Los tres pilares que sostienen la práctica del Ho ́oponopono son:
1.-RESPONSABILIDAD. Soy ciento por ciento responsable de todo lo que está
en mi realidad.
2.-NO VICTIMIZACIÓN. No soy víctima.
3.-ENTREGA. En Ho ́oponopono, no pido , sino que ENTREGO,
si pido espero recibir lo que pido, si entrego quedo abierta a recibir lo que
es mejor para mí, que no siempre es aquello que yo quiero.
Lo más maravilloso de hacer uso de esta herramienta, es la libertad que
adquirimos, una libertad cimentada en el conocimiento verdadero de nosotros
mismos, y quien se conoce a sí mismo, puede conocer el universo.
Si nuestra práctica es coherente, entonces nos habremos liberado de la
victimización-manipulación.
La victimización es una forma de escape, nos víctimizamos porque nos es
rentable, al víctimizarme atraigo la atención de todos a mi alrededor, aunque
esa atención sea temporal, ya que es agobiante para quienes nos rodean.
Una víctima siempre está rodeada de más víctimas y por supuesto de victimarios
y entre todos van alternando sus roles.
Alguno dirá: “Pobrecito yo que soy tan mal tratado, nunca soy reconocido”.
Un victimario dirá en su rol, que a su vez esconde otro tipo de víctima: “Que
culpable me siento porque soy malo” pero…( y aquí viene el rol alterno).: “Ellos
me obligan a tratarlos mal”…
Preocuparse eternamente por todas aquellas situaciones que comienzan con el
condicional…”Y si fuera peor de lo que imagino”…
¿Y si me quedo sin trabajo?, ¿y si la plata no me alcanza,?, ¿y si no soy
capaz?, ¿y si estoy enfermo?…
Todos esos pensamientos son I R R A C I O N A L E S, no están sucediendo y
puede ser que nunca sucedan.
Pero ya te alimentaste bien de ellos para tener una justificación y no actuar.
La victimización y la manipulación son hermanas gemelas.
Sólo puede ser manipulado un manipulador, es una relación de ida y vuelta, si
tú has dejado la victimización, también lo has hecho con la manipulación.
Y al dejarlas de lado, estás protegido, blindado, nadie podrá manipularte
más.
Muchas veces hemos hablado de esta búsqueda constante de llenar el
vacío que nace con el ser humano, creemos equivocadamente que estamos
separados de LA FUENTE.
Esa búsqueda para llenar el vacío, en un principio se hace con cosas
externas, nacemos egoístas y demandantes, exigimos atención y
recompensas.
A un niño pequeño se le llena de mimos, se le alimenta, se le cobija mientras
crece y madura para valerse por si mismo.
Pero si el crecimiento y la maduración no llegan de manera adecuada, el niño
comienza a llenar su vacío buscando la atención, trata de ser el centro y con
eso recibe determinadas recompensas emocionales.
Pero ya adulto, no es bien visto por ejemplo: ¡que una secretaria, o un
gerente de un banco, ruede por el piso haciendo una rabieta, o que tenga
comportamientos actorales atrayendo sobre sí la atención de quienes lo
rodean!…
¿Qué hace entonces?
Se llena de problemas, enfermedades, catástrofes para relatar a uno y a otro, y
va captando la atención y la conmiseración.
Recibirá entonces palabras de consuelo “pobre cómo has sufrido”, o mejor aún
puede tener una retroalimentación con alguien que le diga. “eso no es nada,
deja que te cuente lo que ME HA PASADO a mí”.
Te das cuenta que la palabra “Me ha pasado” se refiere a un ser estático que
recibe sobre sí, los castigos y los sufrimientos.
A una víctima o a un manipulador no lo escucharás decir, (…) si pues he
cometido un error, o soy responsable, o yo he generado esto o aquello, y estoy consciente del daño que generé y he comenzado a repararlo…
Al víctimizarnos generamos adrenalina y nuestros sentidos corporales se
complacen, ¡si es cierto!
Alguna vez he llorado amargamente, sintiéndome incomprendida y después de
un largo rato de llorar y lamentarme, hay como una especie de alivio temporal.
Necesitaré otros métodos para segregar mi adrenalina, puede ser que
tenga un ataque de ira, o que tenga un diálogo interno lo suficientemente
catastrófico para justificar TODAS mis preocupaciones.
Es necesario salirnos de esa vía que no nos conduce a nada, si andamos por
el mundo repitiendo siempre nuestra misma historia de sufrimiento, es que nos
complacemos con ella.
Yo puedo buscar un consejo o una orientación y ponerla en práctica, pero si lo
que escucho es solamente mi historia y cada vez la hago más desgarradora.
Lo siento mucho, será bueno decírtelo: estás manipulando y victimizándote.
Lo mismo sucede si tienes vocación de oidor-lamentador, si estás ávido a
escuchar la misma historia de la misma persona y desgastarte dándole el
mismo consejo que nunca pondrá en práctica… amigo, no te conviene, sal
también de esa vía…
Antes de terminar te recuerdo los tres pilares una vez más:
-Soy ciento por ciento responsable de todo lo que está en mi realidad.
-No soy víctima.
-En Ho ́oponopono, no pido , sino que entrego,
si pido espero recibir lo que pido, si entrego quedo abierta a recibir lo que
es mejor para mí, que no siempre es aquello que yo quiero.
Comencemos la semana tomando el ciento por ciento de responsabilidad y
tengamos paz más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mis memorias, aquellas que activan mi tendencia a la victimización y la manipulación.
Enséñame a estar alerta y clara para no caer una y otra vez en esas conductas.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”