Para lograr cualquier cosa en la vida…

(…)Para lograr cualquier cosa en la vida, dos cosas son esenciales: fe
firme, y amor puro. Para experimentar el amor puro y divino, ustedes
tienen que estar preparados a abandonar el egoísmo y el interés personal.
Deben desarrollar pureza y constancia.
Con fe firme en la Divinidad, deben fomentar el amor a Dios, sin prestar
atención a obstáculos ni a sufrimientos. Nunca deben pensar que el
placer y el dolor son causados por alguna causa externa; no es así. Son
resultado de sus propios pensamientos. No tiene objeto culpar a los
demás. Si ustedes desarrollan amor a Dios, ese amor abolirá todo pesar y
toda mala tendencia, como son el apego, la ira y la envidia… SSS

Esta fórmula de poder no fallará si la entendemos y practicamos con
honestidad. Fe firme y amor puro.
La fe , es algo que inicialmente logramos de manera intelectual, para luego
convertirse en algo que será parte de nosotros a nivel emocional y espiritual.

Te doy un ejemplo muy simple: …sales de tu trabajo y te diriges a tu casa, al
hacerlo tienes la certeza absoluta de que tu casa está en su lugar…, no lo
dudas ni por un momento, ni tampoco hay emoción en esa certeza.
¿Lo entiendes? La certeza es intelectual no emocional.

Cada vez que hacemos uso de la emoción, ésta viene acompañada de otras
emociones, por ejemplo: la duda

La duda es una energía de muy baja vibración y nos debilita.

Entonces se trata de comenzar teniendo la certeza absoluta de que no
estamos solos, de que tenemos a la Divinidad en nosotros y con nosotros.
Esta certeza poco a poco se irá introduciendo más y más profundo, hasta
convertirse en FE.

El amor puro como bien lo dice el texto, es abandonar el egoismo, eso es un
poco más difícil, porque requiere de un proceso de maduración del ser
humano.

El egoismo está presente cuando creemos que nosotros somos nuestro cuerpo
con sus sentidos.
Allí nos quedamos atrapados, entonces buscamos en todo, tener una
satisfacción sensorial.

Es cierto que nosotros tenemos un cuerpo al que hay que cuidar, ya que es
nuestro vehículo en este plano de existencia.
Pero la meta es casualmente ENTENDER eso, el cuerpo es el vehículo del
espíritu que es lo que somos.

Somos eternos, perfectos y principalmente somos una parte de Dios.
Pero entenderlo y vivirlo, es el trabajo que hemos venido a hacer, por lo tanto
nos tomará algún tiempo, que a veces podría durar ¡toda una vida!

Esto me recuerda algo que mi Maestro siempre decía: “Yo les doy todo lo
que me piden, para que después me pidan lo que les he venido a dar”.

Esta misma frase se aplica al Ho´oponopono…
Comenzamos haciendo Ho´oponopono esperando conseguir para nosotros
tranquilidad emocional, económica, social, familiar, etc.

Cuando lo practicamos por algún tiempo ya no esperamos nada, sólo
disfrutamos de lo que verdaderamente se nos ha venido a dar: Paz.
Pero esa paz no está condicionada a que las situaciones cambien, ¡no!

Esa paz ya es parte de nosotros y es entonces cuando comenzamos a dar en
vez de recibir. Y sin desearlo el milagro ocurre, mientras más sincera y
desinteresadamente damos: el universo abre sus puertas y comenzamos a
recibir lo que nunca hubieramos imaginado.

Algo más que nos sugiere el texto inicial es pureza y constancia.

La pureza es la sinceridad, no es necesariamente la perfección, porque
muchas veces podremos equivocarnos, pero si lo que hacemos lo hacemos
creyendo que es verdadero, se nos dará una oportunidad de corregir.

La constancia es lo que nos lleva a perfeccionar nuestra práctica, con
paciencia y tolerancia.

Finalmente el texto que no pertenece al Ho´oponopono, pero que sin embargo
nos menciona el fundamento del Ho´oponopono, y eso es que nada sucede
afuera sino que es generado desde dentro de nosotros, entonces nos está
hablando de tomar el cien por cien de responsabilidad, y entregarle todo a
Dios para que sea transmutado, liberándonos de las memorias negativas que
nos llevan al apego a los sentidos, la ira, la envidia, etc.

Amor y fe… comencemos a desarrollarlos y lo demás llegará por añadidura…

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de apego, ira y envidia para que Tú, las
transmutes en luz.

Enséñame el camino que me lleve a la identificación de mi verdadero YO.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria


Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


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