Cuando en Ho´oponopono hablamos de los tres estados de consciencia,
nos estamos refiriendo a tres tipos de vibración distinta.
La consciencia o La Madre-Uhane, es la que vibra de manera más
densa, más pegada al cuerpo y sus sentidos y la que ejerce el libre
albedrío haciendo una elección constante ya que está sumergida por
completo en el mundo dual. Para la consciencia siempre habrá bueno y
malo, blanco y negro, etc.
El subconsciente- El Niño-Unihipili, tiene una vibración mucho más
elevada y maneja toda la información tanto material cuanto emocional, es
el subconsciente el que nos crea un marco de referencia para la realidad
que vivimos, pone los límites, límites que en realidad no son reales, pero
nuestro subconsciente siempre nos hará creer que sí lo son.
El supraconsciente, El Padre-Aumakua, es el alma individual, es nuestro
verdadero ser, el YO SOY, y su vibración es muy alta, siempre está en
estado de serenidad y en unidad absoluta con todo lo creado, el
Supraconsciente está siempre conectado al Absoluto.
Cuando nuestro consciente y subconsciente se unen al Supraconsciente,
sentiremos cambiar nuestra vibración y los límites se diluyen, estamos
conectados con todo lo existente. En este nivel es que ocurre la intuición,
tocamos la realidad más alla de lo físico.
Pero, aún hay un paso más avanzado , cuando el Supraconsciente se une
a la Fuente, a lo Absoluto, entonces llegaremos a la iluminación, en este
estado ya nada nos es ajeno.
Esto no quiere decir que cada estado esté limitado detrás de muros
infranqueables, no, todo lo contrario, nos movemos ondulantemente
dentro de los tres estados de consciencia durante todo el día.
Claro que si nuestras actividades son totalmente mundanas y frívolas,
nuestros momentos de alta vibración serán menos frecuentes.
Mientras más apegos materiales y más densos sean éstos, estaremos
mucho más tiempo ubicados tan sólo en la consciencia, ejerciendo un
libre albedrío muy limitado ya que estaremos influenciados por el
entorno.
Todos los seres humanos tenemos intuición y momentos de iluminación,
la diferencia está en la frecuencia en que ellos suceden.
A mayor contacto con el Yo Soy, mayor intuición , y la iluminación llega
con mayor frecuencia cuando nos mantenemos en ese contacto.
La iluminación es siempre nueva, fresca, viene directo de la fuente, la
diferencia con las memorias es que las memorias son muy gastadas, han
sido usadas innumerables veces, cuando una iluminación se pone en
práctica o se materializa, se convierte en una memoria positiva sí, pero
memoria al fin y al cabo.
Cuando practicamos el Ho´oponopono, nos mantenemos limpiando
memorias constantemente, es por eso que al comenzar a repetir “Te
amo, gracias” una y otra vez de pronto nos sentimos más ligeros y más
conectados.
Los primeros conocimientos sobre el Ho´oponopono, nos abren y señalan
el camino, cuando comenzamos a trabajar de manera más precisa con
nuestro Niño Interior, descubrimos que hay un sinfín de posibilidades, eso
nos lleva a sincronizarnos con la abundancia de la creación y recuperar
nuestro verdadero estado.
La intuición muchas veces nos señala o advierte el camino, y aprender a
reconocerla es importante, en cambio la iluminación nos da una
comprensión total, mientras que con la intuición aún nos mantenemos en
el camino de la dualidad, entre “esto o aquello”, con la iluminación
entramos en la unidad en donde nada nos es ajeno.
Llegar a la iluminación, es un camino largo y fascinante, es el propósito
de nuestra vida, ¡saber quiénes somos!.
Para eso es necesario dejar, confiar y aceptar.
Los grandes maestros han sido seres iluminados que fueron
perseverantes en su búsqueda y se dejaron guiar, confiaron y
aceptaron su destino e identidad Divina.
Lo maravilloso es que con una heramienta de simple uso como lo es el
Ho´oponopono, podemos llegar a niveles que en la antigüedad sólo fueron
reservados para los sabios y yoguis que hacían grandes austeridades
hasta alcanzar la iluminación.
.
Seguiré limpiando memorias, a cada momento en cada situación,
dejándome llevar por mi intuición hasta alcanzar la iluminación.
Que tengamos paz, más alla de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno.
Te entrego todos mi bloqueos y apegos para que Tú, los transmutes
en luz.
Abre mi intelecto y mi subconsciente para que puedan escuchar tu
voz.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”