Comenzamos Diciembre que es un mes de revisión y reparación, seguramente
queremos revisar cómo nos fue en el año y cuáles son los errores que
cometimos y ¡los que repetimos!, y poner empeño en corregirlos.
Como dijo Albert Einstein “Es de tontos seguir haciendo lo mismo y esperar
resultados diferentes”.
Si queremos cambios en nuestra vida, será necesario cambiar lo que estamos
haciendo.
En Diciembre todos hablamos de paz, unión y comprensión.
¿Recuerdas quién dijo “La paz comienza conmigo”?, entonces que la paz
comience primero en ti y en mí.
La unión es la reunión de mi pensamiento, mi palabra y mi acción dirigidas en la
misma dirección.
Y la comprensión es comprenderme primero a mí misma.
En nuestra costumbre de mirar siempre hacia afuera, pedimos familias
perfectas, cuando nosotros no somos perfectos, pedimos paz en el mundo
cuando aún guardamos odios y resentimientos.
Es por eso que las reuniones forzadas de fin de año a muchas personas les
dejan una sensación de angustia, porque queremos arreglar nuestras
desavenencias con nuestros hermanos cuando aún no hemos armonizado todo
en nosotros mismos.
Cuando tu interior se encuentre en paz, todo a tu alredeor estará en paz.
Muchas veces nos confundimos pensando que tener paz significa no tener
problemas, y no es así. Seguramente las dificultades se presentarán pero lo
diferente será nuestra actitud ante ellas, y la palabra clave es la “No
resistencia”.
Cuando las pruebas y dificultades se presenten sólo nos queda prepararnos para
vivirlas con la mejor actitud posible, esa actitud inmediatamente le quita
potencia a lo que sea que estemos viviendo.
En Diciembre hacemos un recuento del año y nos proyectamos para el año
siguiente, esa costumbre es buena para cada día, terminar el día haciendo un
recuento y comenzar el siguiente como lo que es : el primer día del resto de mi
vida.
Ese pensamiento es completo, nos llena de alegría y de posibilidades.
Todo está en nosotros, en la limpieza de memorias y en el contacto con
nuestro verdadero ser para descubrir cuál es el mejor futuro posible que se nos
muestra y que si no estamos conectados no podremos ver.
Hace poco te hablaba de las señales y los símbolos en nuestras vidas. Es
importante revisar qué cosa es la que estamos repitiendo una y otra vez con
resultados que nos afectan negativamente.
Cuántas veces tenemos experiencias desagradables con la misma persona,
con el mismo socio, con el mismo proveedor, con el mismo cliente, y sin
embargo insistimos en relacionarnos con él o ella.
Cuando una relación no funciona después de haber puesto mi mejor esfuerzo,
después de haber analizado qué puede haber en mí que está atrayendo este
problema a mi vida y corregirlo, si aún después de eso la relación no funciona
es momento de poner distancia, de autoexcluirse.
La autoexclusión es un derecho de cada uno de nosotros y lo podemos ejercer
en favor de nuestro propio avance espiritual y emocional.
Para que una autoexclusión sea saludable, será necesario habernos limpiado
de odios, resentimientos, victimización y culpa.
En lo doméstico es muy fácil de detectar, puede ser que tengamos gente que
nunca cumple con los trabajos, ya sea costurera, carpintero o cualquier otra
persona que ofrece servicios que requieren atención a tiempo.
Sin embargo insistimos en requerir sus servicios para después sufrir las
consecuencias, entonces ¿de quién es la responsablidad?
Convéncete. “es de tontos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados
diferentes”!!
Otro pensamiento que es bueno para esta época del año es el siguiente:
“El pollito para nacer y poder correr, primero tiene que romper su mundo”.
¿Qué quiere decir esto? que el pollito está muy cómodo dentro del cascarón
pero si quiere ir a una experiencia nueva tiene que romper la limitación del
cascarón.
Muchas veces para iniciar algo nuevo tendremos que aventurarnos fuera del
cascarón, salir de la zona de comodidad…
Bueno acá estamos, terminando un año intenso, lleno de movimiento, pruebas
y desafíos, todo es motivo de gratitud, nada es equivocado en el universo y
aquello que hoy no nos agrada, cuando haya pasado un tiempo lo
entenderemos como algo necesario para pasar al siguiente nivel.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias equivocadas, las culposas, los
resentimientos y las evasiones para que Tú, las transmutes en luz.
Enséñame a ver mis errores, no para lamentarme de ellos, sino más bien
para corregirlos.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY