YO CREO, YO CREO, YO CREO

“El cosmos es una magnífica maravilla, una fuente de asombro

contínuo. Impresionará a cualquier persona, quienquiera que sea,

como una maravilla suprema. Cuando tiene que hacerse un objeto,

sabemos que se necesita a alguien con la habilidad, la inteligencia y

el poder para hacerlo.

Sin un creador, es simplemente imposible.” … (Sutra Vahini, Cap. 1)

 

 Cuando tu madre se refiere a tí, te dice “hijo”, tu hermano te dice

“hermano”, algunas personas te tratan de “tú” otras de “usted”, tus

amigos te llaman por tu nombre y no importa como sea que te llamen, tú

eres siempre tú.

 

Es igual, al Creador le daremos miles de nombres y Él, siempre será el

mismo: constante y absoluto… nada está fuera de Él, nosotros somos

una gota de Él.

 

No importa cómo le llames, siempre será el mismo.

 

El título de este artículo está inspirado en algo que leí hace muchos años en

un libro de Norman Vincent Peale (creador de la teoría del pensamiento positivo)

 

(…) un día una mujer se acerca a él , desesperada porque su esposo le había

dicho que ya no quería estar con ella, que había dejado de quererla y que se

iría de la casa.

Peale le dice a la mujer, “pídele que te espere un mes antes de irse y durante

ese mes tú repetirás cada día “Yo creo, yo creo, yo creo”, mientras dejas todo en

manos de Dios.

La mujer así lo hizo, y cuando se cumplió el mes el esposo no mencionó nada

acerca de su intención de irse, aun cuando ella ya no tenía ninguna expectativa

y estaba en paz, ella siguió repitiendo las palabras y cada vez su relación se

afianzó más y más…  

Desde entonces he utilizado esas palabras miles de veces, YO CREO.

 

Creo por ejemplo que la fe está siempre ligada al amor, en Ho ́oponopono

existe la frase “ cuando el miedo se va, el amor simplemente sucede”, pero

también podríamos decir, cuando el amor está presente, el miedo desaparece.

 

Claro que hablamos del amor universal, el amor verdadero, sin apegos, porque

cuando el amor está impregnado de apego el miedo es una constante.

 

Según la enseñanza Huna, son las palabras, las creadoras del poder , cada

palabra que pronunciamos es un mantra, la traducción del término “Mantram”

en sánscrito es “palabra con poder”.

 

Cada uno de nosotros está creando cada día una realidad diferente según el

lenguaje que utilizamos, está comprobado científicamente que la estructura del

cerebro tiene diversas variaciones según el idioma que habla cada persona.

 

Si nos proponemos estar atentos a las palabras que utilizamos, nos daremos

cuenta de cómo estamos mirando la vida, a más palabras negativas y a más

críticas, menos paz.

 

Repetir Yo creo… varias veces, crea una serie de redes neuronales en

nuestro cerebro, al comienzo serán frágiles, pero en la medida que vamos

comprobando su efectividad esas redes neuronales se fortalecen cada vez

más, permitiéndonos hacer más poderosas nuestras palabras.

 

En las antiguas enseñanzas orientales, se dice que una persona que siempre

habla con la verdad, tiene gran poder en su palabra.

 

La verdad nos confiere autoridad, no esa proveniente de la soberbia, sino más

bien de aquella que proviene de la coherencia.

 

Cuando Max Freedom Long (psicólogo y estudioso de ciencia cristiana),

trató de descifrar de dónde provenía el poder de la enseñanza Huna,

buscó sin éxito en métodos y teorías tradicionales, hasta que finalmente y

por inspiración dio con la clave.

 

El poder del Ho ́oponopono radica en las palabras. Hay una ley universal que

dice:

 

“El nombre y la forma significan presencia”.

 

Entonces, al decir :

 

Lo siento, por favor perdóname,

te amo, gracias.

 

Estoy evocando al amor, la gratitud y el perdón como presencias en mi vida y

esa presencia es la que nos confiere la paz.

 

Es más, sólo con decir “te amo, gracias” es suficiente, ya que en el amor está

contenido el perdón.

 

La pregunta que siempre escucho es ¿a quién le estoy pidiendo perdón?

 

El perdón me lo pido a mí misma, a mi Supra Consciente, a mi Yo Superior, por

estar utilizando memorias que tengo almacenadas en mi subconsciente y traen

dolor a mi vida.

 

Al perdonarme, no existirá memoria de rencor en mí, por lo tanto ya no habrá

nada que perdonar en mi realidad.

 

Al ser el Creador una energía absoluta de amor, no tiene variaciones tales

como la ira, el castigo o el resentimiento.

 

Dios nos ama con todo lo que somos y hacemos, pero somos nosotros quienes

no podemos disfrutar de ese amor cuando nos sentimos culpables, es por eso

que el perdón es a nosotros mismos.

 

Que tengamos paz mas allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de duda, temor e indecisión, para que Tú las transmutes en luz.

 Ayúdame a encontrar Tu presencia en cada rincón de mi existencia.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


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