Se terminó el primer mes del año, para dejar paso a Febrero, entre otras cosas,
mes de La Candelaria, Carnavales y Enamorados y así avanzamos con el
recorrido de los meses que parecen irse con mucha rapidez.
Esto a propósito que en los últimos talleres hemos hablado del tiempo, y la
percepción que tenemos de él.
Como tú ya sabes, en cada taller tratamos de profundizar nuestra práctica
del Ho ́oponopono y los temas van surgiendo de manera espontánea, no hay
un taller igual a otro, sin embargo en los años que llevo compartiéndolos, me
he dado cuenta que hay una especie de comunicación interna y de pronto los
mismos temas van surgiendo casi al mismo tiempo y siempre por alguna razón
que no es obvia en el momento.
Es así como el tema de ‘cómo percibimos el tiempo’ se ha presentado y en varias
ocasiones.
El tiempo, como una línea que va de un punto a otro no existe, el tiempo es
sólo un punto en donde todo está sucediendo al mismo tiempo.
Es como estar en tu casa y estar percibiendo lo que pasa en el momento, pero
sabemos que en ese mismo momento hay personas que perciben lo que sucede
en sus casas, al otro lado del continente, eso lo sabemos y lo aceptamos,
pero lo que llegamos a entender es que todo está sucediendo en ese mismo
momento, todo eso que llamamos presente, pasado y futuro.
Sólo que nuestro consciente elige ver sólo una parte de la realidad.
No sé si me explico bien, puedes hacer la prueba ahora que lees, todo lo
escrito en este artículo está expuesto delante de ti, pero tú sólo pones tu
atención es este párrafo que estás leyendo, eso no quiere decir que todo lo
demás no esté sucediendo allí al mismo tiempo.
¿Por qué nos sirve saber esto?
Porque en la sabiduría Huna, cuando ellos sanaban sus memorias las sanaban
en todos los niveles, es decir desde el momento en que fueron creadas.
Cada vez que entregamos una memoria, ésta puede sanar desde su creación,
y eso implica que sana todo y a todos los involucrados con ella, eso a mí me
parece maravilloso.
Otro punto importante es entender qué es la dualidad
Cuando hablamos de dualidad hablamos de dos o más, es decir que nos
separamos para elegir entre una y otra cosa, o para experimentar algo en
diferente grado.
¿Cómo es eso?
Mientras vivimos desde el YO, que es la identificación con el cuerpo físico y sus
cinco sentidos, nos creemos seres separados.
Cuando experimentamos desde el YO SOY o el Aumakua que es nuestro
verdadero ser, nos unimos a todo lo creado porque no existen dos existencias
sino una sola constante y absoluta y nosotros somos una parte de esa
existencia y a la vez somos la existencia ¡No hay separación!!
Es por eso que se dice que en la existencia verdadera y absoluta no hay libre
albedrío, simplemente porque no hay en dónde escoger, ya que sólo existe el
amor.
En cambio cuando vivimos en la separación, experimentamos estados duales
o múltiples como pueden ser la necesidad y el deseo, el placer, la frustración,
dolor y sufrimiento.
Muchas veces el miedo lo escondemos detrás del atrevimiento, avanzamos con
osadía ciega, sin medir las consecuencias.
Pero si entramos en la vibración del amor podemos transmutar el miedo con la
fe, la frustración y el sufrimiento con la aceptación.
Yo sé que estamos viviendo en esta realidad que creamos desde nuestras
memorias y que es totalmente dualista, pero eso no quiere decir que no
tengamos siempre presente la meta que es la UNIDAD.
Momentos maravillosos de unidad son totalmente posibles para ti y para mí, todo
el secreto está en DARNOS CUENTA.
Y ese “darnos cuenta”, se incrementa con la luz que recibimos cada vez que
entregamos una memoria. Y nos acerca cada día más al amor.
Recuerdo las veces que me tocó estar en la India en Febrero, mes en que
se celebra durante 16 días el festival de Holi, durante esos días, se juega
una especie de carnavales pero con polvos multicolores y el por qué de tal
celebración es conmemorar el amor y la entrega de la devota perfecta
Rada, por su amado Maestro Krishna.
También se encienden hogueras para quemar las inclinaciones negativas, lo
que equivaldría a deshacernos de las memorias equivocadas.
También se dice que es la mejor época para entender al amor en su más alta
expresión.
Imitando un poco esta costumbre, llenemos de colores nuestras vidas, sigamos
aceptando y entregando y llevemos a la hoguera de la transmutación nuestras
memorias de dolor.
Que tengamos un mes de Febrero lleno de entrega y de paz, más allá de todo
entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de tiempo y separación para que Tú, las transmutes en Luz.
Guíame a experimentar cada día más y más, que TÚ y yo somos UNO.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”