“El egoísmo no es amor propio, sino una pasión desordenada por uno
mismo”
Aristóteles
Los seres humanos nacemos egoístas, temerosos, demandantes e
intolerantes.
Quién no ha visto un recién nacido llorando lleno de rabia cuando no recibe su
alimento a tiempo? el bebe no se pregunta si la madre está cansada, si está
durmiendo o trabajando, sólo le interesa que sacien su hambre.
El egoísmo nace con nosotros y una de nuestras principales tareas en esta
vida, es liberarnos de él.
“Ego” viene del latín que significa “yo”, pero a qué “yo” se refiere? ¿a ese pequeño
“yo” que se identifica con su cuerpo y los sentidos?
Aquello que comúnmente llamamos “Yo”, no es otra cosa que el vehículo
llamado cuerpo, poseedor de los cinco sentidos básicos y unas cuantas
decenas más de sentidos internos.
El egoísmo surge de esta identificación con el cuerpo, en cambio el YO SOY
o lo que es nuestra verdadera identidad, está totalmente desapegado de
los sentidos, nuestro verdadero ser está inafectado y sólo observa lo que
acontece con el cuerpo, sus emociones y toda su actividad.
Es cierto que para poder expresarnos en este plano material y tridimensional,
necesitamos de un vehículo, por eso lo mejor es armonizar nuestra existencia,
conectándonos con nuestro verdadero ser o “YO SOY” y tratando en lo posible
de liberarnos del egoísmo.
El egoísmo es un mal consejero y peor compañía, es aquel que te convence de
que eres el centro de las miradas, el objeto de las críticas, etc.
¿A quién de nosotros no nos ha pasado que llegamos a una reunión y creemos
ser el objeto de las miradas, ya sea porque nos sentimos fatales e inseguros, o
porque creemos que caminamos con un reflector sobre nosotros que nos hace
el punto visual de toda la gente?.
Bueno eso es egoismo puro y totalmente infantil.
Nadie es así de importante.
Aun cuando la persona que entra en el salón, sea una gran celebridad, el
pensamiento general está más centrado en cada uno y en su propio egoísmo.
Si pudiéramos escuchar los pensamientos en voz alta en ese momento,
escucharíamos algo así como ¿cómo me veo? me dirigirá una mirada?, ¿me
reconocerá? ¿podré estrecharle la mano, conversar con él? …yo, mi, me, lo
mío…
Hoy recuerdo con ternura a alguien que ya no está en este plano , que siempre
fue como una niña grande y que su preocupación siempre fue: “¿y qué me voy
a poner?”, ya sea que se le anunciara una fiesta, un velorio o una clausura en
el colegio…
Pensar y sentir egoístamente, nos trae muchos desengaños, una fijación
desmesurada en el yo y lo mío, nos traerá mucha dolor o nos conducirá en la
edad adulta a una neurosis.
Cuando dejo crecer mi egoísmo, florecen en mi vida, situaciones de rabia,
auto-conmiseración, soberbia y terquedad.
¿Qué sería entonces lo contrario al egoísmo?
Por supuesto que el amor en su más bella expresión: el servicio.
Busquemos el “nosotros”, pero que ese plural sea conmigo y con Dios, Lo
Divino, El Poder Superior o como sea que llames a Lo Absoluto.
“¿Cuál es la disciplina espiritual que enviará al sol interno hacia Dios?
Dios está escondido y obstruido por las nubes de egoísmo. Librarse del
egoísmo es la disciplina espiritual que deben practicar.” SSB
El querer controlar emocionalmente a quienes están en mi entorno, es una
forma de egoísmo, es creer que sin mi supervisión todo se malogrará, en
cambio cuando entendemos que nos es a nosotros a quienes corresponde
controlar, y que por el contrario, todo seguirá funcionando aun si yo no estoy
presente , podré experimentar una sensación de saludable libertad.
Hay un Ser absoluto , infinito, que mantiene en orden el Universo, ¿¡qué me
hace pensar entonces que todo depende de mí?! no es otra cosa que mi
propio egoísmo.
Es momento de dejar atrás mi terquedad, mi falta de tolerancia, mi soberbia y
liberarme de las cadenas del egoísmo.
Puedo aceptar que no soy el centro del universo, pero si es saludable aceptar
que soy la causa de todos mis problemas cuando utilizo memorias equivocadas
de dolor y creo que soy este cuerpo con sus cinco sentidos, sin darme cuenta
que en realidad soy el YO SOY, soy un gota de Dios.
Dios nos ama, a mi, a ti y al universo entero, sin condiciones, sin
requerimientos, sin distinciones, ha puesto a nuestro alcance una vasta
naturaleza llena de belleza y abundancia y todo estará a nuestro alcance
cuando dejemos las cadenas del egoísmo y vibremos sincronizados a Su amor.
Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas las memorias que alimentan mi egoísmo para que Tú, las transmutes en luz.
Dame la oportunidad de amar y servir.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo,
Gracias
Ana Maria
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”