Hace poco veía en la tele un programa sobre los siete pecados capitales, la palabra pecado siempre implica culpa, en cambio la palabra error trae consigo la potencialidad del aprendizaje.
Entonces, no pensaré en siete pecados capitales, sino mas bien, en siete errores o defectos de carácter, finalmente son todas memorias, herencia de mis antepasados y si no limpio y corrijo, el error será también legado para mi descendencia.
La verdad es que prefiero dejar un legado de luz y perdón que un puñado de memorias gastadas y aburridas que no aportan paz a nadie!.
Por eso hoy le entrego a la Divinidad mis siete defectos de carácter para que ella los transmute en siete estrellas de luz que me darán paz y que legaré a mi descendencia.
Te amo,
¡Gracias!
Bueno, a trabajar, acá van: Soberbia, Pereza, Lujuria, Avaricia, Gula, Ira, Envidia.
Las monjitas de mi colegio me enseñaron que habían las siete virtudes contrarias a estos, pero ahora, mirando a través del Ho´oponopono, todo es diferente. Ya no voy “en contra de” y recuerdo: “a lo que me resisto, persiste, lo que acepto se transmuta”
Primero comienzo con la aceptación, recuerdo que si no acepto como mío aquello que me molesta, no hay forma que pueda entregarlo para ser transmutado. Solo puedo entregar a la divinidad lo que me pertenece, así que acepto tener estas siete memorias ancestrales alborotando mi vida y también enseñándome.
Soberbia, el orgullo parece muy grande e inflado y no es mas que miedo disfrazado. Rigidez incapacidad de moverse con los cambios, falta de alegría, pequeñez!
Pereza que me lleva a dejar pendientes, a vivir en el pasado o el futuro y obviar el ahora, en esperar y divagar. Depender, exigir y oscurecer.
Lujuria, siempre la creemos unida al sexo, sin embargo la lujuria es mental, puede haber sexo sin lujuria y viceversa. Lujuria es crear en la mente, imaginar, adelantarse con fantasía.
Avaricia, lejos de los que muchos piensan, avaricia es no es solo acumular, la avaricia es querer obtener beneficios sin esfuerzo, es hacer uso indebido del esfuerzo ajeno, falta de originalidad, imitación y competencia.
Gula, es vacío, es ansiedad, es carencia, es apego desmedido, avasallar y atropellar.
Ira, con su prima hermana la culpa, es la no -aceptación, es sentirse señalado, juzgar y ser juzgado, es rencor, es re-sentir, es no soltar!
Envidia: La envidia siempre quiere ser lo que otro es, a diferencia de la codicia que desea lo otro tiene, la envidia va lo que el otro es. Es la separación dolorosa, cuando la alegría de tu hermano lejos de alegrarte te duele.
Pues de todo eso tengo yo, y me acepto y me perdono y tomo el cien por ciento de la responsabilidad para entregarle este manojo de errores a la Divinidad para que ella me lo regrese transmutado en luz.
¡Que alivio! Me siento ligera, he entregado una carga ! tan grande como el Titanic! y ahora navego por aguas cristalinas, lo hiciste tu también?
Sientes la ligereza? La alegría y la paz del yo?
Hoy hemos avanzado mucho en la limpieza de nuestras memorias;
que esta existencia que compartimos se vea iluminada y que se haga la voluntad divina, no la mía
Lo siento, por favor perdóname
Te amo
Gracias
Ana María
LPDY
PD: Tengo para compartir contigo algo muy bueno, esta semana, grabé el audio de: «Meditación guiada de sanación del niño interior » y a partir de la próxima semana los CD estarán en los talleres, para que puedas adquirirlos y hacer la meditación cada día.
Gracias