.
Siempre recuerdo la anécdota del Doctor Ihalekala, cuando dice que si
él es mal atendido por un mozo en algún restaurante, deja el doble de
propina, en agradecimiento.
Ya que el mozo le ha ayudado a descubrir que aún le falta hacer más
¡limpieza de memorias!
Y eso es cierto, el trato que recibimos siempre demuestra cómo anda
nuestra limpieza de memorias, no podemos olvidar que nuestra
realidad está moldeada por nuestras memorias.
Por lo tanto, si no eres feliz, si tienes problemas de salud, de trabajo,
familiares o financieros, no es otra cosa que tus propias memorias
mostrándose en espera de ser limpiadas.
La aceptación de esta realidad nos llevará por el sendero correcto y
aprenderemos a ceder, no quedarnos tercamente con la idea de que
estamos siendo atacados en vez de agradecer si es que nos
muestran nuestros errores.
Nuestra capacidad de ceder está íntimamente ligada a nuestro avance
espiritual.
Normalmente aquel que cede es quien ha superado muchos de los
altos muros del ego.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Hoy te envío este pasaje bíblico -1 Corintios 13,4-7- que nos describe
esa flexibilidad perfectamente…
“El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace
alarde, no se envanece,
no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no
tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que
se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”