“Gracias Señor por todos mis fracasos, sin ellos, posiblemente no habría
llegado hasta aquí”
Cuando hablamos de fracaso, normalmente estamos midiendo los resultados desde nuestros pequeños egos, en cambio cuando aceptamos que cometimos un error, esa aceptación viene desde nuestro verdadero Yo.
La palabra fracaso viene del latín y su base es la palabra “quassare”, que significa romper.
Lógicamente es algo que se rompe en nuestros planes y expectativas y es muy difícil que no nos topemos con muchas rupturas en nuestra vida.
Siempre se puede ver el lado positivo, se dice que el ave para poder volar primero tiene que romper su mundo, si no rompe el cascarón que es lo que conoce y donde se siente protegido, nunca podrá estirar su alas y poder volar.
¿Cuántas veces al romperse nuestros planes y proyectos, hemos tomado una nueva senda, que sorpresivamente nos llevó hacia algo mejor?
Tanto el éxito cuanto el fracaso se encuentran en la misma línea, pero en diferentes extremos, depende de nosotros el tratar de mantenernos en el equilibrio entre esos dos extremos, ese equilibrio se llama serenidad.
No conseguir lo que deseamos, no es una experiencia agradable, no seríamos humanos si no nos afectaran los errores, un error puede ser fatal para algunos, sin embargo quedarnos en la lamentación no es lo saludable, ni lo práctico.
Aceptar nuestros errores nos permitirá repararlos.
Los errores cometidos en el pasado se transforman en ”el libro de consulta”,desde allí capitalizamos las experiencias y nos podemos corregir y mejorar.
Lo más interesante es que en realidad no existe el fracaso, y el error es relativo.
En esta vida todo funciona de forma sincronizada, cada acción trae una reacción y esta reacción genera otra y otra más y todas juntas hacen que las cosas funcionen.
Hay una comedia muy conocida, en la cual Dios le deja sus poderes a un individuo y éste se dedica a cumplir todos los deseos y se crea un gran caos.
Si cada uno de nosotros consiguiera lo que desea, viviríamos en un mundo aterrador.
Viéndolo desde otro contexto, lo que para unos es un fracaso para otros puede representar un éxito, sin ir muy lejos, por ejemplo en una contienda política, un partido de futbol, etc.
…”Ninguna vida será un fracaso, no existe el fracaso en el Universo. Un centenar de veces el hombre se lastimará a sí mismo, un millar de veces se vendrá abajo, pero al final comprenderá que él es uno con Dios”… SSB
Es natural temerle al fracaso, lo que no es natural es que nos paralice, si aprendemos en primer lugar, a llamarlos errores y no fracasos y luego capitalizar esos errores como experiencias, aprenderemos también a ser humildes.
La humildad nos da proporción y nos permite ver claro.
Tú y yo somos seres humanos perfectamente imperfectos, y es gracias a nuestras imperfecciones que avanzamos. En la historia de la humanidad han sido, más los errores que los éxitos los que nos han empujado hacia adelante.
Creo que en varias oportunidades he compartido contigo la efectividad de la gratitud, y sin embargo muchas veces, yo lo olvido.
Hoy lo recuerdo, y te lo recuerdo a ti también…
Es una fórmula mágica agradecer no sólo por lo bueno en mi vida, sino también por lo que no lo es. Cuando agradezco sinceramente por todo aquello que no me gusta o que no quisiera tener en mi vida, de pronto comienza la maravillosa trasmutación, y finalmente me libero del dolor.
Cuánta rabia existe en la frustración de no conseguir lo que queremos, sin embargo a veces nos trae más dolor el resistirnos, que la situación en sí.
Hoy te invito a acompañarme y agradecer por todo, también por aquello que no nos gusta, que no queremos y que rechazamos, reconocer que todo ha sido creado desde la luz y que está impregnado de luz, que cuando no podemos verlo así, es porque lo vemos desde el enfoque incorrecto.
Gracias, gracias, gracias.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi vehemencia y mis memorias de capricho y rebeldía para que Tú, las transmutes en luz.
Te agradezco por el día de hoy, por todo lo que me gusta, pero especialmente te agradezco por todo aquello que no me gusta.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo,
Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”