Las Sirenas eran seres fantásticos que atraian a los marineros con la belleza de su canto para después ahogarlos en las profundidades.
…Aunque prevenido por Circe del peligro de la prueba, Ulises no pudo resistirse a la tentación de escuchar el canto de las Sirenas. Ordenó a los marineros que se pusieran cera en las orejas a fin de que fueran sordos al canto de las Sirenas. Se hizo amarrar firmemente al palo mayor del barco, para impedir que se lanzara en dirección de esas peligrosas criaturas.
Cuando Ulises se acercó a su isla, las sirenas empezaron a cantar: «Ven aquí» ¡Ven con nosotras! Tu eres muy diferente a todos los demás, Detén tu viaje: ¡ven a escuchar nuestras voces!
Ulises no solo se sintió alagado, sino que olvido el propósito de su viaje.
La tentación era gigantesca, solamente las cuerdas que lo amarran a la realidad del palo preserva a Ulises de una muerte segura. Afortunadamente, el barco se aleja de la isla de las Sirenas y pronto su canto no se oye mas. Roto el encanto, Ulises vuelve a ser dueño de si mismo, como si volviera a tomar conciencia, y prosigue su viaje …
Este articulo comienza con este relato que es parte de “La Odisea”, ya que puede ser parecido a muchas situaciones que hemos experimentado en nuestra realidad, cuando voluntariamente nos acercamos al peligro o generamos riesgos innecesarios.
En Ho´oponopono hemos aprendido que toda nuestra realidad no es más que una repetición de memorias, repetimos lo que ya conocemos.
Entonces la pregunta seria, nos engañan o nos hacemos engañar.
No es casual que en el idioma quechua, no se dice “me han robado”, sino “me he hecho robar” .
Cuantas veces nos sentimos engañados y preferimos tomar el papel de victimas, cuando lo saludable sería, tomar el cien por ciento de responsabilidad y reconocer que siempre supimos que estábamos persiguiendo algo o alguien, que no era verdadero.
“Si hay algo que te deslumbra mucho, es que te está cegando”.
Eso no sucede con la luz, que viene de la inspiración Divina, y que nos enseña a vernos a nosotros mismos con claridad.
Algo que le agradezco, al Ho´oponopono, es haber aprendido a reconocer mi responsabilidad en todo.
Eso me ha llevado a dejar de lado el estado de victimización, pero junto con esto, sucede algo más sorprendente aun ¡ya nadie puede manipularme¡
Para que una persona pueda ser manipulada, ella misma tiene que estar en la manipulación, que es el juego entre la victima y el victimario, y este juego tiene entre sus componentes principales, la culpa, la rabia y el miedo.
Muchas veces se confunde la responsabilidad con la culpa, cuando son totalmente distintos, la responsabilidad es la cualidad que nos impulsa a generar cambios; por el contrario, la culpa nos detiene, genera miedo y a su vez rabia y por lo tanto nos aleja de la maravillosa vibración del amor.
Al escribir esto, viene a mi memoria la maravillosa frase de San Agustin:
“Ama y Haz lo quieras”
“Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor,. Si tienes el amor arraigado en tu corazón, ninguna otra cosa sino el amor serán tus frutos.”
Ese amor del que habla San Agustín, no puede comenzar de otra forma que no sea como amor a uno mismo, nadie pueda dar lo que no tiene.
Esta pertenencia, también es fundamental en la entrega, cuando reconozco mi responsabilidad , y acepto que, lo que sea que esté sucediendo en mi realidad, es en base a la repetición de mis memorias, y que estoy experimentando sus consecuencias. Recién entonces puedo entregárselas a la Divinidad para su transmutación.
…Volvamos al canto de sirenas…
Cuando nos quejamos amargamente de haber caído en alguna trampa, hay mucha manipulación en esto, alguna vez escuche que solo puede ser estafado, un estafador; es duro ¿no?, pero entiendo a que se refería y lo compartiré contigo.
Cuando nos ofrecen tratos o situaciones extraordinarias, quien las acepta, está siempre pensando codiciosamente en el beneficio que obtendrá a muy bajo precio o con el menor esfuerzo.
Incluso, si la estafa es emocional, ¡hasta espiritual!,
¿Como así?
Bueno, puede ser que yo este llena de culpas y pienso que si hago grandes donativos u “obras de caridad”, Dios me perdonará, cuando lo que necesito es hacer un trabajo de perdón hacia mi misma, pero me voy por lo fácil y trato de “comprar el perdón”.
Cuando veo que sigo con mis culpas, seguramente me sentiré estafada, cuando en realidad, ¡ fui yo, quien quiso pasarse de lista¡.
Eso no quiere decir que no sea bueno prestar ayuda, pero es diferente hacerlo por compasión o empatía, ya que entonces, esa ayuda la daré desde el amor verdadero.
Cuando se trata de lo emocional, hay veces que nos relacionamos con personas a las que pensamos, podemos hacer cambiar, allí el error, está en que, lo que queremos, es controlarlas.
También podemos decir “Es que él. o ella me hace feliz”, eso no es verdad, nadie tiene la capacidad de hacerte feliz o desgraciado, tu decides ser feliz o no, de la otra forma, haces uso de la o las otras personas para lograr tu objetivo, tu incapacidad de contactarte contigo mismo la quieres suplir, sacando ventaja de lo que las otras personas te puedan dar.
Si tu ya descubriste que la felicidad esta en ti y que no viene de fuera, todas tus relaciones serán saludables, porque por vibración te unirás a personas afines a ti, y en tu realidad, tendrás más de lo mismo.
Es bueno entonces, estar atentos, seguir conociéndonos a nosotros mismos y aceptar nuestra responsabilidad, porque solo de esa manera podremos lograr cambios definitivos en nuestra vida.
Que tengamos paz, mas allá de todo entendimiento.
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno, Te entrego todas mis memorias de pereza, esas que me llevan a buscar solo lo fácil, para que Tú, las transmutes en luz .
Enséñame a amar el esfuerzo, que me lleva a una vida plena.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo, Gracias
Ana María