«Si la terapia es acerca de tu creencia de que estás allí para salvar a otra persona, sanar a otra persona o dirigir a otra persona, entonces la información que traes vendrá del intelecto, la mente consciente.
Pero el intelecto no tiene una comprensión real de los problemas y cómo acercarse a ellos.
El intelecto no se da cuenta de que el problema se resuelve por transmutación.
Usando Ho´oponopono o un proceso similar -aquí puede entrar el de La Reconexión- entonces el problema y todo lo relacionado a él se resuelve, inclusive en niveles microscópicos y hacia el comienzo de los tiempos».
Tú y yo no somos los sanadores. Solo somos una parte de la ecuación.
La ecuación está formada por 3 partes: el paciente, nosotros y Dios.
Cuando nuestro Dios interior conoce al Dios interior del paciente, ocurren las cosas más asombrosas. Esta ecuación se conoce como el Poder de Uno o el Poder de Tres. ¿Por qué estamos involucrados en esta ecuación?
¿Es por la otra persona? Puede que no. Como dije antes, probablemente estamos involucrados en esta ecuación por nosotros.
Para darte una perspectiva más amplia del proceso, y el papel que juega el ego en él, puedes querer adaptar esta poderosa propuesta en tu próxima sesión:
Sé uno con la persona y cúrate a ti mismo.