Estar en calma es una de las expresiones del amor, personalmente, disfruto mucho el estar en calma y percibir el presente, la respiración, los latidos de mi corazón, el ritmo ininterrumpido de mi circulación, y el universo recibiéndome en sus brazos, atravesándolo todo y elevándome más allá de toda barrera. Calma.
Recuerdo que una de las primeras disciplinas que me enseñó, Jian Ping Yan, mi maestro chino de Tai Chi, fue, “sentarse en calma”, se trataba de sentarse con la columna derecha y las palmas de las manos sobre las rodillas, tan solo sintiendo el entorno, sin juzgar solo dejando que suceda. Poco a poco la calma se instalaba en mi y estaba lista para comenzar los movimientos del Tai Chi.
Al comienzo era tan difícil romper la rigidez, intentaba con tanta vehemencia imitar los movimientos suaves del maestro, él, se movía como un ave en vuelo, ya que traía consigo la estructura tanto mental como corporal, propias de su raza y su cultura.
Jian Ping, me decía: “si tratas desesperadamente, no saldrá: solo saldrá”…y así fue.
Ahora que escribo esto, ha venido a mi memoria la belleza de las danzas hawaianas, esas que también, nos vuelven a la calma, por la armonía de sus lentos movimientos que imitan el vaivén del mar.
La calma, ¡esa es la clave¡ , que nada nos sorprenda, que nada nos altere, que nada nos escandalice, eso es tener calma.
Hay una frase muy conocida, atribuida a Napoleón: “vísteme despacio que tengo prisa”. Esa frase, fue utilizada por él, pero, en realidad proviene de la exhortación que el emperador Augusto hacía a sus servidores, a través del dicho «Apresúrate lentamente», también se usa como: «Lento porque precisa» .
Bueno, todo nos habla de la calma. La calma no es física, es mental.
El estado de calma es interno, un deportista puede estar ejecutando su disciplina en perfecta calma y no por eso su movimiento se hará lento, todo lo contrario, la calma puede mejorar cualquier actividad porque te dará la precisión de un relojero.
Con la calma, se adquiere precisión.
La calma en las relaciones personales solo puede traer paz.
Muchas veces he tenido que aceptar las consecuencias de mi aceleramiento, por hacer o decir cosas, impulsivamente, y me he visto en la necesidad de tomar , una vez más, el cien por ciento de la responsabilidad y aceptar que me equivoqué y asumir las consecuencias como un aprendizaje más.
Así sucede en la vida diaria, pero, si se mantiene un estado de calma, los pensamientos será más claros y precisos.
La practica del Ho´oponopono, nos conduce poco a poco a esa calma, a ese detenerse un instante, tomar la responsabilidad del hecho, antes de reaccionar desde nuestro Unihipili, como ya sabemos el Niño Interior no razona, solo reacciona y es la Madre o Uhane la indicada a decidir, entre detenerse a reflexionar con calma o dejar al Niño que reaccione desde el impulso de alguna memoria activada.
Según el diccionario, calma es: Tranquilidad, ausencia de agitación y nervios en la forma de actuar, sosiego. Estado de la atmósfera cuando no hay viento y del mar cuando no hay olas.
Esta definición lo dice todo, la calma para mi , es el estado ideal.
En la profundidad del mar no hay olas, sólo hay calma y tranquilidad, las olas están en la superficie, asimismo no me detendré en las olas pasajeras de mi realidad, mejor buscaré en la profundidad de mi ser, donde, siempre podré encontrar la calma.
Entonces, si estoy en medio de una fiesta, tanto como si estoy resolviendo un problema, puedo mantenerme conectada con mi calma interior.
El supra consciente- Aumakua- el Padre, está siempre en calma, es nuestro Ser verdadero, el observador inafectado.
Estar en contacto con el observador es un entrenamiento, y como todo entrenamiento requiere de practica.
Comenzaré por lo primero que es tomar el cien por ciento de responsabilidad, a esto le sigue el no juzgar, observar sin criticar, aceptar y entregar.
Esta secuencia, repetida una y otra vez, me llevará a la meta deseada..
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de apresuramiento, de intolerancia y de temor para que tu las transmutes en luz.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana María
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”