Cultivemos una actitud de inseparable apego a la Divinidad, Quien es nuestro verdadero Ser. Si Ella fuera una flor, yo una abeja que saborea su miel; si fuera un árbol, yo una enredadera que trepa por ella; si un barranco, siento que soy una cascada que corre sobre ella; si Ella fuera el cielo, seré una pequeña estrella que allí parpadea. Por sobre todas las cosas, seamos conscientes de la verdad, que nosotros y la Divinidad estamos unidos por el Amor Supremo. Si sentimos esto agudamente, con inteligencia sutil, entonces el viaje será rápido y podremos alcanzar la meta . Hay una diferencia entre la inteligencia sutil y la burda: el conocimiento exterior o inteligencia burda, hace que caminemos; pero la inteligencia sutil hará que volemos hacia nuestro destino. La burda está demasiado atada a la conciencia del cuerpo, mientras que la sutil trasciende al cuerpo y aliviana nuestra carga. Entonces al pedir que Su luz ilumine y purifique nuestros memorias negativas estaremos seguros que en el momento mismo que digamos.
Te amo
Gracias
y hecho está
¡La limpieza habrá comenzado!